Riquelminho Paulista. Perto, Riquelme sempre esteve perto.
La novela del mercado de pases veraniego en Brasil parece estar llegando a sus momentos culminantes. Arnaldo Tirone, presidente de Palmeiras, y Daniel Bolotnicoff, representante de Juan Román Riquelme llegaron a un acuerdo financiero de palabra (dos años de contrato -con opción a uno más-, 430 mil reales de sueldo, más un bono por encuentro jugado y renovación automática si disputa el 70% de los partidos) y el ¿ex 10 de Boca? se mostró dispuesto a jugar en el Verdão, uno de los clubes más importantes del país vecino. Solo un motivo (no menor) puede impedir que JRR10 se vista de verde esta temporada.
El próximo lunes, el Consejo Deliberativo del equipo paulista, que en 2012 se fue al descenso, elegirá nuevo presidente. Completamente debilitado, sin siquiera el respaldo de sus ex aliados y repudiado por los hinchas, Arnaldo Tirone dará un paso al costado. Décio Perin y Paulo Nobre, ambos opositores a la dirigencia actual, son los candidatos para reemplazarlo hasta octubre de 2014, cuando se estima que los socios escogerán al próximo mandatario.
¿Por qué es importante esto? El ganador tendrá la última palabra sobre la contratación de Riquelme. Si Tirone no consigue liquidar el asunto antes del lunes, Perin o Nobre decidirán si la negociación sigue o muere en el intento.
Es fundamental el rol que toma en esta operación el Consejo de Orientación y Fiscalización (COF) de Palmeiras, dirigido por Alberto Strufaldi, que se opone a la llegada de Román. En diciembre pasado se determinó que este organismo, responsable de auditar las finanzas del club, fuera el encargado de aprobar cualquier intención de inversión de parte del Verdão.
“Nadie puede ser contratado sin la aprobación del COF. La primera propuesta de Tirone fue rechazada y dijo que presentaría un plan de marketing que permitiría llevar adelante esta inversión. Todavía lo estamos esperando. No podemos dejar que endeude a la próxima administración”, dijo Strufaldi en la tarde este viernes, un poquito caliente.
“Si fuese Messi no tendría problemas. Pero es un jugador de 34 años que no juega desde la final de la Copa Libertadores en julio y llegaría con un contrato por tres temporadas. Están dadas todas las condiciones para que le vaya mal”, había dicho Strufaldi hace unos días. Un amigo.
En la tarde del viernes, el presidente aseguró que “el COF ya preautorizó la contratación de Riquelme hace 20 días y, ahora, no tiene intenciones de cambiar de idea”, aunque Strufaldi, como ya vimos, niega todo.
Si la operación se realiza sin el aval del COF, Tirone puede ser sancionado. “Si cierra el contrato, nosotros tenemos el poder para cancelarlo. Ya estamos hablando con el departamento jurídico para qué sanción le podemos aplicar. Esto es algo que nunca pasó en el club. No quiero anticipar nada, pero no le va a gustar”, disparó Strufaldi.
Si el COF no anula la operación, la permanencia o no de Riquelme quedaría en manos de Décio Perin o Paulo Nobre. Román está al tanto de esto y le dijeron que ambos candidatos están interesados en tenerlo, aunque no es tan así.
A decir verdad, a ninguno de los dos los seduce demasiado la idea de ver al ex Boca en Palmeiras. Nobre dice que en todo caso el contrato debería ser por un año (no tres como pedía el jugador) y luego analizar una posible prórroga por dos más. Además, asegura no tener idea de cómo haría el club para pagarle el sueldo. Perin, por su parte, tiene una visión similar, aunque aceptaría a JRR10 si el actual presidente liquida la negociación en estos pocos días que le quedan al frente de la institución.
Lo que queda claro es que ni Nobre ni Perin van a hacer mucha fuerza para llevar al 10 al fútbol brasileño.
Puertas adentro: el panorama
La llegada de Riquelme ilusiona a los hinchas, esos que lo sufrieron en 2000 y 2001 cuando les pintó la cara en la Copa Libertadores con la camiseta de Boca. Su posible contratación también encuentra aceptación entre los jugadores. El argentino Hernán Barcos, la figura en un 2012 para el olvido, se mostró a favor del arribo de Román.
En 2013 Palmeiras tendrá por delante más de 60 partidos. A saber: disputará el campeonato paulista (un mínimo de 19 partidos), Serie B (38 encuentros), Copa Libertadores (mínimo 6 partidos) y Copa do Brasil (mínimo dos partidos). Hay, incluso, una ínfima chance de disputar la Copa Sudamericana en el segundo semestre. El objetivo, más bien la obligación, es lograr el ascenso a Primera División. Si bien tienta la posibilidad de jugar la Libertadores en 2014, el año del centenario (la única chance sería logrando el bicampeonato de la Copa do Brasil o ganando la Libertadores 2013), no es prioridad.
El que tiene dudas con la condición física de Riquelme es Gilson Kleina, el entrenador de Palmeiras. Sabe que futbolísticamente Román está un paso encima del resto, pero teme que se convierta en el nuevo Jorge Valdivia. El chileno, otrora figura, tuvo una temporada pésima, llena de lesiones y problemas en el vestuario.
El miedo es que el físico de JRR10 no aguante el nivel de competencia brasileño, que en buena parte de la temporada incluye partidos en miércoles / domingo. Claro que Kleina tampoco está en condiciones de bajarle el pulgar a Riquelme. Luego del descenso, Palmeiras se desprendió de más de 20 jugadores (el único indispensable era Marcos Assunção, que no renovó su contrato) y en 2013 apenas llegaron 4 futbolistas: Ayrton, defensor ex Coritiba, el arquero Fernando Prass, ex Vasco, y dos que retornaron de préstamos: Souza y Wendel.