Revista Cocina

Todo lo que necesitas saber sobre el pollo

Por David355

Ya va siendo hora de que hablemos un poquito del pollo y especialmente de todas las preguntas que nos hacemos sobre él, a las que intentaré dar una respuesta detallada en este artículo.

El pollo, según los expertos, forma parte de una dieta saludable, aunque yo personalmente cada día lo pongo más en duda. La calidad del pollo aún está en entredicho y no lo condeno por que sea perjudicial para la salud, si no por su precario valor nutricional. Este valor nutricional es un logro nacional que se han trabajado desde hace tiempo muchas granjas avícolas y ganaderos impulsados por el ansia de crecer económicamente. Es entendible que un negocio quiera prosperar, pero la producción en masa de pollos ha disminuido como era lógico la calidad de los mismos.

Dicho esto, sin más dilación vamos a aclarar todas las dudas que tenemos sobre el pollo, después de esto que cada uno saque sus conclusiones.

¿Es malo comer pollo todos los días?

A día de hoy, no hay ningún estudio o investigación que diga que comer pollo todos los días es bueno o malo. Exceptuando que el pollo esté envenenado o infectado. No es malo comer pollo todos los días, pero tampoco conveniente.

¿El pollo amarillo es mejor que el blanco?

Sí. Los pollos que se tornan amarillentos cuando los vemos en la tienda son más nutritivos y sabrosos que los pollos blancos. Existen dos tipos de pollo. Los de tipo A son aquéllos que han sido alimentados con maíz integral amarillo, criados al aire libre. El color amarillo se debe a que el maíz contiene ciertos carotenoides. Estos compuestos pigmentados, como la famosa luteína o la flavoxantina, son los que le otorgan posteriormente ese color al pollo.

Los de tipo B, son aquéllos que presentan una carne muy blanca. Por normal general, estos pollos han sido criados en confinamiento con otros cientos, donde se les ceban a comer trigo y maíz. Los llamados pollos de engorde. Desde un punto de vista económico, éstos pollos son más rentables, ya que son capaces de engordar en menos tiempo. Su carne es más sosa y menos jugosa. El valor nutritivo es inferior también.

Todo lo que necesitas saber sobre el pollo

¿Si vemos un pollo amarillo significa siempre que es un pollo de calidad?

Por supuesto que no. El color del pollo es un indicador de como se ha alimentado, únicamente. Que si es así, es de suponer que su alimentación se ha basado prácticamente en maíz amarillo. No sabemos nada de su crianza, procedencia, sabor o textura. Aclaro, que es preferible elegir pollos de este aspecto antes que los blancos.

¿Es mejor comprar el pollo entero o envasado en filetes?

Si hablamos de salud, cuantos menos envasados consumamos mejor, ésto incluye al pollo. Los filetes de pollo envasados cumplen con todos los protocolos sanitarios y de seguridad. Es más, a diferencia de otras carnes, el pollo envasado suele venir sin conservantes, exceptuando que venga especiado o condimentado. Eso sí, los filetes de pollo envasados, ya sea muslo o pechuga, por norma general proceden de pollos de tipo B. Es decir, pollos blancos.

¿Es mejor la pechuga o el muslo?

Los dos son buena opción. Si queremos una carne más magra es mejor apostar por la pechuga. En los pollos, los músculos más desarrollados son los pectorales. Ésto se debe a que están capacitados para volar. El pectoral mayor de los pollos guarda un porcentaje de grasa inferior a los músculos que se encuentran en sus patas, los cuáles, al estar compuestos de un mayor número de fibras lentas, contienen más grasa. El porcentaje de grasa de las patas dependerá de si el pollo se ha criado al aire libre o en una jaula de 2 centímetros cuadrados donde no puede ni girar el cuello. Con la pechuga exactamente igual.

¿El pollo también favorece la aparición de cáncer como la carne de cerdo?

No. Esa alusión hace referencia a las carnes de cerdo, especialmente embutidos. Hay que matizar que lo que verdaderamente favorece la aparición de cáncer no es la carne, sino los aditivos que emplean, y los métodos de secado a altas temperaturas (productores de benzopirenos), los cuáles dentro de nuestro cuerpo pueden alterar la bioquímica celular.

¿A los pollos les meten hormonas?

Esta pregunta puede ser la más interesante. Evidentemente no. Este rumor se manifestó hará unos años, en Estados Unidos y México. Algunos pacientes manifestaron ciertos problemas de salud, relacionados con el crecimiento de tumores y adolescencia precoz, los cuáles se achacaron al consumo frecuente de pollo, según los médicos.

No quiere decir que los hayan podido usar alguna vez, dentro de las prohibiciones que exijen todo lo contrario. Aquí en España y el resto de Europa, esa práctica está totalmente prohibida, a parte de que no es económicamente rentable. Ahora bien, es necesario aclarar una cosa. Lean con atención lo siguiente.

