Revista América Latina

“Todas íbamos a ser reinas”. Género y Memoria; Mujer en Dictadura, investigación en curso

Publicado el 25 enero 2014 por Adriana Goni Godoy @antropomemoria

Género y Memoria; Mujer en Dictadura

 

María Fernanda Barrera Rodríguez*

 

*Estudiante Administración Pública, Licenciatura en Ciencia Política, Escuela de Gobierno, Universidad de Chile. Correo electrónico: [email protected]

 

Género y Memoria; Mujer en Dictadura”

 

Resumen:

 

El presente trabajo centra su preocupación en el tema de género; las reivindicación de la mujer durante la Unidad Popular, el modelo “de mujer” impuesto por la dictadura, la represión contra las opositoras, y luego el empoderamiento de aquellas que debieron salir del mundo privado para trabajar y buscar a sus familiares. Se utilizará el testimonio de la Señora Erika Hennings, esposa de Alfonso Chanfreau, detenido desaparecido hasta hoy. Con la cual crearemos puentes entre el ayer y el hoy, de la memoria histórica de nuestro país.

 

Palabras Claves:

 

Mujer – Dictadura – Detenidos desaparecidos – Memoria

 

Gender and Memory; Women in Dictatorship”

 

Abstract:

 

Key Words:

 

Women – Dictatorship – Disappeared – Memory

 

Introducción

 

En Chile, las relaciones y diferencias de género se han constituido como un importante pilar para la ordenación jerárquica de las relaciones sociales y de poder. Esta jerarquización desigual en base a los roles sexuales, se expresan en la mujer bajo formas de subordinación y discriminación, tanto institucionales como culturales; y en el hombre basada en la subjetivación de su masculinidad donde “la violencia se hace parte de la identidad masculina como resultado de un proceso de construcción social e histórica”1. Así, la violencia, de manera general, es considerada como una forma de ejercer poder sobre alguien situado en posición de inferioridad. Se deduce entonces, que la violencia de género “refleja las relaciones asimétricas entre varones y mujeres en cuanto al poder económico, social, moral, psicológico, etc. y perpetúa la subordinación y desvalorización de lo femenino frente a lo masculino”2. En base a lo descrito, se configura un dispositivo de poder en Chile relacionado con las desigualdades funcionales de los géneros, y que revela los patrones culturales desde donde se enmarca y construye la violencia institucionalizada o estructural, “que es aquella que expresa la opresión a las personas por sistemas políticos, económicos y sociales”3. La violencia física institucionalizada se manifiesta más agudamente durante el período de dictadura en Chile, que se caracterizó por la implantación de políticas, ideologías y prácticas continuas de violencia estatal contra toda la sociedad civil que se arraigaron en diferentes organismos gubernativos.

En Chile, el terrorismo de Estado dejó tras de sí una huella de violencia, que provocó miles de víctimas, pero también generó una reacción de rechazo y resistencia muy importante por parte de un puñado de ciudadanos que a pesar del miedo y la represión, se organizaron para repeler las violaciones a los derechos humanos y defender la vida. Es el camino elegido por Erika Hennigns, detenida en Londres 38 junto a su esposo Alfonso Chanfreau en julio de 1974, él desaparecido hasta hoy, ella expulsada a Francia ese mismo año, siendo autorizada a retornar a Chile en 1983. Desde entonces activa militante de la restitución democrática y de los Derechos Humanos. A su retorno, se integró al Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU) en el Equipo de Denuncia, Investigación y Tratamiento al Torturado y su Núcleo Familiar (DITT). Fue responsable del Programa de Derechos Humanos de Médicos del Mundo en 1989 a 1994. Entre 1997 y 2010 se desempeñó en el Ministerio de Salud, como coordinadora del Programa Formación Gestión Directiva de la División de Gestión de RRHH. Integró la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (VALECH) de 2010 a 2011.

 

1. Paul Thompson, Historias de vida y análisis del cambio social. En Jorge Debes Lozano (Compilador), Historia Oral, Universidad Autónoma Metropolitana, México, 1993.

2. Tomás Moulian, Chile actual. Anatomía de un mito, Editorial LOM-ARCIS, Santiago de Chile, 1997.

El objetivo de este trabajo es analizar sucintamente y desde una perspectiva de género algunos aspecto anteriores, durante y posteriores a la dictadura, en donde nuestra entrevistada Erika Hennings, nos relatará su experiencia al respecto, en conjunto a su testimonio en la lucha permanente de la búsqueda de Justicia por su esposo, Alfonso Chanfro, y en general por su labor en la restitución de la memoria en nuestro país, a través del sitio Londres 38.

Los objetivos específicos de la investigación son, la definición y fundamentos de la construcción social de la violencia de género, la contextualización mediante el discurso público instaurado de los conceptos de género y roles femeninos como ideario de la dictadura, y la explicación de las modalidades de tortura específicas, en tanto violencia de género hacia mujeres y sus significantes, todo esto a través de la exposición del testimonio de la señora Erika Hennings respecto a éstos tópicos.

Se tiene como objetivo final el intentar dar las pautas que preceden al uso abusivo e indiscriminado del concepto genérico de mujer y de su sexualidad como eje de poder y que legitima la potestad para el disciplina miento de sus vidas y sus cuerpos, y comprender cuáles son las condiciones culturales que han permitido la total desigualdad legal y simbólica de la mujer frente a este tipo de abusos durante la dictadura militar chilena. Este pasado dictatorial y conservador impactan aún hoy en la promoción de políticas y prácticas estatales que reconozcan los derechos de las mujeres como ciudadanas en igualdad de derecho, realidad que eterniza una situación de discriminación en las relaciones institucionales con las mujeres. Esta reproducción de las desigualdades de género y de la violencia estatal, es la base todavía de nuestra “orgullosa” institucionalidad democrática.

Es así que nuestra problemática respecto al género en dictadura, es si prevaleció una especificidad de género, en el castigo a prisioneras políticas, con la intención de disciplinarlas material y simbólicamente hacia la re-imposición del orden social patriarcal resaltado por la dictadura y respecto a la memoria, es visualizar la deuda histórica que se tiene a nivel social con los detenidos, torturados y desaparecidos políticos.

La metodología utilizada en esta investigación es la que se utiliza para el estudio de las representaciones culturales. Hemos utilizado de manera preferencial la entrevista en profundidad, cuyo propósito es la comprensión de las perspectivas que tienen los entrevistados respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras. Este método es particularmente útil cuando los escenarios o las personas no son accesibles de otro modo y se busca esclarecer una experiencia humana de carácter subjetiva.

 

3. Simon Collier y William Sater, Historia de Chile 1808-1994, Cambridge University Press, Edición Española, España, 1998.

Por lo tanto se utilizarán antecedentes bibliográficos específicos del tema, sumados al análisis del testimonio oral para una mayor comprensión de los significados subjetivos construidos en las experiencias vividas, con la finalidad de legar a la reconstrucción histórica de nuestro pasado nacional reciente, de una memoria completa sobre las representaciones de la violencia de género, e indagar sobre la urgente necesidad de contribuir, a la reconstrucción de la historia de la represión en Chile, desde una perspectiva de género.

 

1. Fase Pre Dictadura (1970-1973).

En esta primera fase “Pre dictadura”, se pretende analizar la condición de la temática de género anterior al golpe y específicamente dentro del MIR.

