
Ahora mismo estoy concentrado en la novedad, y mi tiempo libre se lo dedico a leer y poco más. Pero nunca, y digo, nunca, he estado tan contento. No voy dando saltitos, pero, ché, estoy bien conmigo mismo, aun y con -o quizás en parte gracias a- mis abundantes y necesarios momentos de soledad. Y ello me hace elucubrar (it makes me wonder, que decía aquel)... Como muchos, me pregunto en dónde radica la felicidad. La respuesta fácil es que depende del individuo, y a veces la respuesta fácil es la correcta. Así pues, yo ya sospechaba que la felicidad alcanzable, esa imperfecta que consiste en poder decirse "estoy bastante bien", residía en vivir satisfactoriamente, esto es, en cubrir las necesidades que uno tiene. Me refiero a aquellas que van más allá de las básicas (seguridad, comer, dormir). Y si esas necesidades plus ultra se hallan en lo profesional, en lo emocional, en lo material... ya cada uno se apañe con sus logros y progresos en cada campo. Por lo que a mí pertoca, sí, parece que este cambio vital me hace feliz, pues siento que hago algo útil con quien soy. Que comparto quien soy.
El título de esta entrada tan carente de sentido hace referencia a mi deseo de dejar algo escrito tras dos meses en silencio y, de paso, a la lección que he recibido de la vida y quiero compartir: no siempre, pero en más ocasiones de las que pensamos, lo que nos impide hacer lo que queremos no son las dificultades reales y materiales que nos rodean, sino el hecho de no pasar a la acción, amedrentados por el camino, por la verticalidad, por el campo minado que vemos ante nosotros. No soy tan necio como para pensar que el hecho de "ponerse" es sinónimo de éxito. Pero es, al menos, sinónimo de posibilidad, y en los crueles mundos de absolutos que nos creamos como escenarios de nuestras vidas esto ya es mucho.
Y le envío un beso a mi abuelo, que siempre me miró como si supiera que esto iba a pasar, y que alguna vez me leyó.