Revista En Femenino
Se aproxima la época en la que aquellos que vivimos en casas con espacio limitado (esto es: pequeñas) tenemos que hacer el famoso “cambio de armario”. Escribo las palabras” cambio de armario” con horror porque, como todo el mundo sabe, el "cambio de armario" es el mal.Pero hoy no vengo a hablar de esto, aunque algo que ver tiene y mencionarlo me ayuda a ir asumiendo que es un acto de necesidad vital y no me puedo escaquear de llevarlo a cabo.Hoy vengo a hablar de esa naturaleza diogenesana que tenemos algunas personas de no tirar. No tirar ese pantalón que no te entra hace 5 años porque quien sabe… (bendita esperanza), no tirar esas fundas de cojín de hace tres mudanzas porque quien sabe si alguna vez volverán a pegar con tu salón, no tirar esa estantería que acumula polvo en un altillo a la espera de una nueva mudanza en la que encontrar de nuevo un hueco donde encasquetarse, no tirar esas cajas, bolsitas, chorraditas varias de recuerdos acumuladas en la mesita de noche porque… quien no te dice a ti que esa funde de gafas que se te rompieron hace 3 años no te va a volver a valer ¿he? ¿quién te lo dice?
Escribo lo anterior con sorna y no sin cierto pudor. Este post es un “hola, soy Chelo y me cuesta tirar, pero he decidido que el acumular se va a acabar”.
Pues sí, he decidido tirar. Tirar todo aquello que pueda. Porque me gusta el espacio. Porque odio abrir el armario de la ropa y ver las chaquetas apiñadas, percha sobre percha, como si no hubiera un mañana. Porque además me pongo siempre lo mismo. Porque odio abrir cajones y cerrarlos pensando “buff que pereza toda la porquería que hay aquí”. Porque es asomarme al altillo y ver en el fondo más inaccesible del mismo el sacaleches y ya me da la risa. O la barbacoa. Sí, tengo una barbacoa en el altillo de mi casa (sin estrenar). Porque esas fundas de cojines nunca me gustaron ni me volverán a gustar y porque no voy a volver a entrar en pantalones de hace 5 años. Además, adoro el orden y es muy difícil mantener el orden y la limpieza visual con tanto trasto. Voy a adelgazar mi casa.
Quien dice tirar, dice regalar, donar, vender, montar un mercadillo solidario o lo que se tercie.
PD1: tengo que agradecer a mis amigas jardineras que la semana pasada despertaran a la declutter-girl que llevo dentro, gracias chicas.PD2: de este tema, con otro enfoque, ya se habló en im-perfectas hace unos años, podéis releer aquí