Sigo con la saga de el brujo Geralt, este cuarto libro mejor que el anterior si cabe, menos pausado, menos introductorio.
¡CUIDADO, PUEDE CONTENER SPOILERS DE LIBROS ANTERIORES!
Si en el libro anterior se nos mostraba los planes que tenía cada facción de este mundo para la niña Ciri, ahora llega el momento de que todos se pongan manos a la obra, interponiéndose los unos a los otros en una lucha de la que solo uno puede salir victorioso. Comienza la guerra, el tiempo de odio.
Si tras los dos primeros libros, más ligeros y fáciles de leer, comenzó la historia real con el tercero, con muchos más personajes e información, este cuarto sigue los pasos del anterior, pero sin la parte de presentación de personajes que tan pesada se podía llegar a hacer. Sigue habiendo caras nuevas, pero son las menos, la trama se centra más en las acciones de los reinos y faccionés para hacerse con o asesinar a Cirilla.
Y como en toda guerra, hay bajas... alguna inesperada... algún personaje que me llamó la atención en el anterior libro y me esperaba que fuese más desarrollado en este libro cae de manera poco gloriosa... parece que G.R.R. Martin y Andrzej Sapkowski han aprendido en el mismo sitio a ponerte la miel en los labios para después pegarte el tortazo.
En definitiva, la saga continúa mejor que como comenzó. Cosa que esperaba, pues los comienzos son lentos, sobre todo tras el salto de libros de relatos cortos a una verdadera saga de fantasía que ha pegado la trama.
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