La controversial ley SOPA ha despertado la indignación de los grupos amantes de las libertades civiles de EU
La vorágine causada por la amenaza de la Ley de S.O.P.A. ha polarizado las opiniones del mundo. Por un lado, un grupo apoya que el Estado sancione los sitios y personas en la Web que “se lucran ilegalmente por la piratería”. Ellos argumentan que esos sitios han causado grandes pérdidas a la industria de la música, el cine y la televisión. Los promotores de dicha ley blanden la defensa de que la misma protegerá los derechos de autor.En el otro lado, tenemos a sus opositores. Estos argumentan que sus derechos de libre adquisición de la información serán troncados. Observan que la Ley es una forma de “garantizar que los magnates de la industria del entretenimiento sigan ganando dinero”. Esgrimen que SOPA privaría a los usuarios comunes de poder disfrutar del contenido en cuanto a videos, libros gratis, música de no pagar por los mismos. Otros, los que miramos más allá, percibimos un peligro mayor: el control por parte de los gobiernos de la Web. Desde el 9/11 hemos visto como el gobierno de Estados Unidos ha emprendido una política de “vigilancia” sobre sus ciudadanos internos y sobre los externos. La Ley Patriótica del ex – presidente George W. Bush violentaba uno de los principios fundamentales sobre los que los estadounidenses han vivido: el de la privacidad. Argumentando “seguridad nacional” las agencias de inteligencia, policiacas y defensa han comenzado a vigilar y monitorear los movimientos de sus ciudadanos en busca de “presuntos terroristas”. Se uso un buen motivo, para violentar un principio. Una cosa es vigilar a un “presunto terrorista” o “grupo sospechoso de terrorismo” y otra es vigilar a todo el mundo.
Las protestas en contra de SOPA y PIPA no se hicieron esperar dando un revez a la misma
Con SOPA parece ocurrir lo mismo. En nombre de la defensa de los autores, el Departamento de Justicia coarta la libertad de adquisición de información. Se inmiscuye en la vida virtual de los usuario (a mi no me dirán que para saber si subo o bajo determinado material no tienen que vigilarme); violando su privacidad.Yo no estoy en contra de que se proteja el derecho de autor. Como escritor no me gustaría que se plagie mis escritos. Pero tampoco, y esto es lo que considero mas grave, estoy a favor de que se me censure por usar, subir o bajar un video, imagen etc. Soy un lego en estas cuestiones, pero, y es mi opinión; ¿no sería más provechoso que el gobierno llegue a acuerdos con las empresas de la Web y se garantice la armonía entre ambas partes? Debemos ser claros en algo, y no es por justificar un delito, si existe la piratería es porque las distribuidoras de música, videos y libros ponen los mismos fuera del alcance un considerable grupo de la población. La ley SOPA afectara, díganlo o no sus promotores, al Internet como lo conocemos actualmente. Ayer el FBI, bajo la acusación de “ser un negocio de piratería a nivel mundial” cerro MEGAUPLOAD; arrestando a varios de sus ejecutivos. ¿Arrestar por lucrarse de la subida de videos y otras especies? ¡Y mas que varios artistas se han promocionado por MEGAUPLOAD! Porque lo que no dicen es que si no fuera por sitios como YouTube muchos artistas no serian conocidos. ¿Por qué no intervinieron, investigaron y arrestaron a los administradores de los bancos en quiebra en Estados Unidos? ¡Es verdad estos pagan “regalitos” a los candidatos!Facebook, Twitter, Sonico, Tagget, YouTube, Badoo, y hasta el propio Hotmail no escaparían a las consecuencias tras la aprobación de la ley. Anoche recibí la información de que el senador que la propuso la retiro. Si lo hiso fue por el momento; no se sorprenda que la misma vuelva pero con otro nombre. He dicho que la nación está a salvo de las locuras de sus gobernantes en periodos electorales, como lo está ahora los Estados Unidos; luego de ese tiempo…. ¡fuego a la lata!Las protestas por parte de los grandes suplidores de servicios en la Web y los mensajes de desaprobación de parte de usuarios han puesto a calcular las ventajas electorales de la aprobación de dicha ley. Es cierto que el sector del entretenimiento aporta millones; pero no es menos cierto que Facebook, Twitter, Hotmail y otros le aportan a los candidatos solidas plataformas para promocionarse, sumados a los millones que genera sus servicios por concepto de aplicaciones. El propio Barack Obama fue un asiduo usuario de Facebook y Twitter en su pasada campaña electoral. ¿Cuál es la algarabía? – podría preguntarse. Lo que está en juego, querido lector o querida lectora, es el principio de su privacidad. ¿Quiere que el gobierno sepa lo que usted dice, ve, piensa, busca y con quien se junta? ¿Está, por proteger los ingresos millonarios de casas disqueras y estudios cinematográficos, dispuest@ a ceder su privacidad? Bien, digamos que esta dispuest@. ¿Qué hará cuando se produzca una ley que busque la censura de quienes, desde la perspectiva del Gobierno, “calumnian personajes y medidas del mismo”? ¡Gente como yo no podremos, bajo pena de censura, escribir cosas como la que usted está leyendo! “Pero eso es cosa exclusiva de los Estados Unidos” – también pensaría. Si algo así ocurre en Estados Unidos, el país paladín de la democracia; ¿Qué podemos esperar de Venezuela, Irán, Corea y China? ¿Qué podemos esperar de la mayoría de los países llamados tercermundistas que todavía el espíritu de sus respectivas dictaduras pasadas no ha muerto? Hay un refrán que dice: “Que cuando Estados Unidos estornuda; en los demas países se siente la gripe”. El famoso personaje de “V of Vendetta” usa una frase interesante y no menos cierta: “El Pueblo no debe temer a su Gobierno, sino el Gobierno al Pueblo”. Haciendo mi propia versión (espero no me censuren por adaptación; jajaja) digo: “El Pueblo no le da cuentas a su gobierno, sino este al pueblo que lo eligió”. Es tiempo de velar y defender nuestros derechos de la forma en que la democracia nos ha indicado. Si el gobierno no representa al pueblo, este, por las formas indicadas; puede remover al gobierno.