La crianza a la que se ven sometidos los pollos en la actualidad, les provoca mucho estrés. No sólo por la alimentación que mantienen, que es demasiado rica en almidones de baja calidad (maíz y trigo refinado), si no también por su baja actividad física, por no decir nula. La presencia de antibióticos en el pienso, para que no enfermen también es muy significativa. Los pollos para purgarse de parásitos y bacterias, se dan baños de polvo en la tierra. Este hábito no está presente en pollos hacinados en granjas, lo que obliga a los dueños a echar antibióticos al pienso. El fármaco destruye por completo la flora intestinal del pollo. Otro agente estresante es que a los pollitos recién nacidos los separan inmediatamente de sus madres, lo que les genera una tremenda tristeza.

Todo ésto, altera la bioquímica del pollo. Es decir, en los tejidos del pollo habrá niveles aumentados de cortisol, histamina, adrenalina y colesterol, este último se produce en el hígado entre otras cosas, para protegernos del estrés. Todas estas sustancias estarán presentes también en el producto final, en menor cantidad evidentemente, pero están.

Por tanto si alguien dice que el pollo que nos comemos tiene hormonas no estará desacertado. Lo incorrecto sería decir que les meten hormonas.

¿Es mejor el pollo que el pavo?

Ahora mismo sí. El pavo lamentablemente sufre las mismas vejaciones que el pollo, pero con el añadido de que el producto final es un auténtico asco, hablando mal. El 80 por ciento de los pavos envasados, y creo que me quedo corto, está lleno de aditivos innecesarios, como fécula de patata, proteínas de leche, conservantes...

Ante la duda, siempre pollo, es mejor opción. Básicamente porque carece de aditivos, por norma general, recalco.

¿El pollo asado es malo?

No es malo, pero es menos saludable que a la plancha o cocido. El método de cocción es lo que condeno en realidad, ya que genera mayor cantidad de compuestos cancerígenos, como nitrosaminas, acrilamidas o benzopirenos. Sin olvidarnos del caldito gustoso que lo acompaña, que se trata de aceite frito dónde han asado otros 20 pollos.

¿El pollo con arroz es bueno para aumentar de peso?

Sí. Es aconsejable en deportistas de musculación. Es un plato muy rico en aminoácidos que fomenta el crecimiento de masa muscular, siempre y cuando haya un estímulo y recuperación adecuados.

¿El pollo es bueno para las personas que sufren anemia?

Bueno es, pero en estos casos es preferible la ternera, ya que es más rica en hierro. El pollo es la proteína animal que menos hierro y vitamina B12 tiene.

¿El pollo es una carne magra?

Sí, por su bajo contenido graso, que no supera el 5 por ciento en el caso del muslo. La pechuga ronda el 1,5 por ciento de grasa. La poquita grasa que tiene además es casi toda insaturada, dependiendo esto de la crianza del pollo.

¿Es cierto que el pollo contiene arsénico?

No está demostrado aún en España. Sin embargo, la FDA admitió hace un par de años que el pollo comercializado en Estados Unidos contenía arsénico. El arsénico es un metal que guarda un pequeño papel biológico con nuestro organismo. Se desconoce por el momento, pero sabemos que en grandes cantidades es altamente hepatotóxico. El arsénico es un disruptor hormonal, esto quiere decir que puede comportarse como un precursor alterado de hormonas, haciendo que éstas dejen de funcionar adecuadamente. La adición de este metal al pienso de los pollos se justifica porque según algunos expertos, podría estimular la hormona del crecimiento en los pollos, incentivando con ello la ganancia de peso.

¿El pollo contiene restos de antibióticos?

Sí. Hemos dado una pincelada antes sobre este tema. Como hemos hablado, la precaria situación de los pollos obliga a los ganaderos a añadir antibióticos al pienso, para que no enfermen. Los antibióticos usados en estos casos suelen ser tretraciclinas, los cuáles evitarán la invasión de parásitos y las infecciones por bacterias. Ahora bien, muchas cepas bacterianas como Salmonella o Campylobacter, han adquirido gran resistencia con el tiempo a estos antibióticos, por lo que muchas logran sobrevivir.

Afortunadamente, no llegan al alimento, en el 99 por ciento de los casos, sin embargo, los antibióticos sí, que sinceramente, convierten al pollo en un alimento no grato para nuestro intestino.

¿Es mejor comer hamburguesas de pollo o de ternera?

Dependiendo del restaurante podría inclinarme por una o por otra. Si las compramos en una carnicería, es mejor opción coger las de pollo, ya que llevan más porcentaje de carne y no suelen estar tan condimentadas. Si vamos al Mcdonalds, es preferible de ternera, ya que las de pollo vienen empanadas. Esto depende mucho como digo de la procedencia de la carne y el restaurante. Es lógico que en un restaurante con estrellas Michelín, da lo mismo la que elijamos, que va a ser de muy buena calidad.

¿Cuál es la mejor manera de comer pollo?

Si deseáis cuidar la línea, el método más ideal sería a la plancha o cocido, acompañado de algunas verduras. El resto, como asado, empanado, frito o a la barbacoa están desaconsejados.

Espero que os sea de ayuda compañer@s. Si tenéis más preguntas, dejadlas en los comentarios. ¡A seguid san@s, no lo olvidéis!


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