1.1 “Ser mujer”, como temática desde la Unidad Popular al quiebre democrático

 

Debemos comenzar con la premisa de que la condición de las mujeres en las décadas de 1960-1970 no había cambiado mucho, desde la perspectiva patriarcal, aún existía un vacío social, el mismo imperante desde siglos pasados. Si bien, las mujeres comenzaron a organizarse a fines del siglo XIX, en clubes y mutuales, donde muchas aprendieron a leer, estuvieron presentes en las primeras huelgas del siglo XX, en las marchas del hambre de 1918, en la Asamblea Constituyente de 1925 y en las luchas por el sufragio y la ciudadanía plena de ellas mismas, esta irrupción en cuanto a la asociatividad del movimiento femenino, decayó por diversos factores durante la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, “Mientras el feminismo se estanca durante las décadas del 40 al 70, la participación de las mujeres en los social y político aumenta significativamente, como nunca antes había sucedido de manera tan masiva en la historia de América Latina.”4.

No podemos olvidar el proceso mundial de Guerra Fría, en la segunda mitad del siglo XX, que se evidenció con ímpetu en las décadas de 1960 y 1970. Con ello, la polarización de clase no escapó a la realidad social de las mujeres. “El género, es también una construcción de clase”5.Y la experiencia de la Unidad Popular (U.P) así lo demostraría.

El gobierno de la U.P, consciente de esta realidad, se ocupó de promover y fortalecer el protagonismo social de las mujeres, de esta manera se “fue profundizando una conciencia política de clase a un nivel superior al de la conciencia de género, debido a la ausencia de poderosas organizaciones feministas”6. Para esto, se tenía que superar la imagen remitida a la mujer, únicamente a su condición de madre y dedicada exclusivamente a las tareas que ello implica. En esta perspectiva, la tarea que se propuso la U.P, fue la de asumir una categoría social del “género”, considerando la participación político-social de las mujeres

 

4. Edda Gaviola, Eliana Largo, Sandra Palestro, Una historia necesaria. Mujeres en Chile: 1973-1990, Impreso por Akí & Ahora Ltda., Santiago de Chile, 1994.

5. Ximena Bunster, Cynthia Enloe, Regina Rodríguez (Editoras), La mujer Ausente. Derechos Humanos en el mundo, Isis Internacional, Ediciones de las Mujeres Nº15, segunda edición actualizada, 1996.

6. Sandra Palestro, Mujeres en Movimiento 1973-1989, Documento de Trabajo, FLACSO, Nº14, Serie de Estudios Sociales, Santiago, Septiembre, 1991.

como un proceso general dentro de los ámbitos público-político y también, cotidiano-privado.

Es así, como con la victoria de Salvador Allende comienza una nueva fase, en donde el protagonismo social de las mujeres alcanzó niveles inimaginados hasta entonces. Durante el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973), las mujeres organizaron y se asociaron en base a las JAP (Juntas de Abastecimiento y Precios), en donde distribuían los productos de consumo, para equiparar los boicots de la burguesía y el problema del desabastecimiento. También intervinieron desde sus puestos de trabajo, específicamente desde las fábricas en donde participaron de los Cordones Industriales. Sin embargo, la distancia entre clase y género persistían, al igual que el sexismo o directamente machismo dentro de muchas organizaciones (tradicionalmente masculinas) en las que irrumpieron las mujeres. Una de estas por ejemplo fue la CERA (Centros de Reforma Agraria), la cual recibió críticas al respecto, por promover la participación femenina en su interior. Cabe destacar que el ex Presidente Allende se propuso crear el Ministerio de la Mujer, proyecto que se vio truncado con el Golpe de Estado.

 

A modo de reflejar como existía esta distancia en el género, dentro de incluso organizaciones revolucionarias como el MIR, la Señora Erika Hennings, militante de las Juventudes Comunistas y posteriormente del MIR, apresada en dictadura al igual que su esposo Alfonso Chanfro, detenido desaparecido en nuestro país, describe de la siguiente manera, su apreciación respecto del fenómeno machista dentro del MIR:

 

igualmente en el MIR como también en el pc, en las juventudes comunistas, la dirigencia era mayoritariamente de hombres, las mujeres si bien tuvieron cargos, dentro del MIR, de participación en ciertas jerarquías, yo diría que mucho, mucho menor…

en mi percepción, visto lo que pasaba en la época, amigas mías, sí, yo diría que habían ciertas distinciones respecto de otras mujeres, porque por ejemplo, hacían los acuartelamientos igualmente que los hombres, hacían, participaban en lo poblacional, las mujeres estudiantes que son las que más yo conocía , en ese sentido yo diría que tenían una distinción respecto de otras mujeres, pero había una cierta todavía lucha de parte de las mujeres, de algunas más que de otras, porque no era fácil convocar a todas las mujeres con reivindicaciones más de género, en el sentido participación, en el sentido características la participación. Las mujeres eran madre, muy jóvenes en aquella época, y bueno había que asumir esos roles, que digamos estaban asignados de prioridad de la mujer, te estoy hablando en ese periodo. Pero con todas esas dobles exigencias, las mujeres eran, considero yo, bastantes aguerridas, temerarias, en el sentido de involucrarse en sectores en donde se quedaban a dormir…

 

Tras el golpe militar y la confiscación de todos los derechos ciudadanos, la tradición partidaria de la izquierda (el PS y especialmente el PC) había ido formando una cultura política, que no sólo abarcaba a sus militantes. En ese proceso de socialización se formaron políticamente muchas generaciones, antes del golpe militar. Este era un espacio donde la familia y los amigos formaban parte de la red partidaria y en ese contexto, por ejemplo, la militancia de familias completas no era un fenómeno aislado.

 

Nuestra entrevistada nos narra como ella perteneció a este tipo de familias, en donde las mujeres respondían a una participación activa en la política, hecho no común, y que marcó su interés por la temática de género, revisemos con detalle su testimonio a continuación:

 

yo fui militante de las Juventudes Comunistas hasta el año 72, desde muy joven porque vengo de origen de una familia comunista, de hecho así conocí a mi marido Alfonso Chanfro, que era también militante de las Juventudes Comunistas, el salió del MIR, perdón el salió de las Juventudes Comunistas mucho antes que yo, el año yo diría comienzos del 69, ya pasó a ser parte del MIR, yo bastante más tarde. Ahí hay un, un signo de una mujer no sometida, al amor, seguí digamos en un proceso de reflexión y críticas a muchas cosas del partido Comunista, en el año 68 hubo la invasión a Checoslovaquia, ya eso fue creando ciertos conflictos además de otras cuestiones más bien de funcionamiento. Salí también de las Juventudes Comunistas, bastante más tarde que Alfonso, y te puedo decir, que por lo menos en mi corta experiencia en el MIR, porque después vino el golpe y no alcance a hacer el proceso total de inserción “formal”, pero conocí yo te diría, la mujer en el periodo, el periodo en que estaba el hipismo, la politización bastante importante en

general en la población, lo que hacía entonces que la mujer como parte de cierta liberación que había en los años, a mediado del 60, con los hippies que yo creo también que tienen cierta influencia en la liberación en general, y con la militancia política que era muy fuerte, tanto en la derecha, la democracia cristiana, como en por supuesto en la izquierda, la mujer comenzó a tener mucha participación. Bueno yo, en mi familia, mi mamá era militante, mi abuelita era militante, tengo también como esa ascendencia yo, que me hace como mujer participativa…

 

2. Fase Dictadura (1973-1989).

 

En esta segunda fase, “Dictadura”, se analizará el modelo patriarcal que trató de instaurar la dictadura, respecto a la reivindicación de los patrones “debidamente propios del ser mujer”, a su vez analizaremos el “castigo” realizado a aquellas mujeres que iban contra este modelo, y por ende el abuso en las torturas a las disidentes políticas.

