El sérum se ha convertido en uno de los productos de belleza imprescindibles para tratar la piel del rostro.
Pero, ¿sabemos todo lo que hay que saber sobre él? Por ejemplo, ¿cuándo comenzar a usarlo o cómo hay que aplicarlo?
El sérum facial es un suero que penetra en las capas más profundas de la piel actuando de manera más intensiva debido a su alta concentración de principios activos y, en algunos casos, por sus fórmulas de nanotecnología que consiguen que penetre directamente en las células de la piel.
Su textura suele ser ligera, como un suero, en gel y aporta una sensación refrescante.
Se utiliza para tratar los problemas o cubrir las necesidades específicas de la piel como pueden ser la falta de hidratación, luminosidad, firmeza, nutrición, las manchas en la piel o un exceso de sebo, entre otras.
El sérum se puede usar en momentos puntuales del año en los que nuestra piel necesita de esta cura o siempre como complemento para nuestro tratamiento habitual.
Y es que no sustituye a la crema facial sino que es su complemento ya que la crema actúa en las capas más superficiales de la piel mientras que el sérum penetra en las capas más profundas como os comentaba antes.
Sin embargo también es cierto que, hoy en día, hay algunos sérums que aportan a la piel la hidratación que necesita dependiendo de su estado.
Pero, por regla general, se debe aplicar 2 veces al día, mañana y noche, después de limpiar la piel en profundidad y antes de nuestro tratamiento habitual.
Otra de las cosas importantes a tener en cuenta es que la edad a la que se recomienda comenzar a usarlo es a partir de los 30 años que es cuando comienzan a ser visibles los primeros signos de envejecimiento cutáneo.
Aunque teniendo en cuenta que suelen ser fórmulas no grasas también es apta para las pieles jóvenes o para los hombres.
¿Sabíais ya todo ésto o este post os ha resulto alguna duda?