Tiempos de Leyenda. Capítulo 22.

Los españoles se están “indignando” porque se les está acabando la fiesta boba, siendo que aquí ha tenido lugar una orgía de gasto y endeudamiento, de consumo exultante, impúdico y demente. Y la clase política, señoras y señores, no ha salido de un repollo, en amplia mayoría es producto y reflejo de la propia sociedad ¿o de donde os creéis que salen los concejales y alcaldes corruptos? Los de siempre, los de bien arriba, se guardaron la llave del verdadero cofre, mientras por orden de la Alta Finanza, y vehiculizada por la banca-partitocracia-burocracia parasita, daban barra libre a la masa imbécil para que manejara sus finanzas como les saliera en ganas ¿qué es el crédito abundante y barato, y los inmensos déficits de balanza comercial, sino?

Las deudas externas son una farsa, producto de la operativa impune de un Sistema monetario y financiero mundial fraudulento. En un mundo sano y justo, las únicas deudas externas verosímiles deberían ser los saldos negativos entre naciones, producto del intercambio de productos y servicios. Pero para esto, la moneda soberana de las naciones no puede ser otra cosa más que la contraparte del trabajo-producción que las economías de las naciones sean capaces de potenciar y desarrollar. Las monedas no pueden ser mercancía, y el comercio internacional no puede estar controlado por una red de Agentes hostiles al interés general de las naciones.

El Estado debe proveer la moneda necesaria para que todas las fuerzas productivas (públicas y privadas) se desplieguen de forma óptima y equitativa dentro de una sociedad. Esto conduce al pleno empleo, a la justicia social (auténtico socialismo) y a la progresiva eliminación de los impuestos a las fuerzas productoras (salvo los impuestos progresivos aplicados a la acumulación de moneda), dado que el Estado fabrica su propio dinero, lo distribuye sin usura en el sistema, y lo destruye cuando amenaza la estabilidad de precios.
La cruda realidad es que, tras el decorado de fondo del progreso y la libertad, una pandilla de tahúres, cuando vieron que el control de las existencias de oro se les quedaba corto para sus fines expansivos, imponen y proveen a discreción un divisa mundial fraudulenta de intercambio y reserva, transformando paralelamente las finanzas internacionales en una pesadilla metafísica que ha conducido a la esclavitud por deudas al mundo al completo. Y que desembocará más que probablemente en una nueva guerra y en una posterior reordenación global monetaria bajo una única y tiránica moneda mundial. Pero para llegar al estado actual, paulatinamente, han ido despojando a las naciones soberanas de la emisión de sus respectivas monedas, transformando a los Bancos Centrales en meras sucursales del engendro global, y propiciando y promocionando mediante la genuflexión de los aparatos político-burocrático-intelectuales y bancarios los despilfarros, los déficits y las correspondientes deudas públicas y privadas, contraídas con los agentes financieros y los traficantes de moneda. El resultado lo tenemos en nuestras propias narices.

La SGM fue un acontecimiento de inflexión histórica como ningún otro. Y precisamente, en la interpretación historiográfico-propagandística de dichos acontecimientos, es donde se esconde el truco del almendruco. El acontecimiento trasciende la limitación de las ideologías en liza, y lo que se presentó a la opinión pública mundial como la liberación de Europa de los pérfidos nazis y sus malvados regímenes satélites, en realidad, no fue otra cosa más que el golpe final a Europa.

Kapitän Amerika