 

2.1 La “mujer subversiva” de la dictadura y la construcción de memorias

 

El Golpe de Estado ocurrido el 11 de septiembre de 1973, es el hecho emblemático más controversial de nuestra historia reciente.

 

Para apelar a la memoria de los diferentes sujetos históricos, en particular en nuestro caso al testimonio de una mujer en dictadura, desde su perspectiva, nuestra entrevistada, nos detallará sobre su vivencia particular en este episodio:

 

… Inmediatamente después del golpe, en el caso mío, nuestro, debimos dejar las universidades, yo era estudiante de la Universidad de Chile, estudiaba primero en la Universidad de chile en el Norte, y me vine a Santiago, esta todo el proceso de traslado de sede, Alfonso era estudiante, era un dirigente del MIR, y era estudiante también de la Universidad de Chile, pero no hubo ninguna posibilidad de volver a la Universidad ya…

En el caso mío en particular, que era esposa de Alfonso, no era conocida, en mi sector era conocida, pero no era conocida como Alfonso, porque Alfonso era un dirigente estudiantil público, en ese momento ya no era porque estaba en el MIR, digamos estaba en otras tareas dentro del MIR, pero por tanto era muy conocido. Y entonces, como tomamos la opción de quedarnos en el país, hubo que entrar inmediatamente a una suerte de, no te digo clandestinación, clandestinización total porque no habían los recursos, no solo monetario, no había la infraestructura para entrar a una clandestinidad como hubiésemos requerido, porque Alfonso era buscado, mi familia era toda conocida también en el barrio donde vivíamos. Ahí hubo un repliegue en el MIR en general, porque hubo que, digamos, tratar de ver de qué manera se dejaba una vida, se retomaba la vida después de este golpe tan brutal, como partido, como militante. Y en ese sentido hubo repliegue, y la gente descordina un poco en este repliegue, y empieza como la necesidad de reubicarse, de reconstruir digamos cierta articulación, que no necesariamente eran con los grupos de origen, por ejemplo, Alfonso y yo estábamos en GPM, y en el momento de la rearticulación no es necesariamente en el mismo GPM, porque hay otra lógica, la que impera que es la de resguardarte, de buscar los contactos, de tratar de rearmar y rearticularte después del repliegue que tuvo que haber, y en ese sentido, yo te diría que hombres y mujeres, mirándolo desde la perspectiva de género, debieron asumir las mismas tareas, en ningún caso hubo un enfoque, una perspectiva de género, o sea no, yo tuve que asumir mi rol deliberadamente de esposa, deliberadamente y ahí más bien hice uso, o pretendí, ósea hablarte desde la perspectiva de género, pretendí hacer uso de mi rol de mujer, madre, esposa. Mm ya…y ahí bueno, empiezo yo, además como no tenía una inserción, estar insertándome en el GPM, que era en el sector Norte, que era más bien en una población, no era estudiantil… heee… no seguí ahí, seguí trabajando con Alfonso, entonces más bien trabaje como enlace de Alfonso, que no era necesariamente una tarea, netamente de mujer, era una tarea de enlace, no era de jerarquía pero enlace entre uno y otro, lo que significa. Pero lo hacían hombres como mujeres…

 

El golpe militar no fue un hecho espontáneo, sino que absolutamente todo lo contrario, fue planeado y organizado desde el exterior y llevado a cabo por esos “generales rastreros” y sus secuaces, los cuales tenía otros planes incluso para el movimiento femenino. Si con Allende destacó con énfasis el protagonismo social de las mujeres, ahora su acontecer debía cambiar, las luchas femeninas retrocederían enormemente.

En cuanto al ser mujer militante, la dictadura tuvo una actitud además de violenta, particular con estas mujeres, a quienes se les trató de “castigar”, con el afán, reitero de volverlas a su “natural lugar” el cual no correspondía a este rol político contrario además de su régimen, o sea eran doblemente despreciadas para ellos, y por ende doblemente reprimidas, primero por ir contra el nuevo modelo impuesto, y segundo por ser mujer

“La represión directa a mujeres podía estar anclada en su carácter de militantes activas. Pero, además, las mujeres fueron secuestradas y fueron objeto de represión por su identidad

familiar, por su vínculo con hombres -compañeros y maridos especialmente, también hijos- con el fin de obtener información sobre actividades políticas de sus familiares”7.

 

7. Teresa Valdés, Las mujeres y la dictadura militar en Chile, Material de Discusión, Programa FLACSO, Santiago de Chile, Nº94, Marzo, 1987.

La señora Erika H. cuenta como vivenció esta recriminación, en particular a las mujeres en su condición, sin embargo nos cuenta también como ella fue utilizada para sacar información a su marido, o sea fue instrumentalizada, si bien su marido era dirigente estudiantil y posiblemente maneja información preciada, la señora Erika también era militante del partido, y jamás se le pregunto al respecto de la organización, de esto se puede concluir, como la Dina era una institución machista, esta idea la desarrollara nuestra entrevistada, a continuación el testimonio:

 

obviamente las mujeres fueron castigadas, las que usaban pantalones, les cortaron los pantalones, al inicio, hay imágenes muy simbólicas, en que les cortaban los pantalones, los primeros días del golpe. Las mujeres usábamos puro pantalón po´ oh mini, de esos pantalones pata de elefante, y salen tijereteándoles los pantalones, en las colas a muchas mujeres jóvenes, particularmente. Y bueno, la represión obviamente las uso también, y las abuso por el hecho de ser mujeres militantes, las castigo por ser mujeres militantes, nos castigó…

yo observe… de parte de la Dina, en este caso, las mujeres del MIR, eran muy maltratadas, éramos… yo era casada legalmente, y la mayoría de las mujeres del MIR, no nos casábamos… yo me case legalmente, las mujeres, muchas mujeres en la época se casaban… yo tengo un montón de compañeras que no se casaron por opción, como pa´ mí fue una opción, ella por opción no se casaron. Y entonces había como toda una imagen, desde la derecha, y desde la DINA en particular en ese momento, de las mujeres del MIR entonces … “putas”… porque se iban de las casa, y entonces como te cuento yo en la época, se iban a la población, se acuartelaban, y entonces ahí hubo una, una … un uso de la mujer, por su condición de género, que a juicio de ellos estaba digamos actuando de una manera que no correspondía a una mujer en el patrón que tenía, en su lógica.. en el patrón…

Y bueno remitiéndonos al tema de género, del yo mujer, yo fui usada, o sea a mí nunca me interrogaron en particular acerca del MIR, ya… solo fui un instrumento más de tortura para Alfonso, ya…ellos entonces usaron, desde la lógica de ellos y de cualquier lógica, obviamente había una relación y a cualquier persona, que le pongan a alguien cercano sea hombre o mujer … un familiar, un amigo, un compañero.. Igual te duele que… es una presión…

 

Concebir a la memoria como una ruptura lacerante no resuelta respecto al 11 de Septiembre, alude a que “el gobierno militar llevó al país a un infierno de muerte y de tortura física y psicológica, sin precedente histórico o justificación moral, y que aún no llega a su fin”8.

A la par de la tortura cometida a los detenidos políticos y de la represión femenina en particular, según como comentamos ya, el gobierno fascista dispuso generar un nuevo rumbo para las mujeres, acentuando las tradiciones patriarcales. De esta forma, las mujeres debían estar subordinadas “a la autoridad masculina, consistiendo su misión en apoyar al régimen como madres, esposas e hijas…poniendo al servicio de la nación, la maternidad y

 

8. María Angélica Illanes, La batalla de la memoria. Ensayos históricos de nuestro siglo. Chile, 1900-2000, Editorial Planeta, Santiago de Chile, 2002.

