Tomates secados al sol

Tomates secados al sol

Por Dolega 1 agosto, 2013 Comer y Beber 9 comentarios

El otro día fui a la casa de mi amigo Víctor y  vi que echó algo raro en un guiso que estaba haciendo.

Le pregunté sobre el tema y me dijo que era un tomate secado al sol. Que los hacía él y me convenció de las bondades de semejante técnica de conservación, así que transmito la receta y cómo los he hecho yo.

 Tomates secados al sol

Le digo al Consorte que me traiga cinco kilos de tomates de pera maduros, que no estén pasados y que sean pequeños (He leído que cuanto más pequeño sea el tomate, mejor)

Él trae los que le gustan. Su apreciación de pequeños, vamos a dejarlo…

Se lavan bien para quitar impurezas, se secan, se parten por la mitad y se espolvorean de sal.

Como el recipiente era metálico, le puse en el fondo papel encerado. He leído en internet que hay gente que le pone papel de aluminio para incrementar la temperatura y acelerar el proceso.

Con el resto hice un experimento:  les puse sal y orégano, me encanta esta mezcla.

Como van a tener que estar al sol unos cuantos días, lo mejor es cubrirlos con algo que deje pasar el sol, pero que a la vez permita que evapore la humedad, porque se trata de secarlos, no de cocerlos.

Hace muchos años le hice a la Niña un disfraz de hada madrina y me sobraron restos de tul, así que lo aprovecho. Así me aseguro de que no anden bichos dentro de los tomates. Antes de encontrar los restos de tul, la mejor opción me parecía una media vieja de las de mujer, color carne.

Ahora la técnica es muy simple. Se tienen todo el día al sol, pero es muy importante meterlos por la noche, para que el rocío no los vuelva a hidratar.

A mí me ha tardado seis días, pero también es verdad que ha habido dos días de lluvia en los que han tenido que estar dentro de casa y que los tomates, en mi opinión eran demasiado grandes.

Aspecto el día dos:

Aspecto del día 4:

Aspecto del día 6:

Creo que la próxima vez le voy a quitar las pepitas antes de secarlos, me ha costado mucho hacerlo cuando ya están secos y mucho del orégano se ha ido con ellas.

Una vez que ya están secos, les he quitado las pepitas con un cuchillo y los he metido en bolsas. Se guardan en un sitio fresco y seco. Duran alrededor de unos 18 meses.

Lástima que no se puedan transmitir olores por internet. el aroma del tomate mezclado con el orégano es realmente exquisito.