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'Thor': Mucho entretenimiento; poca épica

Publicado el 02 mayo 2011 por Davicine
Las críticas de Carlos Cuesta: Thor 'Thor': Mucho entretenimiento; poca épicaTengo un truco de autosugestión perfeccionado con los años, de uso muy habitual para mucha gente, que consiste en no esperar nada de una película o incluso anticipar el peor de los desenlaces para una proyección muy aguardada. Suele ayudar emotivamente a paliar el desastre y con Thor me ha funcionado. Superado el primer martillazo del precio de la entrada, incluso para el 2D, la película se digiere con diversión si uno ha aplicado el truco anterior.
Ya si miramos objetivamente los resultados de la película, en cuanto al éxito que ya se va cocinando en taquilla y la diversión para el público familiar y juvenil gracias a la fórmula acción + grandilocuencia épica + humor, no podemos calificar Thor de otra manera que de fantástica. Si lo que se busca es otra cosa más profunda, esta adaptación del personaje de cómic de Marvel no es la mejor opción.
Esta producción dirigida por Kenneth Branagh gira en torno a los habitantes de Asgard, un mundo donde vive una casta de guerreros que en la Tierra son recordados tan solo como leyendas integrantes de la mitología nórdica, aunque su existencia, muy real, haya permitido en la antigüedad salvar a la Humanidad de los también mitológicos gigantes de hielo.
El día en que Thor (Chris Hemsworth) va a ser nombrado oficialmente heredero al trono, en perjuicio de su hermano Loki (Tom Hiddleston), varios gigantes de hielo intentarán infructuosamente robar una de las reliquias guardadas en el salón de armas de Asgard, lo que interrumpirá el nombramiento. El impetuoso Thor desoirá las órdenes de su padre, Odín (Anthony Hopkins), y hará caso omiso a la tregua entre ambos reinos y tratará de imponer su autoridad ante sus enemigos, lo que generará un problema diplomático que obligará a Odín a desterrar a su hijo.
Desde que Thor cae a la Tierra no para de generar cómicas situaciones por las dificultades de integración que supone pasar de un mundo como el suyo a uno tan diferente. Esas diferencias que mantienen la trama en un fino equilibrio que hace temer un giro desastroso en cualquier momento. Sin embargo, la linealidad previsible de la historia no incomoda la sesión palomitera y todo surge en base a una fórmula comercial identificable y solvente.
Las envidias entre Thor y Loki, los conflictos personales de este segundo cuando conozca ciertos detalles de su pasado, y los esfuerzos del primero por recuperar el respeto de su padre y regresar a Asgard son elementos muy shakespirianos que parecen a primera vista la razón de que Branagh haya tomado las riendas del proyecto. Pero aunque Tom Hiddleston insinúa con el rostro un papel de Loki bastante adecuado, y Hemsworth da de Thor lo que se espera, abdominalmente hablando, a la película le falta cierta grandeza y a los momentos clave un punto de intensidad (que quizá podrían haber venido con un poco más de apoyo de la banda sonora). Anthony Hopkins da prestancia a un Odín que se ajusta con corsé al arquetipo de mandatario sabio, prudente y levemente arrepentido de algún pecado de juventud.
Luego está Natalie Portman, que aporta una cara conocida al film y saca todo el jugo posible al papel de la científica Jane Foster, que servirá de enlace a Thor con la Tierra. La promoción del film es una razón suficiente para justificar su presencia, porque contar con ella para este papel es como llamar a los Geo para llevarte en grúa un coche en doble fila. Otra cara cada vez más conocida es la de Stellan Skarsgård (Millenium) quien da un perfil simpático a su personaje de Stellan Skarsgård, tutor y protector de Jane.
Si fuera imprescindible hacer un resumen de la película diría que lo mejor es que entretiene, divierte y hace sonreír con un personaje muy conocido para cualquier lector de cómics. Los escenarios de Asgard, aunque quizá sean demasiado artificiales, demasiado digitales, son dignos de mención porque son todo un prodigio de imaginación, algo más que las armaduras de los protagonistas, que parecen disfraces. Os recomiendo una tarde palomitera con Thor, pero ya sabéis, no esperéis mucho, será mejor.Muchas más noticias en No es cine todo lo que reluce.

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