¿Fiesta infantil a la vista?
¿Merienda de adultos a la vuelta de la esquina?Tanto para unos como para otros, este delicioso Tigretón casero le va a hacer saltar el botón del pantalón a más de uno. Más que nada porque dejar de comerlo se convierte en una ardua tarea...
La combinación de sabores es excepcional.
Una magnífica adaptación casera de la nada saludable bollería industrial.
Un diez. Dificultad: baja para los ya iniciados en el mundo de la repostería. Media para los que empiezan a atreverse.
Tiempo de preparación aproximado: bajo. Está mucho más bueno si lo preparamos de un día para otro.
Raciones: 8-10
INGREDIENTES
Para el bizcocho:
- 50 g. de harina para repostería
- 50 g. de cacao en polvo tipo Valor
- 3 huevos "M" a temperatura ambiente
- 100 g. de azúcar blanquilla
- unas gotas de limón
- 1 pizca de levadura tipo Royal
- 200 ml. de nata para montar
- 150 g. de queso para untar tipo Philadelphia
- 5 cucharadas soperas de azúcar
- 1 bote de mermelada de frambuesa (o de fresa, eso al gusto de cada uno)
- 200 g. pastilla chocolate para postres
- 200 ml. de nata para montar
- 1 cucharada sopera de mantequilla
- crocanti de almendra para decorar (o lo que queráis)
PREPARACIÓN
Del bizcocho:
- Precalentamos el horno a 200º, que esté bien caliente cuando vayamos a hornear.
- Separamos las claras de las yemas, y montamos las claras (bien bien montadas) con unas gotitas de zumo de limón. Ojo a los iniciados que no os caiga yema en las claras o no os montarán. Yo a la vez que voy montando las claras voy añadiendo el azúcar, es decir, que cuando empiezan a montar le añado un poco, pasado un minuto le vuelvo a añadir, y casi al final le añado el resto.
- Una vez montadas le añadimos las yemas y seguimos batiendo con las varillas eléctricas a la velocidad más baja posible hasta que se mezcle bien.
- En otro bol mezclamos la harina, el cacao y la pizca de levadura. Vertemos las claras en este bol y con una varilla de mano vamos mezclando suavemente teniendo cuidado de que no se nos bajen.
- En la bandeja del horno (que habremos dejado fuera), le ponemos encima papel para hornear. Vertemos la masa y extendemos con la espátula hasta cubrir prácticamente toda la superficie de la bandeja. Si lo preferís, también lo podéis hornear en un molde rectangular que sea más o menos del tamaño de la bandeja. Hay quien, en lugar de extender la masa con la espátula lo hace con la manga pastelera. Eso ya cada uno como prefiera.
- Bajamos el horno a 180º y horneamos unos 8-10 minutos.
- Sacamos e inmediatamente lo enrollamos con el mismo papel para que tome la forma.
- Dejamos que enfríe por completo (tardará más o menos 1 hora).
- Sacamos los 150 g. de queso de untar del frigo un rato antes para que se vaya atemperando y posteriormente lo batimos con las varillas eléctricas para que tome una textura cremosa.
- En un bol montamos la nata junto con las 5 cucharadas de azúcar. Una vez montada la vertemos en el bol del queso de untar y mezclamos con suavidad. Reservamos en la nevera.
- Desenrollamos el bizcocho y extendemos una capa de mermelada por toda la superficie (gastaremos más de la mitad del tarro), teniendo en cuenta que hay que dejar por todos los bordes un espacio sin rellenar de unos 2 cm, ya que si no lo hacemos así, al enrollarlo de nuevo se saldrá parte del relleno.
- Encima de la mermelada y con cuidado vertemos la capa de nata y queso, dejando espacio en los bordes al igual que hemos hecho con la mermelada.
- Enrollamos de nuevo ya sin el papel, haciendo que la parte que cierra quede debajo para que no se abra el bizcocho. Reservamos en la nevera.
- Ahora preparamos la cobertura de la siguiente manera: en un cazo ponemos a calentar la nata. Troceamos el chocolate y lo ponemos también dentro del cazo. Ojo que el fuego esté suave. Vamos removiendo con la varilla de mano hasta que se funda por completo. Una vez fundido añadimos la cucharada sopera de mantequilla (que le dará brillo a la cobertura). Apartamos del fuego.
- Ponemos el brazo con mucho cuidado sobre una rejilla y debajo papel de aluminio (para no poner perdida toda la encimera). Con el chocolate que acabamos de fundir y aún caliente lo vertemos por encima. Cuidado que enfría rápido, y si lo toqueteáis mucho os quedarán las marcas. Así que las zonas laterales que os vayan quedando sin cubrir, vais cogiendo con la cuchara el chocolate que va cayendo y cubrís las zonas que necesitéis cubrir. Y ahora es el momento de decorarlo como queráis. Yo lo he hecho con crocanti de almendra. Dejamos que enfríe por completo. Una vez haya dejado de gotear lo guardamos en la nevera.
- Al día siguiente, una vez se haya endurecido del todo el chocolate, lo pasáis a una bandeja y listo para que alucinéis...