 

la procreación, ambas necesarias para el resurgimiento patrio”9. Por una parte, las mujeres que eran partidarias del gobierno militar, fueron controladas a través de los Centros de Madres, organización tradicional de la mujer pobladora, que fue controlada por la CEMA-Chile. Este control se vio enfrentado a poblaciones, campamentos o tomas de terreno en donde no se pudo hacer posible dicho, ya que las pobladoras lucharon con ímpetu contra el dictador y se organizaron junto a jóvenes, partidos políticos clandestinos y también con la Iglesia Católica. “De algún modo, el protagonismo social de las mujeres se potenció durante la dictadura, no ocurriendo lo mismo con los hombres adultos que vieron altamente mermados sus espacios de referencia social organizada.”10.

 

Nuestra entrevistada brevemente nos dijo su apreciación respecto a estas mujeres en particular:

 

las mujeres en el sector poblacional, obviamente con reivindicaciones propias de la militancias, pero sobre todo por la lucha poblacional, relacionada con el derecho de la vivienda, en las tomas, y entonces la mujer ocupaba su lugar desde ahí, digamos involucrada en la lucha, en la lucha en las militancias desde su frente que era el poblacional, o desde su movimiento o partido que era el MIR, de ambas, pero con decisión, participación, de salir de la casa, pero con el doble rol de mujer…

 

2.2 Violencia física y psicológica como método de tortura a las prisioneras políticas

 

El informe Valech establece que: “la prisión política y la tortura constituyeron una política de Estado del régimen militar, definida e impulsada por las autoridades políticas de la época, el que para su diseño y ejecución movilizó personal y recursos de diversos organismos públicos, y dictó decretos leyes y luego leyes que ampararon tales conductas represivas”11.

En la recomposición de este nuevo orden político-ideológico con su clara política de género, la violencia efectuada contra mujeres disidentes apresadas y torturadas durante la dictadura militar, se orientó en gran mayoría a una violencia de género, que iba desde la violencia psicológica con respecto a su condición de mujer, hasta el uso de la violencia sexual como método de tortura inicial o reiterado, y que sumaba una consideración más de la violencia política Note47. Este castigo de carácter sexual en las sesiones de interrogatorio y tortura, operó con un tipo de idearios social-cultural basada en las desigualdades relacionales entre géneros, y condujo a pautas determinadas de castigo para la mujer. Ahora, cabe destacar que a los hombres también se les violento sexualmente, entonces la pregunta de si la violencia sexual, responde a un punto específico por ser mujer, o bien responde a que dentro de esas mentes distorsionadas machistas de los golpistas, su objetivo era apuntar a la subjetivación de la sexualidad, o incluso utilizaban a las mujeres sexualmente dentro de esa lógica de “estoy ultrajando a tú mujer”, con ese sentido de propiedad, si bien no cabe duda de que estos actos son repudiables y

 

9. Javier Maravall Yáguez, El ideario de mujer bajo la dictadura militar (1973-1990), Universidad Autónoma de Madrid, en http://www.pensamientocritico.cl, Pensamiento Crítico N°4, 2004.

10. José Olavaria, El sexismo que tortura y mata. Política de género y represión política hacia las mujeres en Chile, Editorial FLACSO, Chile, 2003. En http://www.flacso.cl.

11. Elizabeth Jelin, ¿Ante, de, en, y? Mujeres, Derechos Humanos, Red Entre Mujeres, Lima, Perú, 1993.

extremadamente violentos, podemos concluir que remitir la violencia a las que se sometió a las mujeres en lo sexual, dejando fuera el resto de violencia física que sufrieron, o que fue esto exclusivo de las mujeres, y no de los hombres, quizá es un acto machista propio de nuestra sociedad, en donde la mujer debe considerar sus genitales de forma sacra, respecto al resto de su cuerpo o de forma desigual a como lo debe percibir el hombre.

Quiero mostrar un punto de vista diferente en cuanto a esta temática en particular, el cual es completamente discutible por su grado de subjetividad, sin embargo lo que elaboró la señora Erika, es lo siguiente:

 

yo te voy a plantear dos cosas, unas que vi a propósito de mi trabajo de investigación, y de mi paso por la comisión Valesh … primero te voy a hablar de ciertas características, tanto de los militares, como de los carabineros, de la policía en general… este machismo que también se expresa en lo sexual, y que es muy común no solo te diría yo, en la época de la dictadura, sino en la época de antes, el uso y abuso de la mujer, que es como el empoderado hombre machista, patriarcal, que usan y abusan casi como los latifundistas, que usan y abusan de la mujeres… eso entonces, por lo tanto cualquier mujer detenida, corría el riesgo de ser abusada sexualmente, como simple practica de abuso, no necesariamente como un método de tortura, porque la tortura es para sacarte información, anularte etc, eso por un lado. Y por otro lado, está el uso de esas prácticas, de, de … sexuales, de … de psicológicas, de ser maltratadas con conceptos que tal vez a algunas mujeres puede que les hayan resbalado, porque no estaban metidas en esa lógica, pero el uso de la violencia sexual, fue muy muy recurrente, como un método de tortura, como un método de anular a la mujer, de violentarla, de amenazarla…

esas prácticas obviamente, están insertas en una lógica de abuso, de machista, de dominio, y también de cierta diría yo, lógica. Mm mira esta no es una reflexión, es un pensamiento en voz alta, de… en esta lógica conservadora, tradicional, de castidad de pureza, de entonces “te voy a castigar, quitándote todo ello”, y algunas veces, es una lógica más de ellos… no sé si me explico. Yo he conversado con… sin duda que es fuerte, es tremendamente violento, con muchas consecuencias. Pero las consecuencias, creo yo, pueden ser mayor, las consecuencias, las secuelas dejadas por ese tratamiento, esa tortura, de carácter sexual, pueden dejar mayor secuela en quien no ha hecho un proceso de reflexión…

si para ti, tiene una tremenda relevancia la virginidad, la pureza, una serie de conceptos que hay, que se pretenden romper, ahora sin duda que es violento, como no va a ser violento que te vejen sexualmente, es violento, pero , pero.. la posibilidad de superar, también es enfrentándolo desde el punto de vista, de una reflexión, voy a decirlo de esta manera, mas revolucionara respecto de lo que esto significa…

 

Ahora por ejemplo, en el año 2010, en México se publica en el noticiero de CNN, una declaración de Carolina Carreras, presidenta de la Corporación Humanas, y quien habla al respecto de esto durante dictadura en chile, y señala;

“Lo que tradicionalmente se vincula a la tortura son la parrilla y los golpes” porque predomina “una mirada absolutamente machista”. “En la memoria de este país y de las atrocidades de la dictadura tiene que aparecer la violencia sexual, porque eso nos asegura

que nunca más ocurra”, concluyó.12.

 

Al respecto de esto la señora Erika H. contesto:

 

primero yo creo que por el hecho de saber las cosas, no te aseguras de que nunca más ocurra. Primero, no creo que por saber, no vayan a ocurrir. Me parece que principalmente a través de un cambio político, de un cambio en la justicia, en fin, y de una lucha permanente. Pero, no he elaborado, pero si he pensado sin mayor elaboración, he… al respecto, yo no le doy una connotación particular, salvo lo que te dije al hecho de la vejación sexual, a la violación sexual versus la parrilla, he … en qué sentido, pero eso es personal obviamente, estoy hablando de mi sin mayor elaboración, en el sentido de que yo, la ubico como algo distinto de lo otro, es que le estoy dando, un valor a mi sexualidad distinto que a mi cuerpo otro, porque la parrilla atenta y me duele, físicamente y me quema, me deja… en fin. Y lo otro, me entiendes, esta es una reflexión nueva, no voy a elaborar sobre eso, y lo otro es como que la sexualidad fuera sacra, y no el resto de mi cuerpo… No obstante, hecho desde una mirada machista y patriarcal…

 

3. Fase Post Dictadura

 

Ya en esta última fase, se pretende analizar a la mujer, aquella luchadora, que debió salir a trabajar para hacerse cargo de la familia, pues si su esposo era apresado, la labor doméstica no era suficiente, todo esto sumado a su constante búsqueda de los detenidos desaparecidos.

