A veces, por falta de tiempo, vagancia o vaya a saber una que, dejamos de hacer cosas que realmente son fáciles pensando lo contrario.
Ese es el caso de los tomates confitados.
El único inconveniente que tienen es la demora en el horno.
Pero: ¿que trabajo nos insume poner la asadera en el horno e ir a mirar una peli con aire acondicionado, o relajarnos un largo rato en un baño de inmersión, o postear una entrada en el blog mientras el horno hace su trabajo? Ninguno!
Por eso, no hay excusa para no probarlos, y tener unos siempre a mano, para disfrutar en cualquier preparación que se nos ocurra: tarta, pastas, empanadas, sandwiches... lo que quieran, no hay límites.
Esta vez, viendo los tomates de Agus de Ponete el delantal, me decidí y confité los mios para unas empanaditas gourmet que comimos en Navidad y Año Nuevo. Proximamente la receta.
Tomates confitados
Ingredientes:
1 kilo de tomates perita (o todos los q entren en una asadera, ya que es una cocción larga y conviene optimizarla)
Aceite de oliva, cantidad necesaria
Sal y pimienta
6/7 ramas de tomillo fresco
2 hojas de laurel
4 dientes de ajo
2/3 cucharadas de azúcar
Procedimiento:
1. Lavar y cortar los tomates en cuartos. Colocarlos en una asadera grande cubierta con aceite de oliva del lado de la piel.
2. Espolvorear los tomates con el azúcar, salpimentar y rociarlos con más aceite de oliva.
3. Colocar desparramados sobre los tomates los dientes de ajo aplastados, el laurel y el tomillo.
4. Cocinar en horno suave, aproximadamente 3 horas. Cerrar la puerta de la cocina y prender el aire o un ventilador.
5. Cuando los tomates esten dulces y caramelizados, retirar y guardar en recipientes herméticos, con el aceite acumulado en la asadera, los ajos y las especies. Conservar en la heladera.