Escribo estas líneas durante mis más fantásticas y relajadas vacaciones.
No, no me he ido a ninguna playa paradisíaca, estoy en casita.
Ni me he tomado días del trabajo, sigo cumpliendo mi horario full time.
Lo que sucedió es que el Dutch y el Pitufo se han ido por unos días a visitar a mis suegros, y ni te imaginas lo bien que me ha sentado un poco de soledad.
Los adoro, no imagino mi vida sin ellos, pero hacía por lo menos dos meses que me apetecía ir al barrio chino a darme un masaje y no encontraba el momento. Ni para aplicarme una mascarilla, ni para ir de compras, ni para pintarme las uñas ni… en fin, una lista más larga que los pelos de mis piernas, porque tampoco encontraba tiempo para depilarme.
Y mientras tanto, las mejores conversaciones suceden en el grupo de facebook Club Más Placer, Menos Dieta.
Puri nos cuenta “tras 11 meses de alimentarme bien y 23 kgs perdidos, siento que todo se está viniendo abajo. Llevo dos días pensando en comida y, lo que es peor, cayendo en la tentación. Necesito ayuda, ¿alguna vez habéis pasado por esta situación? ¿Qué habéis hecho para combatirla?”
¿Que si alguna vez he pasado por esta situación? Más que haberla pasado he vivido instalada en esta situación. Muchas veces, y no hace tanto. Le pregunto “¿ha sucedido algo en estos dos días? Yo siempre noto que mis períodos de recaída coinciden con estrés en el trabajo, o con estar muy ocupada y no dedicar tiempo para mí”
Y Puri dice “Quizás sea eso, tengo un niño de tres años y no tengo tiempo ni de salir a caminar. Me agobia el no tener a veces tiempo para mí”.
No te imaginas cuán familiar me resulta esta situación, mi Pitufo tiene cuatro años.
He llegado a la conclusion de que tenemos que ponernos firmes y reclamar nuestro tiempo y espacio.
Porque está visto que nadie nos lo va a dar… ni siquiera si preguntamos amablemente, aquí van algunos ejemplos:
- Domingo por la mañana en casa:
Lola: ¿puede mami ir al parque a correr?
Pitufo: ¡no! quiero que juguemos juntos con los Lego
Y adivina qué terminó mami haciendo hasta la hora de comer… a regañadientes, porque prefiero los Playmobil.
- Conversación despues de cenar con el Dutch
Lola: He leído en internet que recomiendan que las mujeres tomemos como “tiempo para mí” 1 hora por día, 4 horas por fin de semana, 1 fin de semana por mes, y 1 semana por año
Dutch (riendo el muy caradura): ¡Y tú te crees todas las tonterías que se leen en internet!
- Preparando el bolso para ir a pasar el finde a casa de una amiga en Alemania, mensaje de Whatsapp de mi madre:
Santa abuela: Otra vez te vas, el fin de semana es cuando el Pitufo más te necesita. Me preocupa tu actitud y más a la distancia, ya que si estuviéramos más cerca el Pitufo pasaría más tiempo con nosotros.
Lola: Hace tres meses que no me voy de fin de semana de chicas
Santa abuela: Pero te has ido por trabajo. El Pitufo siente tu ausencia. El motivo no importa.
Ni me molesté en responder. Finalmente la pobre víctima y su padre (porque tampoco abandoné a mi hijo a la intemperie) se divirtieron mucho ese fin de semana, cuando nos reencontramos el domingo por la tarde me recibieron cansados y felices de verme, y yo regresé renovada después de haber pasado un día de spa hablando hasta por los codos (escribiendo esto me pregunto qué carajos me lleva a tener que justificarme… estoy peor de lo que pensaba).
Está visto que hagamos lo que hagamos siempre habrá alguien que se molestará, alguien que nos criticará, alguien o algo que nos lo intentará impedir.
Pero no debemos distraernos de nuestro objetivo que es vivir y no meramente sobrevivir.
En mi caso por lo menos pretendo verme medianamente presentable, funcionar en el trabajo y hogar de manera aceptable, y sentir que me he mimado un poco para no caer exhausta, frustrada ni depre frente a la tele con una caja de galletas al fin del día. Conste que conseguir esto no es fácil, y que si he aprendido algo en estas cuatro décadas vividas, es que sin tomar Tiempo para Mí, con merecidas mayúsculas, es directamente imposible.
Escribo este post para terminar con la culpa, culpa, grandísima culpa que nos provoca el siquiera pensar en hacer algo para nosotras, para no caer en el egoísmo y la actitud de diva – porque las mujeres tenemos que ser mártires y dedicarnos totalemente a los demás, ¿verdad? ¡No! ¡No! ¡No!
Abramos los ojos y cambiemos el chip, amiga.
Durante estos dias de relax e inspiración me he propuesto abordar con rigor el tema del Tiempo para Mí, y un solo post no alcanza.
Hago un Llamado a la Solidaridad e invito a todas las lectoras del blog, a sus amigas, primas, hermanas, madres (que por lo menos la mía parece tener mucho para opinar), a dejar sus comentarios aquí en el blog, o en la página de Facebook Más Placer, Menos Dieta, en Twitter @lemanslola #TiempoParaMí, o por email a [email protected]
Quisiera conocer tu punto de vista para reflexionar por ejemplo sobre: ¿Qué es el Tiempo para Mí? ¿Es posible? ¿Qué se hace durante el Tiempo para Mí? ¿Lo tomas, o te gustaría? ¿Te parece importante? ¿Te parece egoísta? ¿Te provoca culpa? ¿Cómo se encuentra o se crea?
Comencemos el diálogo y démonos el permiso para florecer como personas, porque el mundo necesita de nuestros colores y perfume individual e inimitable.
Mientras tanto reivindicaré un par de horas por fin de semana… porque el masaje del barrio chino me ha resultado de maravilla y me gustaría repetir…