Tus hábitos son el cimiento de tu día a día. Aunque las realizas sin pensarlo mucho (por algo son hábitos), son la base de tu futuro yo. Tus hábitos de hoy determinan tu salud, tu nivel de energía, tu éxito, e incluso la relación con tus amigos y la familia dentro de diez años – para bien o para mal.
El hábito de moverte a diario te permite mantener un nivel de energía elevado a lo largo de tu vida, madrugar te permite avanzar en tus objetivos o tener algo de tiempo para ti, y algo tan práctico como dejar recogida la cocina después de la cena mejora la relación con tu pareja que prepara el desayuno.
Mientras tanto, el hábito de dormir menos de 7 horas afecta tus habilidades mentales, el multitarea reduce la calidad de tus trabajo y la compra constante de nuevas “cosas” genera estrés visual y obligaciones innecesarias.
Tus hábitos definen quién eres y qué haces. ¿Aún crees que no tienen importancia?
Quiero un nuevo hábito. ¿Por dónde empiezo?
Cada uno de enero el mundo entero decide que mañana mismo, después de la resaca, empezará con el cambio real para crear aquellos hábitos que son claves para una vida sana y contenta. El resultado son un aumento real en las inscripciones al gimnasio y en la venta de los libros de dieta. La salud de las personas implicadas raramente se ve afectado, ya que todo vuelve a lo “normal” como muy tarde en Febrero.
Sin duda, la intención y la decisión son necesarias, pero no son suficientes. Además le tienes que convencer a tu cerebro que este nuevo hábito no requiere ni mucha energía ni tampoco amenaza el estado actual de las cosas. Ya sé que eso es justamente lo que quieres, cambiar las cosas. Sin embargo, tu cerebro no está de acuerdo con la parte lógica de tu mente y si no le engatusas, te dará mucha guerra.
Este paso es tan pequeño que sería ridículo no hacerlo
Hay personas que funcionan mejor con un cambio radical de todo a la vez.
Lamentablemente yo no soy de estas personas (y hay una gran probabilidad que tú tampoco lo seas). Yo necesito crear mis hábitos pasito a pasito para no lanzar aquella máquina de busca-excusas que tengo en la cabeza. Cuando se presenta el más mínimo obstáculo, mi cerebro empieza a crear verdaderas obras de arte evasiva para que yo vuelva a mi rutina anterior. Y como le conozco tan bien, ya cuento con ello y diseño mis hábitos de acuerdo.
Así cada uno de los hábitos que construí conscientemente empezaron con una acción tan pequeña que hubiera sido ridículo no hacerla.
- El hábito de recoger la cocina antes de ir a dormir nació del hábito de dejar los platos en la pica, nada más.
- El hábito de 15 min de meditación matutina nació del hábito de meditar un minuto, nada más.
- El hábito de correr decenas de km cada semana nació del hábito de ponerme las zapatillas de correr al sacar el perro, nada más.
- El hábito de madrugar nació del hábito de adelantar el reloj 5 min, nada más.
Todo empezó con mini-hábitos, con acciones muy pequeñas que únicamente requerían un recordatorio sin necesidad de re-diseñar toda la planificación del día o tomar decisiones importantes. Como a mi cerebro le costaría demasiado oponerse a meditar un minuto que simplemente hacerlo, la resistencia es mínima. Y una vez que mi cerebro ha entendido que somos el tipo de persona que medita regularmente, entonces es el momento de aumentar el tiempo.
Si quieres adquirir un nuevo hábito, ¿cuál es la acción más pequeña que puedes realizar regularmente para crear un precedente para tu cerebro? ¿Cómo puedes enseñarle con cariño que tú si eres el tipo de persona que hace …?