El organismo humano necesita gran diversidad de nutrientes y vitaminas para mantener la salud. Entre los elementos fundamentales está el calcio, que juega un relevante papel, manteniendo nuestros órganos y músculos esqueléticos y su buen funcionamiento.
Los médicos recomiendan a las personas de mayor edad añadir aproximadamente unos 1.200 miligramos de calcio en su dieta diaria para prevenir la debilitación del sistema óseo y evitar el riesgo de sufrir fracturas. La leche y productos lácteos como el yogur y el queso son las fuentes naturales más comunes de calcio, aunque el mineral también se encuentra en alimentos no lácteos como las sardinas, la col rizada y el brócoli.
Aunque, de acuerdo con los estudios publicados en el portal ' The British Medical Journal', los suplementos de calcio no influyen lo suficiente en la salud de los huesos de las personas mayores ni previenen la osteoporosis. "La evidencia de que los suplementos de calcio previenen fracturas es débil y contradictoria", dicen los autores de la investigación, citados por el portal digital ' MedPageToday '.
Más aún, altos contenidos de calcio fruto de los suplementos podrían conllevar efectos secundarios, como estreñimiento, cálculos renales y síntomas gastrointestinales agudos y, en algunos casos, podrían generar problemas cardiovasculares. En general, las sorprendentes conclusiones no implican que haya que dejar de consumir calcio, sino que refuerzan la premisa de consultar al médico a la hora de buscar un tratamiento adecuado para hacer frente al problema.