Acostumbro a guardar artículos, reportajes o entrevistas que me gustan. Ayer, a raíz de un mail que le envié a mi amigo Manuel Medina, consultor de Human Profit Consulting, sobre el personaje de cómic Tintín de Georges Remi (Hergé), del que es un apasionado, recordé un artículo publicado en Expansión & Empleo publicado con fecha 7 de septiembre de 2007. Llevaba por título: ¿Tintín directivo? Lo reproduzco porque creo que os puede gustar a los amantes de este personaje:
¿Tiene Tintín, el genial periodista héroe de una de las historietas más célebres del mundo, competencias para ser un buen directivo? El personaje reúne cualidades como la honradez, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo.
La verdad es que no dudaríamos en evaluarle y recomendarle como candidato en un proceso de búsqueda de directivos, por incorporar las virtudes más solicitadas hoy por las empresas:
Honradez y ética: Tintín demuestra un arraigado sentido de la honradez y de la ética. Comprometidas las crónicas de sus aventuras con un medio de comunicación en el Congo y en América, otras publicaciones le ofrecen sumas muy superiores, pero él sigue fiel a lo pactado con su empleador y las rechaza. Son también varias las oportunidades que tiene de venderse, y no barato, a los intereses corruptos de sus enemigos. La mafia le intenta comprar en Tintín en América, el traficante de armas Bazaroff en La oreja rota y Mitsuhirato en El loto azul, pero su nobleza y ética le acompañarán a lo largo de todas sus aventuras.
Inteligencia emocional: ¿Podría alguien sin una acusada inteligencia emocional soportar el mal humor y el alcoholismo latente de Haddock, la sordera y las extravagancias de Tornasol, las estupideces continuas de los gemelos Hernández y Fernández, las travesuras de Abdallah o las visitas intempestivas del pelmazo de Serafín Latón? ¿Qué me dicen de su habilidad para entenderse con personajes tan complejos como el Emir Ben Kalib Ezab, con el dictadorzuelo General Alcázar, con un rey como Ottokar e incluso con una insoportable prima donna del bel canto como la Castafiore? El joven periodista demuestra ser un mago de la inteligencia emocional.
Movilidad y multiculturalidad: Tintín no duda en viajar por todo el mundo cuando las circunstancias, su trabajo o amigos lo exigen. La distancia no es impedimento para afrontar nuevos proyectos. Así le encontramos en el Ártico tratando de descubrir un aerolito; en las selvas y altiplanos latinoamericanos rescatando a sus amigos; en el fondo del mar, buscando un tesoro; en el Tíbet convencido de que un amigo suyo ha sobrevivido a un accidente de aviación; en África, en la India y en China, en sus primeras aventuras; e incluso en la Luna, conviertiéndose en el primer personaje del mundo del cómic en llegar muchos años antes que los norteamericanos a bordo de un cohete rojo y blanco infinitamente más estético que la achaparrada nave lunar de la NASA. ¿Ha criticado alguna vez los lugares visitados? Nunca; es más, trata de adaptarse a ellos incluso vistiendo los trajes de cada lugar y adoptando sus costumbres. La globalización no es un problema para él.
Trabajo en equipo: Tiene una gran capacidad para trabajar en equipo, como demostró formando parte de la tripulación del cohete lunar en la expedición a la Luna, con la sociedad secreta china que combatía el tráfico y consumo de opio o formando parte de las tripulaciones del Aurora, en pos del meteorito en La estrella misteriosa, o en el Sirius, buscando El tesoro de Rackham el Rojo. En todas estas expediciones animó y motivó a todos los participantes y contribuyó con ello al éxito final.
Imaginación y creatividad: Tintín prueba una y otra vez ser una persona imaginativa y creadora. ¿Cómo hubiera descubierto si no que la urraca era la ladrona de las joyas de la Castafiore o que el cetro del rey Ottokar estaba escondido dentro de la cámara fotográfica o qué convenía pedir a los incas un día en el que iba a suceder un eclipse de sol para ser ajusticiado?
Serenidad y confianza: Asombra por su serenidad al enfrentarse a todo tipo de situaciones comprometidas: desde estar colgado de una palmera a punto de ser devorado por cocodrilos en Tintín en el Congo hasta su propio fusilamiento en Los cigarros del Faraón. Por no hablar de su capacidad para no perder la calma ante ataques de elefantes, leones, anacondas, tiburones e incluso el mismísimo abominable Hombre de las Nieves?
Orientación al logro: La persistencia hasta conseguir el éxito es una de sus constantes: no ceja hasta hacer que los capos de la mafia norteamericana sean encarcelados en Tintín en América, encontrar la vacuna que puede salvar a Didí, buscar a su amigo Tchang en el Tíbet o liberar al profesor Tornasol en Syldavia. Ponerse objetivos y cumplirlos a pesar de las enormes dificultades.