TEXTO POR RUTH ALDAY
La costumbre de cambiar el color del cabello se ha practicado en todas las épocas históricas y en diversas culturas. Actualmente, en nuestra sociedad altamente preocupada por la imagen personal y la apariencia de juventud, son cada vez más personas, hombres y mujeres, las que se tiñen el pelo de forma habitual, y el uso de tintes comienza cada vez a una edad más temprana. ¿Conocemos realmente las características de estos productos y su efecto sobre nuestro cabello?
Hoy día, la cosmética y en concreto el campo de la tinción capilar, está en constante desarrollo para ofrecer productos innovadores, pero que al mismo tiempo protejan al cabello, teniendo en cuenta aspectos que preocupan a los consumidores, como son la calidad, la ausencia de toxicidad y la protección del medioambiente. Otra demanda creciente es que los tintes no contengan sustancias que puedan desencadenar alergias o sean demasiado agresivas con el cabello.
Es recomendable conocer los componentes y los resultados potenciales de cada tipo de coloración antes de decidirnos por una u otra. Un tinte puede tener diversos componentes de los que dependerá su capacidad de variar el color original del cabello, el grado en el que altera la estructura natural del mismo, y su durabilidad. Los principales son:
Los pigmentos, que pueden ser vegetales, minerales o sintéticos, y serán los responsables del color que se dará al cabello. Si se aplican solos se depositarán sobre la capa externa del cabello sin penetrar en este, por lo que el color será temporal y se “sumará” al tono de base del pelo, pero sin variarlo. Los tintes a base únicamente de pigmento tienen un efecto temporal, que desaparece con los lavados, y no cubren totalmente las canas, sino que les dan un matiz de color. En esta categoría de coloración a base únicamente de pigmento entrarían los tintes vegetales-naturales.
Amoniaco. Es un ingrediente extremadamente alcalino cuya función es levantar la cutícula del cabello (su capa exterior protectora), para permitir que el pigmento penetre en el cortex y se deposite en él. Esta acción hace que el color sea más duradero, ya que penetra dentro de la estructura capilar, con lo cual permite cubrir las canas y variar el tono del cabello matizándolo o oscureciéndolo, pero no aclarándolo. Actualmente existen tintes que incorporan en sus fórmulas otras sustancias levemente alcalinas, como la etalonamina, que permiten que el pigmento se deposite en el cabello de una forma menos agresiva que el amoniaco.
Oxidante. Este componente es el más agresivo con el pelo, ya que rompe la cutícula, penetra hasta el cortex y modifica la melamina natural del cabello. Es decir, hace que pierda su color natural, y permite que el pigmento se deposite sobre una “hoja en blanco”. Sin embargo, solo los productos que contienen este componente permiten aclarar el cabello o variar drásticamente su tono original. Este producto oxidativo (comunmente agua oxigenada), se añade a la mezcla inmediatamente antes de aplicarla, y es el profesional de la peluquería quien decide en qué proporción lo utiliza según el efecto buscado.
En los productos de autoaplicación las medidas vienen determinadas y separadas en dos envases que deben mezclarse, y el porcentaje de agua oxigenada puede variar mucho de una fórmula de tinte a otra, y con ello su capacidad de coloración y sus efectos sobre el cabello. Las fórmulas para teñir el cabello pueden llevar además otros componentes, sustancias químicas como los reveladores y acopladores que ayudan a definir el color final en el caso de los tintes permanentes, y otros ingredientes destinados a nutrir y reparar el cabello, alargar la duración del color, etc. El tinte más apropiado para cada persona dependerá de sus necesidades, cantidad de canas y del efecto que desee lograr.
Se ha hablado mucho de la toxicidad de los tintes y sus posibles efectos sobre la salud. Es cierto que durante la segunda mitad del siglo XX y coincidiendo con el comienzo de la fabricación industrial de los productos para colorear el cabello (proceso que hasta entonces se había hecho con medios naturales, sin químicos), se añadieron a estas fórmulas ingredientes potencialmente peligrosos para la salud. En 2001 el Comité Científico de Productos Cosméticos y Productos No Alimentarios (SCCNFP) llegó a la conclusión de que existía un riesgo real para la salud de los usuarios e instó a la Comisión Europea a tomar cartas en el asunto.