 

3.1 Las mujeres se organizan en defensa de la vida (1973-1976)

 

Las mujeres familiares de las víctimas de la represión, con una conciencia y experticia previa en ámbitos de participación, las define como actores sociales de primera línea en una situación vital límite como es la represión estatal y las lleva a tomar decisiones, de connotación política. En ese sentido, el nudo central de la acción de las mujeres con familiares detenidos estará dado por el gran paso que dan desde el duelo doméstico (que no dejan de lado) hacia el espacio público. Superan el ámbito privado y del mero recuerdo, para transformarse en portadoras de la memoria colectiva de la nación herida. Son a su vez portadoras de la memoria de un proyecto político abortado -la Unidad Popular- en tanto son parte de quienes lo encarnaron “mujeres, hombres, jóvenes e incluso niños, gente sencilla de nuestro pueblo que luchó decididamente para construir un país más justo y más humano”13, encabezado por la figura de Salvador Allende, reivindicado como la primera víctima del terrorismo de Estado. Van a denunciar la ruptura del sistema democrático como la causa de los atropellos a los derechos fundamentales de las personas y van a recuperar los espacios de participación, confiscados a partir del golpe militar. Van a interpelar al Estado, a través de sus instituciones, para exigir respuesta y denunciarlo como responsable de la suerte de sus familiares y de todas las víctimas de la represión, en la clara convicción de que lo eran por razones políticas.

 

12. Carolina Carrera, Un secreto a voces. Violencia sexual como tortura durante la represión política en Chile, En artículo Enfoques: La Violencia Sexual como forma de Tortura hacia las Mujeres, Revista Mujer Salud, Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, Nº 1, 2005. En http://www.reddesalud.org.

13. Raquel Olea y Olga Grau (Compiladoras), Volver a la memoria, Ediciones LOM y La Morada, Santiago de Chile, Septiembre, 2001.

Conversamos con la señora Erika H, respecto a cómo las mujeres debieron salir del espacio privado, en busca de sus esposos o familiares y, a la vez para salir en busca de un trabajo

para sostener sus hogares, veamos lo que se expuso:

 

..de sus casas y asumir cierta resistencia , lucha por un lado, y la mujer cuyo hombre echaron de sus trabajos, ya sabemos la cantidad de personas que echaron por razones políticas de sus trabajos, o cantidad de hombres que fueron detenidos en las fábricas, en los distintos cordones, cantidades y cantidades de hombres que fueron detenidos, las mujeres tuvieron que ; primero , salir a buscarlos, y ahí hubo una cierta organización para la búsqueda, o sea la mujer dejo a sus hijos en sus casas o algunas veces salía con su hijos, y los empieza a buscar, después .. Y se organizan, después tiene que salir a trabajar en lo que sea, a trabajar no se vendiendo algo … haciendo comidas pa´ otros, en l población eran unas cosas, que son bien interesante, haciendo las arpilleras, distintas formas de salir… pero te estoy hablando del mundo que más conozco…

después están las mujeres de estas personas que van desapareciendo, que no se encuentran, que se agrupan y dan una lucha, o sea ya la mujer, sale , se empodera , y comienza a exigir, y sale a protestar hace huelga, en momentos de represión dura. Y son principalmente mujeres….

 

La organización de las mujeres, durante y posterior a la dictadura, responden a la violación sistemática de los derechos humanos, surgiendo la agrupación de familiares de detenidos desaparecidos, “frente a un régimen que practicaba la represión salvaje, al final no les quedaba más que perder: las mujeres, las madres y las hermanas de aquellos que fueron aniquilados y hechos desaparecer por la dictadura. Con un raro coraje y toda la energía de la desesperanza, fueron ellas quienes por primera vez rompieron el muro del silencio y el terror; en Chile, como en otros lugares”14.

 

Nuestra entrevistada nos relata su proceso en el CODEPU (Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo):

 

yo volví a Chile en el año 83, como en octubre del 83, no como, en octubre del 83, y por ser familiar de detenido desaparecidos, ser esposa de un detenido desaparecido, llegue rápidamente a la agrupación, y de ahí no sé cómo llegue al COPEDU y conocí a la Paz Rojas, medico Paz Rojas, y le manifesté mi inquietud de insertarme, porque no quería solamente estar en la agrupación, así me inserte entonces al COPEDU, muy rápidamente, llegando en octubre del 83, y me inserte en lo que eran las comisiones anti represivas que se llamaban, eran comisiones que adecuaban a personas en distintos ámbitos y que hacíamos distintas actividades, por ejemplo a nivel de las poblaciones, como juicios a la represión, marchas en las poblaciones, yo me acuerdo que me impresione mucho, porque yo todavía guardaba un cierto look, medio afrancesado porque venía llegando, con un pañuelo brillante, tenía unos brillos, y fuimos a una, a un juicio dela represión, y la gente de la población, pudo haber sido la Victoria o la legua, en esa época la legua súper política, súper combativa.. la legua, la Victoria igual, todas las poblaciones, en general, la Bandera, íbamos harto a las poblaciones, y .. mmm entonces se hiso una marcha,

 

14. Nelly Richard, Políticas y Estéticas de la Memoria, Editorial Cuarto Propio, Santiago, Chile, 2000.

imagínate ahí marchando por la población de .. no me acuerdo cual era, pero ponele que

era la Victoria, y me hicieron salir, y me dijeron “Oye, sale que así con ese pañuelo” (risas) pero era… Se hacían muchas actividades, ahí donde estaba ubicada la sede de CODEPU, estaba ubicada en Brasil, en la calle Brasil…

Pero yo después salí del CODEPU central por decirlo así de alguna manera, y me inserte en un equipo, porque me dieron una beca, que era una beca menor, para yo insertarme en alguna actividad como retornada, una beca del “bus” que era por seis meses, y entonces así me fui a trabajar con CODEPU pero en un equipo que era de salud mental, en un equipo de investigación, de tratamiento a torturados y su grupo familiar, entonces en ese grupo, nosotros hacíamos …que empezó cuando yo llegue, yo fui parte de la gente que tuvo que ver con ese proyecto, y entonces ahí ya hacíamos acompañamiento a familiares de presos, tuvimos como proyecto investigar acerca de la tortura, buscar formas acerca de la prevención de la tortura, no, no .. Prevención en el sentido de las consecuencias que podía tener, y tratamiento de las personas torturadas… Yo entraba a la cárcel , en ese tiempo, todas las semanas entraba a la cárcel, recogía testimonios, acompañaba a los presos.

 

3.3 La constante lucha por justicia de la memoria viva de Alfonso Chanfreau.

 

El problema de la nula justicia de los detenidos desaparecidos es un problema de la sociedad chilena. El terrorismo de Estado sólo podía ser interrumpido con el retorno a la democracia y ésta debía asumir como gran reto y deber ético con el país, avanzar en el camino de la verdad y de la justicia. Por lo mismo que hoy en día plantean: “reiteramos que la consolidación de la paz social sólo podrá ser efectiva cuando podamos hacer realidad el esclarecimiento de cada uno delos casos de detenidos desaparecidos y la aplicación de la sanción penal y social correspondiente a los responsables de los atentados a los derechos fundamentales de las personas”15.

