Seguro que alguna vez has probado el tradicional postre italiano “Tiramisú”, pero probablemente no lo has probado de fresas, así que aprovechando las últimas fresas de la temporada anterior vamos a disfrutar una vez más de los mejores postres que nada tienen que envidiar a los que nos sirven en los restaurantes, al menos intentaremos siempre que sean un poquito más sanos cambiando algunos ingredientes como el queso Mascarpone, que aunque es muy bueno y cremoso, también contiene gran porcentaje de grasa, así que lo podemos sustituir por un queso fresco en crema que le da un sabor y una textura inconfundibles. Yo uso el queso fresco de Lidl que sabe a petit y está muy rico. Y tampoco lleva nata, así que ya no tendremos excusa para no probarlo.
Porque una buena comida debe finalizar con un buen postre.
-Ingredientes:
- 500 gr de fresas
- 250 gr de azúcar
- 250 gr de agua
- 2 cucharadas de licor de cerezas
- 2 huevos
- 500 gr de queso fresco cremoso desnatado (tipo Philadelphia)
- 24 bizcochos de soletilla
-Preparación con la Thermomix:
Lavamos bien las fresas y separamos 300 gr.Las cortamos en daditos y las reservamos en un bol.
En el vaso de la Thermomix echamos los 200 gr de fresas restantes cortadas en trozos, 100 gr. de azúcar y el agua. Trituramos durante 10 segundos, a velocidad 5 y programamos 12 minutos, temperatura 100º y velocidad 1.
Añadimos el licor de cerezas y programamos 5 segundos, a velocidad 5.
Retiramos a un bol y dejamos que se enfríe.
Lavamos y secamos el vaso.
Colocamos la mariposa en las cuchillas y echamos los huevos y los 150 gr. de azúcar restantes. Programamos 6 minutos, velocidad 3 y 1/2.
Retiramos la mariposa de las cuchillas y programamos 2 minutos, a velocidad 2, sin temperatura. Con la máquina en marcha vamos echando, a través del bocal, el queso fresco. Deben integrarse muy bien los ingredientes, si vemos que todavía no lo está podemos añadir unos segundos más a la misma velocidad.
Cubrimos el fondo de los vasos con un par de bizcochos de soletilla, mojamos con la salsa o almíbar de fresas ya frío, cubrimos con la crema de queso fresco y encima echamos unos dados de fresas que teníamos reservados. Así susesivamente hasta completar cada vasito o bol.
Los metemos en el frigorífico y dejamos que reposen un par de horas antes de servirlos.
Si queremos en lugar de hacer vasitos podríamos hacer una tarta siguiendo los mismos pasos, pero usando una fuente amplia.
De cualquier manera está delicioso!!