Revista Baloncesto
Bill Russell o Julius Erving deben sentirse algo sorprendidos por este repentino "homenaje" que les están haciendo dos de los jugadores más mediáticos de la actual NBA.
Días atrás conocíamos que LeBron James había solicitado permiso a la liga para cambiar, a partir de la próxima temporada, su tradicional dorsal 23 (el que ha lucido en sus siete temporadas como profesional) por el número 6. Recordemos que LeBron abrió hace unos meses el debate de que el número 23 tendría que estar retirado en todas las franquicias de la NBA en honor a Michael Jordan, y que ningún jugador debería vestirlo nunca más. Aunque finalmente esta medida no tiene visos de llevarse a cabo -¿cuántos dorsales de jugadores históricos habría que retirar entonces?- LeBron ha decidido predicar con el ejemplo y abandonar su 23 por el número 6, que dice que es su número favorito y el que utiliza en sus camisetas de entrenamiento y cuando juega con la selección de Estados Unidos. Más allá de todo esto, a lo que huele este asunto es a una campaña de marketing para vender millones de camisetas con el nombre de James y el número 6, ya sea con el logo de Cleveland Cavaliers o cualquier otro equipo. O eso, o que LeBron no sabe qué hacer ya para ser como Jordan o Kobe Bryant, dos jugadores que se cambiaron su número en algún momento de sus carreras.
Otro que se ha apuntado a la "moda" del cambio de dorsal es Gilbert Arenas, aunque éste por motivos muy distintos. Arenas siempre ha lucido el número 0, ya desde su época universitaria. Dice que eligió el cero porque ese era el número de minutos que decían que iba a jugar en el college de Arizona. Cuando llegó a la NBA, mantuvo ese dorsal porque afirmaba que ese era el número de personas que confiaban en que tendría una carrera exitosa en la liga (de hecho fue elegido en la segunda ronda del Draft de 2001 por los Warriors). Nueve temporadas después, con tres presencias en el All-Star y una media de 23 puntos por partido en su carrera, Arenas ha hecho bandera de su dorsal para convertirse en Agent Zero, tratando de demostrar que los que le auguraban una carrera mediocre se habían equivocado.
Sin embargo, ahora Arenas se encuentra en el punto más bajo de su trayectoria profesional. Suspendido de empleo y sueldo por los Wizards y por David Stern por ese desagradable incidente con armas de fuego que protagonizó junto a Javaris Crittenton, Gilbert se muestra muy arrepentido, y ha decidido que tiene que hacer borrón y cuenta nueva y renacer la próxima temporada como un jugador totalmente distinto. Por eso ha decidido enterrar al Agent Zero y cambiarse de número. Y el elegido ha sido otra vez el número 6. ¿Casualidad? ¿Homenaje a los grandes de la historia? ¿Guiño a la afición (que se conoce como "el sexto hombre")? Who knows...