No sé si a Disney le merece la pena promocionar una atracción a pesar del inevitable resultado que a priori promete su adaptación al cine, imagino que sí, porque en caso contrario el masoquismo terco no me encaja demasiado con la astucia que este imperio audiovisual demuestra para oler un negocio. El caso es que obviando la parafernalia que acompaña al proyecto y el gancho inicial que supone para España que una parte haya sido rodada en Valencia, la premisa de la que se parte no deja mucha opción a una historia atractiva si no es haciendo gala de ingenio y un guión virtuoso. Ninguna de las dos condiciones se cumple en este batiburrillo futurista y filosófico que sitúa en un lugar más allá del espacio y del tiempo llamado Tomorrowland la salvación del mundo de la destrucción a la que nosotros mismos lo estamos avocando. Como responsables de esta dispersa y a ratos bastante confusa misión tenemos a un George Clooney desganado y perdido que parece haberle pillado el punto al argumento igual de mal que un servidor y a la jovenzuela Britt Robertson como optimista compañera en la ardua empresa propuesta. Reconoceremos también sin duda el rostro de Hugh Laurie, que para estos papeles sin pena ni gloria alguna bien podría seguir interpretando al mordaz doctor House…
Y sin necesidad de ponerse hipócritamente trascendentes hablando de las carencias económicas mundiales, cabe resaltar la enorme obscenidad de asistir al resultado de despilfarrar una verdadera millonada de dólares (180 millones de presupuesto y otros 150 en marketing variado), Disney no se anda con menudencias, un producto soporífero y deslavazado, carente de ritmo y desconocedor de sus propias intenciones, a mitad de camino entre lo trascendente y lo “familiar” marca de la casa. Todo bien agitado, mezclado y aderezado por supuesto con una pizca de música tramposa, igualmente marca de la casa, que te insta a sentir lo que tus ojos niegan categóricamente.
Con todo, los que pasen por estas líneas habitualmente sabrán que no soy del gusto de la crítica feroz, y que siempre intento respetar el trabajo hecho y resaltar también las virtudes, por pequeñas que sean, y que el público decida. Así las cosas me pongo a rebuscar en este Tomorrowland y les puedo asegurar desde mi propia experiencia personal que si bien estamos ante una película definitivamente fallida, si tienen problemas para conciliar el sueño, esta es una cara pero efectiva solución; un visionado nocturno de este ejemplo de cómo perder el interés hasta el enfado y tendrán más posibilidades de cerrar los ojos más pronto que tarde en busca de mejores cosas que soñar…
Dirección: Brad Bird. País: USA. Género: Ciencia-ficción. Duración: 130 min. Intérpretes: George Clooney (Frank Walker), Hugh Laurie (David Nix), Britt Robertson (Casey Newton), Raffey Cassidy (Athena). Guión: Damon Lindelof, Jeff Jensen y Brad Bird. Música: Michael Giacchino. Fotografía: Claudio Miranda. Estreno en España: 29 Mayo 2015.