En definitiva una tarea que no acaba y que se enfrenta a grandes desafíos, una historia con un dramático comienzo y sin un final hasta hoy.

 

La señora Erika nos relata como hoy 39 años de la desaparición de su marido Alfonso Ch. se dictaminó el fallo a favor, y se enjuició a los involucrados en la desaparición, así nos narra como producto de la desaparición de su esposo, dio la lucha constante en la búsqueda de justicia por este acto acometido por el Estado Chileno:

 

después del golpe, yo estaba con Alfonso, hubo digamos todo un movimiento de repliegue, del MIR, de, de …digamos más bien conversaciones de encuentros en función de cómo re articularse luego de este golpe, y así entonces Alfonso y yo empezamos a estar en distintos lugares, tratando de encontrar un lugar más seguro, pero no necesariamente lo encontramos, porque no era fácil, porque la gente tenía miedo, de, de.. tener una persona buscada digamos por la Dina, porque no habían tantas redes, porque las redes que nosotros teníamos, eran redes también afectadas, fue difícil. Y entonces nosotros, a Alfonso

 

15. José Aylwin (Compilador), Derechos Humanos: desafíos para un nuevo contexto, Panel IV: Mujer y Derechos Humanos, Editado por la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Santiago, 1992.

lo fueron a buscar a su casa, después vinieron a la casa de mis padres, donde también estábamos, a buscar a mi cuñado, después vinieron a buscar a Alfonso de nuevo, después me vinieron a buscar a mí, no nos encontraron, y entonces, como también habían venido a buscar a mi cuñado, decidimos irnos a vivir, a la casa de una hermana, y mi hermana venirse a vivir a la casa de mis padres, donde estábamos nosotros. Creyendo que ahí podíamos estar más seguros, porque no nos conocían, y ahí nosotros seguimos, Alfonso militando y yo de enlace de Alfonso, y empezamos a tener contactos ya a nivel de MIR, tuvimos acceso a documentos, ya había una cierta funcionamiento orgánico, dentro de la precariedad que todavía en ese periodo estaba la rearticulación. Y empieza la represión, al MIR, nosotros empezamos a saber sobre la represión al MIR, empezamos a saber ya, te estoy hablando Mayo, Junio del 74, que habían civiles, casa, nosotros sabíamos de casas particulares, en donde estaban llevando a las personas detenidas, hasta que supimos de la detención de un compañero, que es Martin Elgueta, que trabajaba con Alfonso en el Mir, y heee.. y quince días después detuvieron a Alfonso, llegaron a detenerlo a la casa, lo detuvieron a él, llego un gran operativo de la Dina, estábamos con la hija, que era chiquitita en la época, y al día siguiente me detuvieron a mí, y a Alfonso lo trajeron a este lugar, Londres 38, y al día siguiente me trajeron a mí, diciendo que como … hee… Alfonso no había hablado en toda la noche, eso significa que lo había digamos interrogado toda la noche, con los métodos que la Dina tenia, y me traía a mí, según ellos, para hacerle algunas preguntas a Alfonso, pero en el fondo, para presionar con mi presencia a Alfonso.

 

3.4 A 40 años del Golpe militar en Chile

 

Este año se conmemoran 40 años desde el Golpe que sufrió nuestro país, 40 años de impunidad, 40 años de la búsqueda de justicia incesante de una parte importante de nuestro país que se vio afectada por pérdidas humanas, en manos de un Estado terroristas, el cuál destruyo la democracia, y a cientos de civiles tomo como enemigos políticos, apresándolos, torturándolos, asesinándolos y posteriormente haciéndolos desaparecer. Y simplemente a otros los exilió, matándolos en vida, obligándolos a marchar sin saber si algún día antes de morir podrían volver a ver a su tierra. De este Estado terrorista, dista poco al de hoy, pues aquel se encargó de dejar los márgenes en donde actuar, institucionalizo con la base de un estado neoliberal, el cual han respetado los posteriores gobiernos de la “concertación”, tenemos una deuda NO CON LOS detenidos desaparecidos, sino CON NUESTROS detenidos desaparecidos, tanto en materia de Justicia, como principalmente en materia de memoria colectiva, tal como la frase “Ni perdón, ni olvido”, la memoria es la herramienta que tenemos quienes luchamos incesantemente por un mundo más justo, para demostrar que el Capitalismo no calza, la memoria no nos permite evitar un futuro golpe de Estado, pero nos permite concientizar para el respeto de los DDHH, y empoderar para que la clase trabajadora sea actor de su propia historia, destituyendo a quienes nos han robado nuestra tierra, nuestra vida, pero no nuestros pensamientos.

 

Nuestra entrevistada nos habla respecto a la deuda a nivel país respecto a los detenidos desaparecidos, quien mejor que ella para aludir a este punto, pues cual Cristo para los cristianos, fue su esposo en conjunto de muchos otros derramó su sangre, por nosotros, pese a que insten en que lo olvidemos.

 

Bueno, yo mira creo que, hay una deuda pendiente con Chile, con la sociedad chilena, yo creo que la dictadura, no ha tenido un término, ciertas prácticas dictatoriales no han tenido un término, desde el punto de vista de lo que fue la economía en la época de la dictadura y para que decir también en los aspectos de Verdad y Justicia, que es tu pregunta. En ese sentido creo que hubo algunos avances en cuanto que se investigó en la Comisión Retting, como la comisión Valech que fue mucho más tardía, o sea la Comisión Retting que investiga primero los casos de desaparecidos y ejecutados políticos, y muchos años más tarde se investiga… todo esto por la lucha que dieron las propias personas torturadas, y que habían sido prisioneros políticos, se crea la comisión Valech … Y entonces es muy insuficiente aún…

primero hay cantidades de mil y tantos casos de detenidos desaparecidos y yo creo que encontrados el 10%, por lo tanto hay una deuda importante respecto de la verdad de lo que pasó con los casos de las personas desaparecidas, y casos con justicia son también un porcentaje, no se será 30% si es que, hay muchos juicios abiertos pero que han durado no se 30 años, 40 año s… Verdad y Justicia todavía falta pa´mucho…

 

A través de la lucha de ex presos políticos y familiares, se han preservado sitios, espacios de memoria, que se conservan con el objeto, de que la ciudadanía se acerque, se empape de esta memoria que no se encierra netamente en estos lugares sino que viven entre nosotros en las luchas diarias contra lo que nos oprime, aquí la Señora Erika H. nos comenta sobre la importancia de la permanencia de estos lugares, en el caso particular de Londres 38, sitio en el que es presidenta:

 

Mira yo considero que Londres 38, es un espacio de memoria que tiene como objetivo central la rectificación de la memoria en el presente y me parece que eso es … tal vez distinto respecto de otros espacios, de otros sitios de memoria, en tanto la memoria se conecta con en el presente, y además no solo de lo que sucedió en el golpe de estado, o de lo que sucedió en este espacio propio, en esta casa, sino lo que hay entorno a la represión lo que hubo en esta casa, es decir los conceptos por los que fueron detenidas las personas es decir, sus periodos militantes, todo lo que hace que finalmente un golpe de estado sea posible, en ese sentido Londres 38, rescata mucho las memorias de luchas, y la conecta con las luchas presentes, nosotros tenemos mucho interés en lo que está sucediendo con los movimientos sociales, con los movimientos estudiantes, hacemos reflexiones conjuntas…

 

Augusto Pinochet, el dictador y asesino, la cara visible de los infortunios que nos pesan y seguirán pesando a futuras generaciones si no nos convertimos en agentes de cambio, es el responsable del sistema educativo de mercado excluyente que impera, y son en estas luchas de los estudiantes en general, en dónde la Señora Erika H. nos comenta del trabajo conjunto, que se da de parte del Sitio Londres 38, aspecto vital para no tratar estos lugares como partes del pasado, sino de lo contrario, pues como ella dice, “son presente”, y por ende se ven involucrado y son partidarios de estas demandas.

