`Thor´-el Dios del Trueno aprueba, pero no con nota

Una vez el abanderado ha aparecido en la gran pantalla Los Vengadores (The Avengers), han conseguido la presencia del triunvirato por excelencia. Por muchos miembros que ha tenido en toda su historia, siempre han sido tres superhéroes los cuasi inamovibles y santo y seña del grupo. Iron Man, Thor y Captain America (aunque él acabó en el grupo un poco más tarde).

 Después de que Iron Man cosechase unos buenísimos resultados en la taquilla parecía que las adaptaciones de la editorial Marvel seguían la buena racha cosechada por Spider-Man o los X-Men, de ahí que más de uno se frostase las manos pensando que algún día llegaría el grupo, el mejor, el más potente, de los que forman el Universo Marvel. Pero para llegar a eso se han ido poniendo fichas en el tablero. Es decir, adaptar a los tres grandes. A la espera de la película que protagoniza Chris Evans, va siendo hora de valorar lo que ha hecho Kenneth Brannagh en Thor.

Thor es una película que no llega a ser una de las mejores en cuanto a adaptar un cómic, pero tampoco de las peores. Estaría en ese ecuador donde el entretenimiento llega a ser lo que más importa en esta primera aventura del asgardiano.

Y es así, Brannagh plasma con una precisión de cirujano el mundo natal de Thor, Asgard, probablemente las mejores escenas de la película estan situadas ahí. La pelea que tiene él y sus compañeros de armas contra los gigantes de hielo es para quitarse el sombrero. Ahí es cuando el personaje es totalmente identificable y reconocible por los fans, sobre todo por lo que a la acción se refiere.

Pero no solo eso, si no que la relación entre Thor, Loki y Odín se presenta como uno de los mayores logros, al meter de lleno al aspectador en lo que podría ser un auténtico culebrón Shakesperiano (algo en lo que se mueve como pez en el agua el director de la película).

Desgraciadamente el Dios del Trueno llega a la Tierra y la cosa (la calidad) empieza a bajar alarmantemente. Es como si el director de Mucho Ruido y Pocas Nueces estuviese perdido, incómodo y el título de la película a la que he hecho mención tuviese paralelismos con la película de Thor.

El engreído, petulante y en cierto modo egoísta superhéroe acaba desterrado por su padre, Odín, a Midgard (uno de los Nueve Mundos que responde al nombre del planeta Tierra -el nuestro-). Por medio de manipulaciones su hermano Loki acaba saliéndose con la suya y su plan maestro empieza a rodar. Lo peor de todo es que ese cambio, esa lección de humildad que haría que Thor acabase siendo el nuevo jefe del cotarro (los dioses también se jubilan y Odín quiere dejar su puesto a alguien que tenga esa valía) no llega a ser convincente. Hay brusquedad e inmediatez, no hay un camino que hay que recorrer para que el héroe asgardiano reciba numerosas bofetadas que acaben por enseñarle que su vida tenía  que dar un giro y su personalidad tenía que cambiar de cara a un futuro en el cual podría ser el Rey de Asgard.

Así mismo la relación entre Thor (Chris Hemsworth) y Jane Foster (Natalie Portman) es de todo menos creíble. Está todo demasiado prefabricado y metido con calzador, parece una relación entre una chica Bond y dicho agente secreto. En un pis pas ambos personajes acaban encariñándose y teniendo una “relación” que dista mucho a la hora de enamorar al público y hacerle partícipe. Son dos puntitos negros que de haberse subsanado habría elevado bastante la calidad de la película y conseguir estar entre las mejores adaptaciones de Marvel.

Hemsworth tiene físico y acaba siendo un Thor bastante digno y creíble, sobre todo si nos atenemos al Universo Ultimate (donde físicamente es más parecido). Incluso los momentos donde demuestra su chulería a los humanos llegan a ser divertidos. Natalie Portman por su parte (en un año donde ha sido pluriempleada) hace lo que puede, pero parece que está algo perdida durante gran parte del metraje, como si no estuviese del todo a gusto o su papel no diese más de sí.

Si hablamos de los efectos especiales nos tendríamos que quedar con esa perfecta recreación de Asgard, la pelea contra los gigantes de hielo o la multitud de golpes especiales que tiene a su disposición Thor gracias a su martillo (los que hayan leído los cómics sabrán a lo que me refiero).

No hablamos de una penosa adaptación, sobre todo porque refleja en muchas ocasiones lo que Stan Lee y Jack Kirby hicieron en los años 60, pero por culpa de algunos fallos sangrantes no llega a la altura de lo que muchos esperaban.

Fdo: Snake