Revista Política
Madrid ha sido hoy un clamor. Ni siquiera ha sido un clamor negativo, más bien al contrario, positivo: en lugar de ir contra Marruecos y contra el Gobierno español -motivos sobran-, ha sido un canto por la justifica, por la paz. Y no sólo ha sido Madrid, ha sido toda España porque la capital tan sólo ha ejercido de huesped para la manifestación que exige justicia en los territorios del Sáhara Occidental, su independencia y la libertad para los presos políticos retenidos en cárceles marroquíes.
Miles de personas de todo el país han acudido a la convocatoria de Coordinadora Estatal de Asociaciones de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Saharaui y la Plataforma Cívica Pro Referemdum del Sáhara. Gritos y pancartas de "Justicia Ya", cánticos pidiendo "la libertad y la independencia del Sáhara" y cientos de banderas saharauis han teñido de color las calles de Madrid, desde Atocha a Sol.
El recientemente unido a la causa Hugo Silva ha leído el manifiesto, el imprescindible Pepe Taboada ha criticado la indiferencia del Gobierno español y el incombustible Willy Toledo, sin pelos en la lengua, aseguró "que la represión del Gobierno marroquí hacia el pueblo saharaui está intensificándose cada vez más", por lo que el Gobierno español ha de "coger el toro por los cuernos y apoyar definitivamente al pueblo saharaui, que es lo que los españoles están pidiendo".
Pero en este causa no hay nombres propios, no hay más protagonista que un pueblo entero de infinita paciencia, elogiable optimismo y franco pacisfismo: el pueblo saharaui. ¿Escuchará el Gobierno -y la Monarquía- al pueblo soberano o nos avergonzará de nuevo, como ya hizo ayer impasible antes los incidentes de El Aaiun?
Ojalá las cosas cambien. Nosotros, desde luego, no desfalleceremos.
¡Sáhara Libre YA!