Tipos de barniz más empleados en Bellas Artes

Como en la mayoría de los materiales de Bellas Artes, hablar de un número concreto y cerrado es casi imposible, por la cantidad de variedad que podemos encontrar en el mercado y por la competitividad de las marcas para sacar nuevos y mejores productos constantemente. Aún así en este post, queremos hacer una breve distinción de cuales son los tipos de barniz, que según nuestra apreciación, más se emplean en el infinito e inmenso mundo de las artes plásticas.

Maneras de clasificar los barnices hay muchas, por composición, por solución… Nosotros nos vamos a centrar en su uso, fraccionándolo en tres bloques, aunque como hemos dicho, hay muchos más, pero no tan frecuentes como estos.

Tipos de barniz

• BARNIZ PARA ÓLEO

En la técnica del óleo el barniz se convierte en un elemento casi imprescindible para su conservación. Estas pinturas al aceite, con el tiempo pueden oxidarse por estar en contacto permanente con oxigeno, por ello es necesario barnizar si queremos conservar la obra por muchos años, o siglos.

Seguro que hemos visto alguna vez un óleo antiguo cuarteado o en proceso de hacerlo, pues en estos casos el barniz ayuda a unificar la superficie dañada y a evitar que continúe ese deterioro. Por supuesto en casos en los que esté muy dañado hay que llevar el cuadro a un especialista en restauración.

El óleo se debe barnizar entre los 6 y 12 meses posteriores a la realización del cuadro, en condiciones normales. Las posibilidades de tipos de barniz dentro de los óleos son, principalmente:

– Líquidos: Existen en acabado mate y acabado brillo. Al aplicarse con pincel son muy cobertores y es difícil dejarse una región sin imprimar

– Spray: También tienen la posibilidad de dar acabado brillante o mate. Son muy prácticos y sencillo de aplicar, pero hay que ser minucioso e ir con cuidad para no descuidar ninguna zona del lienzo.

• BARNIZ PARA ACRÍLICO

El barniz para este tipo de pinturas no está tan extendido como en las pinturas al óleo, simplemente por el hecho de que los acrílicos no tienen un origen tan antiguo y por tanto, no ha sido necesario plantear tales sistemas de conservación.

Actualmente los lienzos realizados con pinturas acrílicas que cuelgan en los museos y galerías comienzan a cumplir los 70 años, por lo que no se ha comprobado como afectan los agentes externos durante siglos.

Es importante emplear un barniz para pintura acrílica específico y no “reutilizar” un barniz de óleo para este fin, porque la manera en la que ambas desarrollan grietas no son similares.

Igual que el caso del óleo, entre los tipos de barniz para acrílicos encontramos variedad.

– Gel: Esta opción es similar al barniz líquido, y se encuentra tanto en acabado mate como con acabado brillante. Se puede emplear también en técnicas derivadas del collage. Este gel es una emulsión densa realizada con espesantes que ofrecen un acabado muy elástico, cosa que permite profundizar en los poros que hayan quedado en el lienzo.

– Líquido: Con opción mate o brillo, es muy fácil de emplear mediante pincel directamente sobre la obra una vez estén los colores completamente secos. Los formatos en los que se comercializan son muy variados, desde a penas 100ml hasta más de 1L.

– Spray: De sencilla aplicación, y con los dos acabados que estamos viendo hasta la fecha. El barniz en spray permite dar varias capas del mismo, siempre y cuando la capa anterior esté completamente seca.

• BARNIZ PARA ACUARELA O GOMA ARABIGA

Las acuarelas no se suelen barnizar, generalmente se enmarcan preservando así la obra sobre cristal o se deja al aire. Pero, en algunos casos se puede otorgar un acabado brillante por medio de la goma arabiga.

Este líquido es un aglutinante, por lo que con su aplicación se unifican los pigmentos que componen la acuarela sobre el papel. La goma se puede poner sobre la acuarela una vez haya secado y también en el momento de pintar, mezclándola con el pigmento de la acuarela.

¿Y vosotros? ¿Sois de emplear mucho el barniz? ¿Qué preferís, brillo o mate?