Revista Psicología

Toc (i)

Por Centro Psiconet

Quizás no con estas siglas, pero en mayor o menor medida todos hemos oído hablar del trastorno obsesivo compulsivo, incluso a veces minimizando su importancia o adjudicándolo a personas solo por tener determinadas manías, que ni de lejos se pueden asemejar a la entidad que tiene este diagnóstico.

Vamos a comenzar explicando qué son las obsesiones ya que se ha escrito mucho al respecto y queremos hacer una descripción amplia que pueda ser entendida por todos.

Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos, que las personas que las padecen consideran repugnantes, inaceptables, abusivas o sin sentido, y que intentan rechazar. Las obsesiones hacen que quien las padezca sienta niveles altos de ansiedad o malestar y se sienta incapaz de neutralizar dicha obsesión o sus consecuencias.

Podemos considerar también que existen diferentes tipos de creencias obsesivas.

  • Sobreestimar la importancia de los pensamientos y sus derivaciones como la fusión del pensamiento y la acción o el pensamiento mágico (tener un pensamiento acerca de una forma de acción es como realizar dicha acción).
  • Exageración de la responsabilidad para sucesos más allá del control del individuo y de las consecuencias de sucesos perjudiciales.
  • Necesidad de buscar un estado perfecto de absoluta certidumbre, un control perfecto de los pensamientos y de las acciones.
  • Sobre-estimación de la probabilidad de la gravedad de las consecuencias de sucesos negativos (“uno debe ejercer control sobre sus propios pensamientos” “No hacer algo para evitar una intrusión es lo mismo que desear o buscar el contenido incluido en la intrusión”)
  • Creencia de que la ansiedad producida por los pensamientos es inaceptable o peligrosa 
    TOC (I)

Las compulsiones, por otro lado, son las conductas que se hacen para neutralizar el contenido obsesivo, en ocasiones el sujeto puede intentar resistirse a ellas, pero finalmente acaba haciéndolas. Generalmente las compulsiones disminuyen el nivel de ansiedad, en otros el sujeto indica que se sigue sintiendo nervioso, pero que si no las hiciese se sentiría este nivel de ansiedad que hemos descrito sería mucho más elevado.

Es importante destacar que puede haber compulsiones que no sean conductas motoras sino compulsiones encubiertas. Además, los pensamientos neutralizantes pueden ser idénticos a las obsesiones. Se trataría de una cadena de pensamientos que difiere en función pero no en contenido, provocando una larga secuencia de intrusión-neutralización intrusión-neutralización-intrusión.

Además, puede haber conductas ritualistas, incluso sin obsesión precedente, que actuarían como conductas de evitación activa y no de escape. Sucede así cuando el sujeto anticipa el pensamiento intrusivo y ejecuta la conducta compulsiva antes de aquel suceda.

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