 

justamente esas son las herencias de la dictadura, que aún no han sido posibles de

cambiar, y creo que los movimientos sociales, y en tanto nosotros representamos una memoria de lucha también, representamos no, eso es muy pretencioso, pero nos hacemos eco de esas memorias de luchas, no podemos estar ausentes como espacio de memoria de las reivindicaciones sentidas de los estudiantes, porque creemos que justamente son herencia que aún no ha sido posible cambiar de la dictadura.

es un involucramiento de este espacio con el presente, nosotros somos presente, no estamos… somos presente, o sea todas las memorias que están en torno a este espacio, hablamos de espacio, porque está abierto, porque interactúa el presente con el hoy, o sea el presente con el ayer, el afuera con el adentro, te das cuenta, no es solo que las memorias están aquí, sino que también por todo espacio, y este espacio existe en el presente, por lo tanto no puede abstraerse de lo que pasa en el país, y mucho menos un espacio político y de memoria como este…

 

Quiero destacar una apreciación respecto nuestra entrevistada, quien considera y con quien comparto absolutamente que, en las demandas sociales somos todos los actores, los que asumimos roles dentro de la lucha, los “jóvenes” con su vitalidad y los “viejos” con su sabiduría, pero sobre todo se debe dar énfasis en que los “viejos” no deleguen la responsabilidad absoluta del cambio a las nuevas generaciones, no son pasado, son presente al igual que lo somos nosotros los “jóvenes”. Y es que ese “jóvenes y viejos”, en realidad no es más que un “nosotros”, un “todos” rotundo , y no un tú ni un yo.

 

Conclusión

 

Podemos concluir que estamos en presencia de un quiebre significativo ante los modos de ser y de actuar de las mujeres. En su calidad de familiares de víctimas de la represión, transitaron desde sus deberes privados en torno al resguardo de los ritos de la muerte, normados culturalmente a través de los siglos, hacia un posicionamiento político, desde su calidad de ciudadanas portadoras de la memoria colectiva de la nación que emplazaban a los temibles y supuestamente invencibles poderes del Estado. Traspasando las barreras que imponen la violencia, el silencio y el miedo, las mujeres chilenas iniciaron hace ya casi treinta años la difícil tarea de reconstruir el tejido político, construyendo alianzas y solidaridades que fueron fundamentales en la recomposición del castigado movimiento popular. Sin embargo, aún tenemos muchísimo trabajo por hacer, en nuestro país no existe el derecho a abortar, aún estamos bajo un Sistema del terror que nos obliga a hacer y qué no hacer, la derecha de nuestro país o los grupos católicos se justifican al abogar por el derecho a la vida, pero es esa misma derecha la cual pretende hacer que olvidemos, que olvidemos precisamente la vulneración al derecho a la vida de los cientos de detenidos desaparecidos, de las mujeres, de hecho me permitiré recordar a las 9 mujeres del periodo DINA, quienes desaparecieron estando embarazadas, de su paradero y el de sus hijos nada se sabe, entonces que hoy se nos trate de subversivos a quienes exigimos justicia o aleguemos sobre las demandas sobre nuestro propio cuerpo y solo se justifique con la frase “es vida”, es por decir lo menos “descarado”.

 

Al mismo tiempo son estas mujeres, de periodo pre, dictadura y post, quienes defienden la memoria de sus seres queridos, en un complejo entramado que vincula lo privado con lo universal. Su tarea dice relación por un lado, con encontrar los cuerpos, y por otro, denunciar los crímenes de lesa humanidad, hoy y mañana. Sabiendo que su tragedia personal es al mismo tiempo la transgresión violenta de los derechos fundamentales de la sociedad occidental, su lucha ha sido personal, política pero sobre todo ética. Es una batalla por la memoria individual y colectiva: la memoria de los ausentes y la de una sociedad enfrentada al horror, que más temprano que tarde debe decir Nunca Más.

 

Bibliografía

 

1. Paul Thompson, Historias de vida y análisis del cambio social. En Jorge Debes Lozano (Compilador), Historia Oral, Universidad Autónoma Metropolitana, México, 1993.

2. Tomás Moulian, Chile actual. Anatomía de un mito, Editorial LOM-ARCIS, Santiago de Chile, 1997.

3. Simon Collier y William Sater, Historia de Chile 1808-1994, Cambridge University Press, Edición Española, España, 1998.

4. Edda Gaviola, Eliana Largo, Sandra Palestro, Una historia necesaria. Mujeres en Chile: 1973-1990, Impreso por Akí & Ahora Ltda., Santiago de Chile, 1994.

5. Ximena Bunster, Cynthia Enloe, Regina Rodríguez (Editoras), La mujer Ausente. Derechos Humanos en el mundo, Isis Internacional, Ediciones de las Mujeres Nº15, segunda edición actualizada, 1996.

6. Sandra Palestro, Mujeres en Movimiento 1973-1989, Documento de Trabajo, FLACSO, Nº14, Serie de Estudios Sociales, Santiago, Septiembre, 1991.

7. Teresa Valdés, Las mujeres y la dictadura militar en Chile, Material de Discusión, Programa FLACSO, Santiago de Chile, Nº94, Marzo, 1987.

8. María Angélica Illanes, La batalla de la memoria. Ensayos históricos de nuestro siglo. Chile, 1900-2000, Editorial Planeta, Santiago de Chile, 2002.

9. Javier Maravall Yáguez, El ideario de mujer bajo la dictadura militar (1973-1990), Universidad Autónoma de Madrid, en http://www.pensamientocritico.cl, Pensamiento Crítico N°4, 2004.

10. José Olavaria, El sexismo que tortura y mata. Política de género y represión política hacia las mujeres en Chile, Editorial FLACSO, Chile, 2003. En http://www.flacso.cl.

11. Elizabeth Jelin, ¿Ante, de, en, y? Mujeres, Derechos Humanos, Red Entre Mujeres, Lima, Perú, 1993.

12. Carolina Carrera, Un secreto a voces. Violencia sexual como tortura durante la represión política en Chile, En artículo Enfoques: La Violencia Sexual como forma de Tortura hacia las Mujeres, Revista Mujer Salud, Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, Nº 1, 2005. En http://www.reddesalud.org.

13. Raquel Olea y Olga Grau (Compiladoras), Volver a la memoria, Ediciones LOM y La Morada, Santiago de Chile, Septiembre, 2001.

14. Nelly Richard, Políticas y Estéticas de la Memoria, Editorial Cuarto Propio, Santiago, Chile, 2000.

15. José Aylwin (Compilador), Derechos Humanos: desafíos para un nuevo contexto, Panel IV: Mujer y Derechos Humanos, Editado por la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Santiago, 1992.

