Dice la Sra Salgado que el tijeretazo que le han metido a la cosa pública va a frenar el crecimiento.
Tenía entendido que para salir de la crisis y empezar a crear empleo había que crecer. Osea crecer, que es lo contrario que lo que ha declarado la ministra que va a suceder con el recorte y viene a darle la razón a esos pérfidos sindicalistas que dicen que frenando la inversión pública vamos a tardar más en salir de la ruina.
Por si fuera poco, vamos argentinizándonos a un ritmo preocupante. En mi vida había oído que en españa venían emisarios del FMI a supervisarnos. Lo oí día si, día también, cuando aquel genocida de ritmo lento* llamado Domingo Cavallo, acabó llevando a la más absoluta de las ruinas a la Argentina, por lo que cuando veo “emisarios del FMI” me pasa lo que al niño ese de la película: me pongo a ver muertos.
De hecho, hoy mismo, leyendo las declaraciones de Pepiño Blanco, sobre el erial que le han dejado en los presupuestos del Ministerio, no he podido aguantar la carcajada. Declara que habrá contratos que haya que anular. Se supone que contratos ya adjudicados y firmados, claro. Cuando eso pasa en otras latitudes, siempre se oye hablar de que en tal o cual república productora de banano no hay seguridad jurídica. Pues ya me contarán que pasa cuando la administración firma contratos con unos créditos previos fiscalizados y ahora dice que donde dije digo, digo Salgado y amén.
Eso si, lo que me produce nausea es la demagogia de algunas declaraciones destinadas a gilipollas, como la que se saca el ministro cuando dice “es el momento de la racionalidad y la austeridad”. Vamos, como que en épocas de vacas gordas la administración no se rige por principios de racionalidad ni austeridad.
Te has lucido, Pepiño. Pero no te preocupes, que este sábado te esperan en Sálvame de Luxe todos los obreros que vayan a despedir las empresas con contratos en firme por efecto del esfuerzo de racionalización y austeridad que habéis aplicado.
Pd*: Sostengo que hay genocidas de ritmo rápido que matan mucho y muy aparatosamente, como la OTAN, por poner un ejemplo, y otros organismos que matan lo mismo o más pero con planes meticulosos, de ajuste económico. Como el FMI. Domingo Cavallo, pertenece a esa panda de cuatreros que se han pasado la vida cambiando de chaqueta y sintiéndose cómodos en cualquier dictadura o cualquier partido, siempre que sigan a pies juntillas los dictados de Milton Friedman. Otro que tal bailaba.
Por cierto… que me recuerda a otro de esos que le da lo mismo quien esté en la Moncloa. Un tal Boyer.
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