de John Connolly.
Título: Todo lo que muere.Autor: John Connolly.Editorial: Tusquets Editores, 2012.Páginas: 426.Resumen oficial.
Una noche, Charlie Parker, alias «Bird», inspector de policía de Nueva York, sale a tomar unas copas después de una discusión conyugal; cuando vuelve a casa, se encuentra a su mujer y a su hija brutalmente asesinadas. Entre los sospechosos figura el propio Parker, a quien expulsan del cuerpo de policía, pero el crimen queda sin resolver.
Roído por el sentimiento de culpa y deseoso de venganza, Parker, sin embargo, no duda en acudir en ayuda de su antiguo jefe para resolver el misterioso y trágico caso de una joven desaparecida, una investigación que le llevará allí donde jamás imaginó que llegaría.
Impresión personal.
No sé cuántas reseñas tengo perdidas entre un ordenador y otro, la tablet o el propio teléfono móvil. Pero ésta es una de esas que suelo escribir en formato word en algún viaje de trabajo y se queda ahí esperando conexión de internet para publicar y, sobre todo, a mi memoria para recordar que la he escrito, dónde la he guardado y que la tengo pendiente de publicación. En esas estoy estos días, buscando las que me faltan y poniendo el blog un poco en orden antes de que me pille de nuevo "el toro".
Esta reseña pertenece a la Lectura Simultánea que se auto-convocó a través de twiter allá por el mes de octubre de 2015. Para mi, era el estreno con el autor y desde luego tengo que decir que no será la última vez que lea algo del mismo ni de su protagonista principal Charlie Parker, un personaje que al escribir en primera persona, me ha calado hondo al final. Y digo al final porque el personaje coincide básicamente con el típico ex-policía amargado, alcohólico y con métodos de dudoso perfil legal pero todo ello llevado al extremo, del tal modo que su situación personal de búsqueda continua de venganza y el odio que siente por sí mismo, le hace actuar más fuera de la ley que dentro. Charlie Parker no es mal tipo, pero sus circunstancias personales y, sobre todo, familiares con el brutal asesinato de su mujer y su hija por parte de "El Viajante", le convierten en un investigador cualificado pero con dudosos intereses en el ámbito de la justicia y los derechos humanos. Aún así, ya digo que me ha gustado el personaje y que quiero seguir viendo su evolución a lo largo de la serie. El fin no justifica los medios, pero Charlie Parker tiene motivos de peso y me gustaría conocer como los va encajando en su vida.
Para ayudarlo en sus investigaciones se apoya en dos homosexuales también curiosos: Louis, un asesino a sueldo que parece que ya no lo es y Ángel, su pareja, experto en allanamiento de morada. Una pareja curiosa, leal y efectiva que da un toque de humor negro a unas investigaciones de crímenes llenos de crudeza, de sordidez y de crueldad. Junto a ellos, quizá el toque de mayor coherencia lo ponga Rachel, la psicóloga, un personaje al que sí afectan los hechos que se van sucediendo ante sus ojos y, por ello, sea el personaje más humano de todos.
Todo lo que muere no es un libro sencillo. De hecho, al principio tengo que reconocer que me enteraba de poco porque aparecen muchos personajes y a mi personalmente me cuesta memorizar mucho los nombres y las circunstancias de cada uno de ellos. Aún así, poco a poco vas quedándote con los esenciales, que al final no son tantos y tienen, sobre todo, relevancia en la vida e investigación del protagonista principal. Tampoco es una novela sencilla porque en realidad la novela trata dos casos diferentes que no tienen conexión entre ellos. Es como si estuviéramos leyendo dos novelas mezcladas en una sola y te confundes preguntándote a veces que tiene que ver un caso con el otro. De esta forma, está estructurada en tres partes. Una primera, donde se define e investiga el asesinato de la familia de Charlie Parker; otra segunda, donde Charlie Parker, como investigador privado, resuelve el caso de desaparición de una mujer; y, finalmente, una tercera en la que vuelven a ocurrir nuevos asesinatos que ponen a Charlie Parker sobre la pista de El Viajante, el asesino de su familia que aparece de nuevo. Todo ello, escrito "a pelo", sin obviar ninguna descripción escabrosa, con todo lujo de detalles tal y como los investigadores se encuentran a víctimas y escenarios del crimen. Por eso tampoco es un libro sencillo de leer si eres de estómago sensible. Connolly no escatima detalles y nos cuenta las cosas tal cual son, sin ahorrarnos escenas ni escondernos imágenes que puedan dañar nuestro corazón.
En resumen, deciros que yo volveré de nuevo a encontrarme con Charlie Parker. Me interesa ver su evolución y como va resolviendo sus casos y su vida, si es que ésta tiene alguna solución. Pero si sois de estómago débil, esta novela no es para vosotros. Es negra, muy negra y el autor nos lo muestra tal y como la realidad puede ser en estos casos.