Bienvenidos al Fin del Mundo se lleva el premio gordo
Otro
año más ha sido la comedia de terror el género ganador de la Semana
donostiarra. Si la pasada edición fue la desternillante Cockneys VS Zombies la que se hizo con el galardón del público al Mejor Largometraje, en esta vigésimocuarta cita otra gamberrada ha logrado convencer a los asistentes; esta vez, de la mano de Edgar Wright. El broche a la saga paródica que el realizador inició junto a Simon Pegg y Nick Frost fue
la encargada de inaugurar el evento y desde su proyección no ha habido
ni una sola propuesta en los siete días que dura el certamen que haya
superado lo gestado por este equipo de cachondos que, eso sí, se queda
algo alejada de lo que fue Zombies Party.
Nuestra crónica completa de la XXIV Semana del Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, tras el salto.
Más
escasos de calidad todavía han estado los films proyectados durante la
Semana, y es que ya lo llevamos advirtiendo desde la edición anterior, la
crisis anda golpeando los festivales y ello se nota en una programación
que prescinde de buenos títulos, a excepción de algunas películas que
salvan el trasero como V/H/S 2, gracias a esas cuatro historias cortas y amenas dirigidas por distintos cineastas, o la interesante Au Nom du Fils, de Vincent Lanoo, que hace un trienio nos sorprendió gratamente con ese gran mockumentary que fue Vampires.
En su última obra, centrada en una familia católica que se ve destruida
por un caso de pederastia en el seno eclesiástico, el belga continúa
demostrando su enorme talento en la dirección.
Tampoco podemos olvidar el buen rato que nos hizo pasar la española Capa Caída, de Santiago Alvarado, un relato grabado en estilo documental sobre Magno, un superhéroe, encarnado fantásticamente por Juanjo Pardo, que en su día fue todo un símbolo y hoy es una de esas viejas glorias olvidadas. La que también obtuvo una acogida
positiva por parte del público fue la última creación del alabado icono
de la animación indie, Bill Plympton. Cheatin' es una emocionante
historia de amor sin diálogos que deslumbra por sus ilustraciones y su
BSO.
Efectiva fue también la austriaca The Station
que, a pesar de presentarse como una copia barata de La Cosa y poseer
unos efectos especiales cutres, por no mentar un desenlace ridículo,
contaba al menos con un ritmo frenético y algún personaje sin
desperdicio que amenizó el rato. Divertido estuvo asimismo el documental
La Última Película de Jess Franco, de Pedro Temboury
-sí, el colgado aquel padre de Jocántaro-, que hace homenaje al
fallecido precursor por excelencia en España del cine de serie B.
Por lo demás, títulos a los que no hay que acercarse ni con un palo como The Battery, Discopath, In Fear o Nothing Left to Fear, entre otros aberrantes largometrajes cuyo nefasto resultado fue en parte compensado por Byzantium, de Neil Jordan que, fuera de competición, se encargó de clausurar el evento con este relato vampírico-romántico protagonizado por Saoirse Ronan y Gema Arterton en el que se atisban ciertas virtudes que ya demostró el realizador en Entrevista con el Vampiro, aunque no evita caer en la 'crepusculada' obligado, seguramente, por quien pone la pasta.
Bienvenidos al Fin del Mundo no fue la única que se llevó galardón. En la sección de cortometrajes, el genial Sequence, de Carles Torrens,
fue el protagonista del palmarés al llevarse los Premios del Jurado
Joven, del Público y el de Mejor Cortometraje Español. El francés L'art des Thanatier (David Le Bozec) se alzó como el Mejor Corto de Animación y el irlandés How Olin Lost His Eyes (Damian McCarthy)
fue el ganador del Méliès de Plata al Mejor Corto Fantástico Europeo.
Más polémico fue el reconocimiento del Jurado, que apostó por el corto
cubano Agón (Juliana Maité), el cual desconocemos
aún si funciona como metáfora del régimen o no va nada más allá de un
pequeño relato sin demasiado interés. El que no logró nada, aunque a punto estuvo, fue el corto protagonizado por Luis Tosar, Cólera (Aritz Moreno), cuya presentación fue la razón por la que el actor pisó tierras donostiarras.
Agradecida fue también la presencia de los enormes Axel Casas y su equipo, que nuevamente presentaron su show anual en la Semana para amenizar la noche de Halloween como mejor saben, con el cachondeo y el buen rollo que siempre caracteriza a estos grandes del humor y que plasmaron en Atmosferamiedo, el cual podéis gozar en este enlace. Sin desperdicio.
Así
pues, decimos adiós un año más a la Semana del Cine Fantástico y de
Terror de San Sebastián con la mirada puesta en un horizonte que cuenta
ya con la promesa de Josemi Beltrán, actual director del
certamen, de erigirse como un 25º aniversario de lo más emotivo dirigido
y en honor a un singular público que, más allá de los títulos
exhibidos, constituye el alma del festival y que contribuye, haya crisis
o no, a que la cita continúe imponiéndose como la más divertida y especial de las dedicadas al género.