Tolerancia
El aliento ártico enrosca las montañas,
Haciendo castañetear los huesos del bosque.
Las gotas se aferran de las ramas:
Adornos enjoyados arrojados a la tierra.
Soportan la lluvia, la nieve, el viento y el frío. Resisten sin preocuparse del adorno de gotas de lluvia como glicerina, trémulos carámbanos de hielo, o coronas de nieve. No les importa cuando tal lustroso esplendor es estrellado contra el suelo. Resisten y esperan, el poder de su crecimiento aparentemente dormido. Pero por dentro, un florecimiento se construye imperceptiblemente.
Suya es la tolerancia de ser fieles a su naturaleza interna. Es con ese poder que resisten tanto las vicisitudes como los adornos de la vida, porque ni la mala fortuna ni la buena suerte alterarán lo que son. Nosotros deberíamos ser del mismo modo. Puede que tengamos una gran fortuna o mala suerte, pero deberíamos cargar con ambas pacientemente. Sin importar qué suceda, siempre debemos ser fieles a nuestro yo interior.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #189, Victoria
#189
Victoria
¿Puedes ser ambos, marcial y espiritual? ¿Puedes vencer a tu máximo oponente?
El ser marcial requiere disciplina, coraje y perseverancia.
No tiene nada que ver con matar. La gente falla en ver más allá de ese estrecho aspecto del ser un guerrero y así pasan por alto todas las excelentes cualidades que pueden obtenerse del entrenamiento. Un guerrero no es un cruel asesino. Un guerrero es un protector de ideales, de principios y del honor. Un guerrero es noble y heroico.Un guerrero tendrá muchos oponentes en una vida, pero el oponente último es su propio yo.
Dentro de la personalidad de un luchador hay una amplia selección de demonios a ser conquistados: miedo, pereza, ignorancia, egoísmo, egotismo y tantos más. Hablar de dominar a otras personas es intrascendente. El superar realmente los propios defectos es la verdadera naturaleza de la victoria. Es por eso que muchas religiones representan guerreros en su iconografía. Esas imágenes no son símbolos de la dominación sobre otros. Más bien son símbolos de la ferocidad y determinación que necesitamos para vencer a los demonios dentro de nosotros mismos.
Vía VivirTao