Todo por una imagen: pack #3 portadas

3 Metros sobre el Cielo de Federico Moccia (Ed. DeBolsillo): una motorino (la vespa italiana), muy típica por las calles de Roma, es el elemento clave de la portada. Simple pero a la vez reveladora, nos dice que estamos ante una historia de amor a juzgar por el título. El ciclomotor evoca además los años 60 de "Vacaciones en Roma" de William Wyler: dan ganas de disfrutar de la cittá eterna desde la parte de atrás de la moto al más puro estilo Audrey Hepburn. El Portadómetro dice:
Tengo Ganas de Tí de Federico Moccia (Ed. Planeta): esta vez el puente romano de Milvio es el enclave perfecto para destacar en la portada de esta novela, 2ª parte de la anterior. Con los ya bautizados candados del amor hasta en la farola, sin duda el escritor italiano vive por y para el amor en sus libros. Linda portada para una historia, la de Step y Babi (aquí con Gin en el triángulo) igual de linda. El Portadómetro dice: 
Perdona si te Llamo Amor de Federico Moccia (Ed. Planeta): si en la anterior un puente era el lugar de encuentro de los enamorados, aquí lo es un faro, fiel como testigo directo del amor; un lugar tranquilo, apacible, donde se mezclan cielo y mar en un sólo punto infinito. Con una imagen muy llamativa y los colores azul y rojo como esenciales, las historias de Moccia enganchan de primeras por sus cuidadas portadas. El Portadómetro dice:
Perdona pero Quiero Casarme Contigo de Federico Moccia (ed. Planeta): continuación de la historia anterior con una imagen esta vez de una tarta nupcial y muy colorida. Sencilla, no necesita más elementos para querernos decir que en la novela asistiremos a una boda. El Portadómetro dice: 
La Novena Noche de Lesley Livingston (ed. Viceversa): tan irreal como fantasmagórica, una portada muy recargada y bastante trabajada con ciertos elementos clave en la historia como lo son la luna y la ciudad de Nueva York. Los tonos verdes le dan un aspecto cándido en apariencia. La portada no engaña: estamos ante una historia fantástica. El Portadómetro dice:

Las portadas de los libros son de las editoriales escogidas en su momento de lectura (o al menos, eso se pretende), no elegidas al azar entre las múltiples versiones que pudieran existir.

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Filóloga Bibliófila