Toledo, el regreso al pasado.

Toledo es la ciudad perfecta para retroceder en el tiempo, visitar Toledo es regresar de viaje al pasado para poder empaparse de toda la historia y de la esencia verdadera de la ciudad.

Toledo, la Ciudad de las Tres Culturas, antigua capital de España en la que convivieron mano a mano las culturas árabe, judía y musulmana. Prueba de ello son los vestigios que hoy en día permanecen intactos por toda la ciudad, sinagogas árabes situadas al lado de iglesias mudéjares, fiestas, tradiciones, etcétera.

Vista panorámica de la ciudad.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta ciudad medieval, se halla situada en una pequeña colina que domina todo el paisaje. Escenario de múltiples acontecimientos históricos en sus calles y plazas, conocer Toledo es conocer un poco más la historia de España. Toledo dispone de un gran patrimonio arquitectónico.

Cuna de artistas cuyo legado patrimonio es también un reclamo importante para los turistas que visitan Toledo, no debes perderte las obras de El Greco, que se pueden contemplar en varias de sus iglesias y museos. Toledo impresiona, una ciudad donde se unen la historia, el arte, la gastronomía y la arquitectura, un lugar único.

Toledo conserva la imagen de la ciudad medieval refugiada en murallas y torreones que dan paso a su impresionante casco histórico. Desde la Puerta de Bisagra hasta el Puente de Alcántara o el de San Martín, todo el recinto histórico ofrece numerosos lugares para visitar.

Su catedral, la Catedral Primada del siglo XIII, llena de majestuosidad, la plaza de Zocodover, centro de la vida de la ciudad y punto referencial tanto para el turista como para los toledanos. Testigo de ejecuciones de la Inquisición y que actualmente se halla rodeada de restaurantes y cafés. El imponente Alcázar frente al río Tajo, situado en la colina más alta de la ciudad es uno de los pocos edificios de Toledo que se encuentran fuera del casco antiguo. Son tan solo unos ejemplos de los muchos edificios y monumentos que alberga la ciudad.

Los amantes del arte podrán deleitarse en Toledo con sus numerosos museos como el Museo de Santa Cruz, el Museo Sefardí, el Museo de los Concilios Visigodos, el Museo de Victorio Macho o la Casa-Museo del Greco, donde se encuentran algunas de las obras más importante del pintor, uno de los personajes más ilustres y representativos de la ciudad.

Las sinagogas de Santa María Blanca y del Tránsito, el monasterio de San Juan de los Reyes, las mezquitas del Cristo de la Luz y de Tornerías son algunos de los edificios que demuestran la riqueza monumental que tiene Toledo.

Eso sí, conocer Toledo no es solamente recorrer sus calles y los monumentos que la ciudad acoge, para conocer Toledo hay que perderse en su colorido y la luz que emana, hay que impregnarse de la belleza de sus casas toledanas y solariegas, hay que disfrutar del colorido de sus tradicionales patios y sobretodo, hay que mezclarse con sus gentes y saborear su gastronomía exquisita.

La riqueza de la cocina toledana se basa especialmente en la matanza y la caza: diversos guisos de perdiz, conejo a la cazadora, las sopas de ajo o gazpacho son algunos de los platos típicos que podremos degustar acompañados de un buen vino y algún de D.O. La Mancha, con el colofón final de un postre elaborado a base del conocido mazapán de Toledo.

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