Revista Cultura y Ocio
Poquito falta ya para el cuarenta de mayo, lo que en España significa la llegada oficial del verano y con él las terracitas. Es verdad que ultimamente con las seta-estufas las tenemos todo el año pero ¿sabe igual un tinto de verano en invierno?
Una muy tranquila e ideal para ir con niños es la del Matadero. Es parte de la cafetería del teatro y al estar dentro del recinto es perfecta para dejarlos campar a sus anchas en la llamada Plaza Matadero.
Ya escribí una historia sobre la casa del reloj, quizá el edificio más emblemático y encantador del complejo pero tenía ganas de hablaros de todos los demás y finalmente lo he hecho en un artículo escrito para la revista digital "La gatera de la Villa" en la que colaboré también el año pasado con "Las bicicletas son para el verano".
Podeís leerlo completo aquí.
Es un paseo por el ayer y hoy de cada uno de los edificios que lo componen en el que vamos viendo como la palabra matadero que la RAE define como "Sitio donde se mata y desuella el ganado destinado al abasto público" en Madrid ha adquirido un nuevo significado: "Sitio donde se crea y promueve el arte destinado al abasto público".
Lo mejor es acercarse un día tranquilamente a conocerlo, no hace falta
pasarse las horas muertas viendo cada obra o asistiendo a cada charla,
simplemente hay que dejarse llevar por el lugar y observar la cantidad
de posibilidades de ocio que ofrece.
La primera vez que lo vi era una
niña, cruzaba el puente de Andalucía en el veintidós y le pregunté a mi
padre qué era ese edificio, quedé sorprendida con él. Hoy, después de
toda la "investigación" para el artículo me entusiasma, estoy orgullosa de tenerlo en
mi ciudad y sin duda lo incluiría como imprescindible en las guías de
Madrid.