El Consejo de ministros ha aprobado recientemente, a propuesta del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Real Decreto por el que se establece el procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad.
Este nuevo baremo de la valoración de la discapacidad tan necesario sustituye al que estaba en vigor desde 1999, y se adapta al modelo social de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas. De esta forma, se da respuesta a la realidad y demanda de actualización que venían haciendo las personas con discapacidad, 4,38 millones de personas en España (INE).
Además, representantes de la sociedad civil de la discapacidad participarán como integrantes de la Comisión de Valoración de la Discapacidad.
EL nuevo Real Decreto establece unos criterios objetivos para la valoración y calificación del grado de discapacidad en todo el territorio español, lo cual garantiza a toda la ciudadanía el acceso en igualdad de condiciones. Además, proporciona una base científica para la comprensión y el estudio de la salud y de los componentes sociales y económicos que impactan en la persona, garantizando una descripción más precisa y completa del grado de discapacidad que redunda en una mayor eficiencia y transparencia.
Avances y novedades del nuevo baremo
El nuevo baremo supone un avance en la valoración del grado de discapacidad en el caso particular de las personas en el espectro del autismo ya que incorpora la categoría de "trastorno generalizado del desarrollo" y la clasificación de diagnósticos incluidos en la misma, en coherencia con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud que está vigente en nuestro país.
A pesar de que no refleja específicamente la descripción actualizada del autismo en los sistemas más recientes de clasificación (DSM-5 y CIE-11), desde Autismo España se ha trabajado durante el proceso de elaboración del baremo para que los criterios de aplicación del mismo recogieran los fundamentos que definen esta categoría diagnóstica.
Nuevas herramientas
Asimismo, desde la Confederación se ha insistido especialmente en que la formación de los equipos de valoración de la discapacidad deberá, no sólo garantizar el conocimiento de las nuevas herramientas que establece el baremo, sino también cómo éstas deben aplicarse e interpretarse en el caso de las personas en el espectro del autismo. Esto es un gran avance ya que permite reducir subjetividades y marca criterio objetivos y generales a seguir por el equipo de valoración.
Se reconoce específicamente el trastorno generalizado del desarrollo (trastorno del espectro del autismo conforme a las clasificaciones diagnósticas internacionales actualizadas), de manera independiente y diferenciada del diagnóstico de discapacidad intelectual.
Este reconocimiento es sumamente necesario ya que visibiliza el impacto que las características nucleares del TEA tienen por sí mismas en el funcionamiento adaptativo y en la calidad de vida de las personas que lo presentan. De la misma forma, evidencia la necesidad de garantizar apoyos heterogéneos y flexibles en las distintas esferas de la vida diaria y a lo largo de todo el ciclo vital.