El escritor abulense Ángel Silvelo Gabriel ha publicado en la editorial Playa de Ákaba su novela “Los últimos pasos de John Keats”, un poético retrato del poeta inglés en sus últimos meses de vida en Roma, afectado por la tuberculosis, a donde fue buscando un clima más propicio. Hasta allí fue acompañado por el pintor Joseph Severn quien le cuidó hasta el último aliento del poeta de las margaritas.En su epitafio Keats dejó dicho que escribiesen: Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en el agua. Su tumba en el cementerio protestante de Roma se llenó de las margaritas que tanto le gustaban y a las que tan bien había descrito. Ángel Silvelo Gabriel se fijó en la película Bright Star de la cineasta neozelandesa Jane Campion para componer un sentido homenaje al poeta al que durante su corta vida, 25 años, no fue reconocido su talento nada más que por unos pocos.
Pero no sólo se ha basado en la película de Campion, Silvelo ha buceado, se ha sumergido en la obra del poeta para entresacar la esencia de un alma atormentada y enamorada. Ha leído y releído la correspondencia del Keats y todos los libros en que el poeta inglés es protagonista, como el que Julio Cortázar le dedicó para sacar, exprimir su esencia y así escribir un profundo homenaje.
Escrito en primera persona, suplantando a John Keats, Ángelo Silvelo Gabriel ha reconstruido, lo más fidedignamente posible, los último tres o cuatro meses del poeta. El escritor de Piedralaves ha entrado en el corazón y el alma de Keats para contar sus sentimientos más íntimos. Ni que decir tiene lo arriesgado que es. Pero la literatura, si no es arriesgada, carece de valor. En el envite Silvelo sale victorioso y crecido como escritor.
“No hay otra esencia más pura que la realidad”, dice el autor poniéndolo en los labios del poeta. El libro es real, es la realidad inventada pero fidedigna de un escritor al que los corsés literarios le quedan pequeños. El lenguaje de Silvelo crece a borbotones de sufrimiento de Keats. Siempre fue un poeta atormentado con un lenguaje exuberante e imaginativo. Las mismas cualidades que tiene el autor. El tormento se lo trajo el amor, un amor que en la lejanía crece y se desborda con cada borbotón de sangre que expele por la boca.
Keats amaba la belleza, buscaba la belleza en todas las representaciones, artísticas o no, del mundo. Fanny era el sumun de la belleza. La belleza engendrada en un ser humano al que pudo amar en la distancia, pero no pudo amar en lo cotidiano. Un amor truncado por una enfermedad que hace que te vayas quedando sin fuerzas. Sin embargo, él tuvo fuerzas hasta el final. Su recuerdo nunca se difuminó y lo tuvo presente hasta el último hálito de vida.
Ángelo Silvelo Gabriel ha tomado prestada la personalidad de John Keats para escribir un libro desbordante de sentimiento. Un libro preciso, minucioso y sentido sobre los sentimientos de un poeta. Algo difícil de hacer, porque no hay cárcel que pueda apresar y retener esos sentimientos. Él no ha querido retenerlos, sólo expresarlo tal y como cree que los expresaría el propio Keats. Creo que lo ha conseguido. Que ha conseguido contar sus últimos días de manera verosímil y rigurosa. Que ha conseguido que el lector entre en el alma del poeta y sienta lo que él debió sentir. Que ha conseguido dar poder a sus palabras y componer una sinfonía poética de la narrativa. Los últimos pasos de John Keats es un libro difícil, fuera de los circuitos rutinarios de la literatura comercial, tanto por el tema como por la forma. Conseguir hacer que el libro funcione es una prueba de la maestría y el ingenio del autor. Un libro para los amantes de la poesía y para los amantes de John Keats que no deberían dejar de leer.Puede comprar el libro en:
120x60" border="0" />