 

Bibliografía Complementaria

 

  1. Cavallo, Manuel Salazar y Oscar Sepúlveda, La historia oculta del régimen militar, Editorial Grijalbo, Santiago de Chile, 1997.
  2. Gabriel Salazar, Violencia política popular en las ‘grandes alamedas’, Ediciones Sur, Santiago de Chile, 1990.
  3. Síntesis Informe Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura, Gobierno de Chile, Santiago, Noviembre, 2004. En http://www.comisiontortura.cl
  4. Informe Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, Gobierno de Chile, Santiago, Noviembre, 2004. En http://www.comisiontortura.cl
  5. Instituto de la Mujer y Corporación La Morada, Mujeres víctimas de violencia sexual como tortura durante la represión política chilena (1973-1990): un secreto a voces, 2004. En http://www.humanas.cl.
  6. Giselle Munizaga y Carlos Ochsenius, El discurso público de Pinochet (1973-1976), Ediciones del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Buenos Aires, Argentina, 1983.
  7. Margarita Iglesias, Mujeres en Chile y Perú: historia, derechos, feminismos 1970-1990. En libro Historia de las Mujeres en España y América Latina. Bajo la dirección de Isabel Morant, Asunción Lavrin y Pilar Pérez Cantó (coordinadoras), Ediciones Cátedra, Madrid, 2006, Vol. IV, Págs. 851-871.
  8. Michel Foucault, Historia de la Sexualidad, Vol. I: La Voluntad del Saber, Editorial Siglo XXI, Buenos Aires, Argentina, 2005. www.memoriayjusticia.cl Memoria de Mujeres: Violencia en el País y en el Hogar.
  9. Soledad Ortega, La violencia sexual como tortura, un secreto a voces, en wwww.mujereshoy.cl
  10. Isabel Ortiz Pérez, Violencia intrafamiliar y violencia sexual en el contexto del conflicto armado desde una perspectiva de equidad de género, en www.modemmujer.org

 

Anexo 1: “La Junta de Gobierno se dirige a las mujeres de Chile” (24 de abril de 1974)

“En la conciencia de todos los chilenos está vivo aún el recuerdo de la valerosa lucha librada por nuestras mujeres en contra del régimen marxista. Ella constituyó, para otras naciones, motivo de asombro, y para nuestro país, legítimo orgullo. A los chilenos no podía sorprendernos la destacada participación que a la mujer le cupo en esa lucha cívica. Esa participación no era sino la respuesta, adecuada a la época actual, de una vieja tradición de chilenidad. En nuestra patria, desde sus más remotos orígenes, la mujer fue siempre la colaboradora activa y eficaz de la vida del hombre…mientras el hombre combatía, la mujer compartió su vida y sus penalidades: manejó la familia, administró haciendas, fabricó el vestuario y la alimentación y gobernó ciudades.

 

La mujer quería la caída del gobierno marxista, que simbolizada la esclavitud de sus hijos; pero quería además, un nuevo orden: buscaba el amparo de una autoridad fuerte y severa, que reestableciera el orden y la moral pública en nuestro país. En su instinto femenino, ella advertía claramente que lo que se definía en esos días drásticos no era un simple juego de partidos políticos: era la resistencia a muerte de la nación. Y en esto, su clarividencia fue mucho mayor que la de algunos señores políticos…

 

Como hombre, como soldado y como gobernante, no creo poder rendirles mayor homenaje que el de recordar la responsabilidad que significa para los hombres de armas la fe que ellas depositaron públicamente en nosotros, y esta fe da fuerza y estímulo. Hay

razones que llevan al Gobierno a considerar a la mujer como piedra fundamental de la reconstrucción de Chile…aspiramos a crear una nueva institucionalidad, de inspiración nacionalista y portaliana, arraigada en las más nobles tradiciones de nuestra historia…en ella la importancia de la familia como piedra angular de la sociedad, dan testimonio de una inspiración política cristiana realista y sólidamente arraigada en la tradición de la cultura occidental…

 

Ninguna inspiración doctrinaria puede interpretar mejor que ésta los anhelos de la mujer, puesto que ha sido ella, a lo largo de toda la Historia, la gran defensora de los valores espirituales…No podría este gobierno intentar la ambiciosa empresa de crear un nuevo Estado, sin la participación activa y enérgica de la mujer. La formación de las nuevas generaciones, que lo integrarán mañana, está en las manos de las madres de hoy. Educadora y formadora de conciencias, la mujer es la gran forjadora del porvenir y la gran depositaria de las tradiciones nacionales. Pero la participación de la mujer en las tareas del Chile actual no termina con su misión familiar, por grande que sea esta. La vida moderna ha abierto en todo el mundo vastas perspectivas de actividad y trabajo, en las cuales la mujer colabora con competencia y eficacia.

 

Hoy más que nunca su participación es necesaria en la movilización de recursos, indispensable para arrancar al país del retraso y de la pobreza en que nos han sumido la demagogia de los irresponsables y el sectarismo de los marxistas. Chile necesita y agradece el aporte técnico de sus profesionales femeninas…pero no subestima por eso la labor anónima de las mujeres que trabajan en el laboratorio silencioso del hogar; velando por resguardar el más precioso capital de la nación: el cuidado de sus hijos, esperanza futura de la Patria.

 

El hombre y la mujer son seres complementarios y no rivales. La igualdad de derechos y oportunidades, que nadie discute, no puede confundirse con una identificación, ajena a la realidad física y moral del ser humano, en la cual, bajo una apariencia de liberación, la mujer pierde el derecho a desarrollar su auténtica personalidad y proyectar sobre la sociedad el caudal de intuición y riqueza afectiva que le es propio. Consideramos por eso que una auténtica participación de la mujer en la vida nacional deber ser ejercida con respeto a sus características, y el Estado se propone orientar su acción en este sentido”.

 

Fuente

Javier Maravall, La mujer en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria chileno: movilización política, represión y sobrevivencia bajo la Dictadura Milita (1973-1990), Tesis Doctoral, Universidad Autónoma de Madrid, 2004. Pág. 125-126.

 

Anexo 2:

El Estado de Chile ha suscrito entre otros pactos y convenciones, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Este hecho obliga a examinar con particular atención lo que ha sucedido con relación a la prisión política y la tortura en el caso de las mujeres, en cumplimiento, además, del mandato que emana de la Resolución Nº 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que recomienda a los Estados estimar a las mujeres como sujetos fundamentales en los procesos de reconstrucción de la paz y la convivencia nacional.

 

Anexo 3: Edad de las mujeres al momento de la detención

La edad de las mujeres a la fecha de detención de acuerdo a la representación de los datos entregados a la Comisión, el 43,1% (1.464) de las mujeres tenía entre 21 y 30 años al momento de la detención. Un 22,3% (757) tenía entre 31 y 40 años. El grupo etáreo de 41 a 50 años alcanzó un 13,3% (451). Las mujeres que tenían entre 18 y 20 años corresponden al 11,4% (387). Aparece un 6,2% (212) de mujeres menores de 18 años. Así, mismo el grupo de mujeres entre 51 y 60 años representa un 3,3% (112). El 0,47% (16) restante representa a las mujeres detenidas que tenían más de 60 años, al momento de su detención.

 

Fuente:

Informe Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, Gobierno de Chile, Santiago, Noviembre, 2004. En http://www.comisiontortura.cl, Capítulo VII: Perfil de las víctimas, Págs.575-580.

 

Situación en relación a la maternidad

Del universo de las víctimas calificadas, 229 mujeres fueron detenidas estando embarazadas. De ellas, 15 tuvieron su parto en calidad de prisioneras, permaneciendo con sus hijos en esas condiciones por tiempos variables en cada caso. 9 de estas embarazadas, son detenidas desaparecidas.

 

Fuente:

“Todas íbamos a ser reinas”

http://www.derechos.org/nizkor/chile/libros/reinas/cap1.html

 


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