Gracias a los medios populares como documentales, películas, novelas y demás; la imagen del Tyrannosaurus rex ha sido casi siempre la de un Usain Bolt de los dinosaurios: un animal muy veloz que podía correr. Ya anteriormente en este blog y en otros lados les he comentado que no había evidencia directa de ella y que de hecho, se sospechaba que este animal no podía correr (entendiendo el correr como la acción biológica de levantar todas las extremidades del suelo durante la marcha).
La ahora clásica ilustración del gran Luis V. Rey donde muestra un Tyrannosaurus "galopando" contra un pollo...
Aunque han habido muchos modelos biomecánicos que trataban de estimar la velocidad del "rey" de los dinosaurios, un modelo es eso: una posibilidad y no es evidencia directa. No es que sean malos, por el contrario, son excelentes, pero lo mejor sería tener huellas del proceso de andar de un tiranosaurio rex ¿no? Pues este año se descubrió precisamente eso: un rastro de huellas de un juvenil de T. rex. El hallazgo se produjo en la Formación Lance, del Cretácico tardío (68-66 Ma), en el estado de Wyoming, EUA.
Las huellas del hallazgo. Tomadas de Smith et al. 2016.
Aunque el paper nos indica que el dueño de las huellas era un juvenil y que podría ser de Tyrannosaurus rex o de Nanotyrannus lancensis, hoy estamos casi seguros que el segundo taxón no existe y que es de hecho, erigido a partir de un joven T. rex. Gracias al tamaño de las huellas y a su distancia, los investigadores pudieron estimar la velocidad del animal que dejó las huellas. Sorprendentemente el cálculo arroja velocidades de entre 4.4 Km/h y 8 Km/h... Y esto es notablemente lento cuando se compara con otros terópodos de talla similar.
La bestia del imaginario popular comienza a desaparecer para dar paso a un nuevo paradigma de cómo era y cómo vivía el Tyrannosaurus rex.
¿Significa esto que mi amado tiranosaurio recs azezhino no era un velocista? Probablemente, pero hay que tener en cuenta que esto es sólo una pieza de evidencia y que las cosas en ciencia suelen mejorarse y afinar resultados.
Referencia:
Sean D. Smith, W. Scott Persons, Lida Xing. A tyrannosaur trackway at Glenrock, Lance Formation (Maastrichtian), Wyoming. Cretaceous Research, 2016; 61: 1 DOI: 10.1016/j.cretres.2015.12.020