Ilustración artística de seres extraterrestres. Crédito: Albert Ziganshin.
Si alguna vez ha habido extraterrestres, es posible que se hayan extinguido.
Puede que sea relativamente fácil que la vida evolucione en los planetas aptos del Universo, pero podría ser muy difícil afianzarse, sugiere un nuevo estudio. Esta podría ser la respuesta, dicen los autores del artículo, para la famosa Paradoja de Fermi que en resumen pregunta “¿dónde están todos?”.
“Probablemente, el Universo está rebosante de planetas habitables, así que muchos científicos piensan que debería estar lleno de extraterrestres”, dijo en un comunicado el autor principal Aditya Chopra, de la Universidad Nacional Australiana (ANU) en Canberra. “La vida primitiva es frágil, así que creemos que raramente evoluciona con bastante rapidez para sobrevivir”.
Chopra y el coautor Charley Lineweaver, también de ANU, plantean que las condiciones ambientales en los planetas jóvenes son inestables, y por lo tanto existe probablemente solo una pequeña ventana de tiempo para que la vida comience, incluso en planetas inicialmente acogedores.
En aproximadamente los primeros 500 millones de años de la vida de un planeta húmedo y rocoso, por ejemplo, sería demasiado caliente y recibiría demasiados impactos para albergar vida. La vida podría surgir durante los 500 millones de años siguientes, cuando el planeta se enfríe y la tasa de impacto disminuya.
Durante ese tiempo, sin embargo, es probable que el planeta pierda su agua líquida, tal vez como resultado de un efecto invernadero fuera de control (como ocurrió con Venus), o quizá debido a que se vuelve demasiado frío. Hay una buena posibilidad de que el planeta termine pasando de habitable a inhabitable, como le sucedió a Venus y Marte, aproximadamente 1.000 millones a 1.500 millones de años después de su formación, a menos que la vida surja con bastante rapidez como para estabilizar las cosas, dicen Chopra y Lineweaver.
“Entre los pulsos tempranos de calor, enfriamiento, variación de contenidos volátiles, y retroalimentaciones fuera de control positivas, mantener vida en un planeta rocoso inicialmente húmedo en la zona habitable puede ser como intentar montar un toro salvaje. La mayoría de la vida se cae”, indican en el estudio. “La vida podría ser rara en el Universo, no debido a la dificultad para que surja, sino debido a que los ambientes habitables son difíciles de mantener durante los primeros miles de millones de años”.
Los investigadores llaman a esta idea la hipótesis de “cuello de botella de Gaia”. La contrastan con el concepto de “cuello de botella de aparición”, que postula que es difícil que la vida surja. (Buenas noticias: la vida en la Tierra ha pasado ambos supuestos obstáculos.)
No está claro, por supuesto, cuál de estas hipótesis representa mejor la realidad, o si siquiera representan la realidad en primer lugar. Pero hay maneras posibles (aunque difíciles y que requieren mucho tiempo) de probarlo, dicen los investigadores.
“Una predicción intrigante del modelo de cuello de botella de Gaia es que la gran mayoría de los fósiles en el Universo serán de vida microbiana extinta, no de especies multicelulares como dinosaurios o humanoides que tardan miles de millones de años en evolucionar”, señala Lineweaver en el mismo comunicado.
El estudio “The Case for a Gaian Bottleneck: The Biology of Habitability” fue publicado en la edición de enero de 2016 de la revista Astrobiology.
Fuente: SPACE