Actualmente la legislación europea es bastante restrictiva sobre las sustancias que pueden estar presentes en los tintes para el cabello, y en qué proporciones pueden aparecer para evitar problemas de toxicidad. En 2006 fueron prohibidos 22 ingredientes concretos, y se elaboró una lista de otras 60 sustancias que podían usarse con restricciones, entre las que se encuentra la PPD (parafenilendiamina), un colorante de oxidación que se encuentra en la mayoría de tintes permanentes y que es el responsable de gran parte de las reacciones alérgicas a estos productos. Por ley este ingrediente no puede representar más de un 6% de la composición total de estos productos, pero sin embargo está presente en muchos de los tintes del mercado.
Cristina Massanet, del Dpto. Comercial de Corpore Sano en España, recomienda que antes de utilizar un producto de coloración para el cabello nos informemos de sus ingredientes y realicemos un test de alergia para evitar sorpresas desagradables:
“El test de alergia o test de sensibilidad consiste en aplicar un poco de producto del contenido del tubo – Crema Colorante – (con una gota es suficiente) en la parte interior del brazo o detrás de la oreja. Dejar secar y mantener durante 48h sin lavar. Si a las 48h no aparecen enrojecimiento ni picores se puede mezclar la crema colorante con el revelador y aplicarte la mezcla. Siempre que desees aplicarte un tinte debes leer primero las instrucciones de uso y nunca olvidarte de hacerte el test de sensibilidad. Aunque el tinte que desees aplicarte sea el habitual, siempre es recomendable hacerte previamente el test. Estudios recientes ponen de manifiesto el notable incremento de alergias e irritaciones en la piel causadas por la parafenilendiamina (PPD) y el resorcinol, componentes habituales de los tintes permanentes. Las agresiones externas pueden perjudicar la salud del cabello y del cuero cabelludo – nos comenta Cristina – por este motivo es recomendable utilizar productos capilares con fórmulas suaves y que eviten la utilización de ingredientes agresivos. Por ello en Corpore Sano hemos desarrollado una nueva gama de tintes permanentes que no contiene PPD, resorcinol, amoniaco, ni parabenos. Nuestra fórmula si aporta en cambio ingredientes naturales sin efectos nocivos para el cabello, como el aceite de sésamo de cultivo biológico certificado, el gel de Aloe vera y la keratina vegetal (combinación de 18 aminoácidos) que proporcionan una protección natural del cuero cabelludo, una máxima cobertura de canas, color y brillo al cabello.”
Ingredientes que es mejor evitar en un tinte:
AMONIACO: ingrediente extremadamente alcalino que daña la cutícula capilar. Aunque su uso no está limitado por toxicidad, existen otras sustancias alternativas, como la etalonamina, que cumplen la misma función sin resultar tan agresivas con el pelo.
PARABENOS: conservante químico muy utilizado en el sector cosmético para mantener las propiedades de los productos. No se encuentran en la lista de ingredientes restringidos por la UE, pero actualmente está abierto un debate sobre su relación con algunos tipos de cáncer y es recomendable evitarlos.
RESORCINOL: es utilizado para dar intensidad a los tonos dorados. Puede producir reacciones alérgicas e irritaciones. Según la legislación su porcentaje no puede superar el 5% del producto. PPD (parafenilendiamina): es un colorante de oxidación que se encuentra en la mayoría de tintes permanentes. La Parafenilendiamina es considerada responsable de la mayoría de reacciones alérgicas tras el uso de tintes capilares. No puede superar el 6% del contenido total. La ausencia de PPD en la fórmula minimiza presuntamente el riesgo de reacciones alérgicas en el cuero cabelludo.
COLORANTES: los diaminofoles, la hidroquinona y el napthol también tienen limitado por ley su porcentaje en las fórmulas para tintes capilares. NITRATO DE PLATA: Su uso está restringido unicamente a los tintes para pestañas y cejas, y su presencia en el producto no puede superar el 4%.
TINTE NATURAL PARA EL CABELLO puedes leerlo en Sano y Ecológico