
"Un escritorio es un lugar peligroso desde el que ver el mundo." John Le Carre
Segunda película que vemos del director y actor sueco Tomas Alfredson, después de la insuperable -para mí- Låt den rätte komma in (o Déjame entrar en español), película que no sólo lo llevó al reconocimiento mundial sino a trabajar con grandes actores y presupuesto. Alfredson, hijo del comediante y cineasta "Hasse" Alfredson, no sólo ha estado ligado al mundo audiovisual por herencia o familia, sino que desde muy joven se vinculó con el teatro; igualmente fue director formado en la ya famosa Svenk Filmindustri - que produjo gran parte de los trabajos de Bergman- donde asistió a varios cineastas, además de haber trabajado en la televisión de su país.Aunque ligado al mundo de la comedia, principalmente en sus primeros largometrajes, Alfredson ha sido un director prolífico, que a pesar de su corta filmografía, ha pasado por varios géneros y estilos; que se definieron con una de las mejores películas sobre vampiros, como lo fue Déjame Entrar y la adaptación de un libro de John Le Carré, como Tinker, Tailor, Soldier Spy, película que vamos a reseñar, y hasta el momento el último trabajo del director sueco.


