Esta Torre, única que queda en pie de la Catedral, fue diseñada por Alvar Martínez:
La torre fue diseñada e iniciada por Alvar Martínez. La construcción se inició en el año 1425, inmediatamente después de terminar Alvar Martínez el claustro. El trabajo de Alvar Martínez llegó hasta la culminación del cuarto cuerpo. Es gótica, con alguna influencia mudéjar. Tras una elevada base de planta cuadrada (en cuyo interior se aloja la capilla del Tesoro) se superponen cuatro cuerpos y por encima un quinto cuerpo de menor altura. En el segundo cuerpo tenía su vivienda el campanero y el tercero sirvió de prisión eclesiástica. Entre el primer cuerpo y el segundo se desarrolla horizontalmente un friso de mármol negro donde se ven realzados en mármol blanco los escudos del arzobispo Juan Martínez de Contreras (1422-1438). La altura total alcanza los 92 m.
Alvar Martínez no dejó trazas ni dibujos para continuar la coronación. El remate de la torre con el cuerpo octogonal fue obra del arquitecto Hanequin de Bruselas, que llegó para trabajar en esta catedral junto con un grupo de grandes figuras: Egas Cueman, Enrique Egas y Juan Guas entre otros. El cuerpo octogonal está acompañado de pináculos y arbotantes y se remata con una flecha que soporta tres coronas imitando una tiara.
La Torre de la Catedral necesitaba resistir el peso de las campanas:
La Torre, de noche. Con la iluminación, se aprecian aún mejor sus características.«esta soportó el terrible terremoto ocurrido en Lisboa el 1 de Noviembre de 1755, día de Todos los Santos. Los daños afectaron a muchas de las torres de las catedrales e iglesias de España. En Baeza se desplomó su catedral entera, la torre de la iglesia de Santa María de la Mesa en Utrera, quedó totalmente destruida. A la Giralda de Sevilla se le cayeron varios de sus remates y por las vibraciones del seísmo y el movimiento de la tierra, sus campanas tocaron solas. Sin embargo la torre toledana no se resintió, aunque quizás por este motivo, parece estar algo torcida cuando se la observa desde la lejanía.
Para soportar parte del conjunto de sus campanas, se fabricó un segundo cuerpo tan sutil como esbelto y de una refinada exquisitez. Dicen que este segundo cuerpo de la torre y su chapitel se parecen al de la iglesia nueva de Delft en Holanda. Pero aunque el maestro de la toledana fue el holandés Hanequín de Bruselas que nos legó un alto cuerpo calado octogonal de forma totalmente octogonal, en la de Deflt dicha zona es más alta, estando dividida en dos partes.
Y ello era necesario porque esta Torre cuenta con la cuarta campana más grande del mundo, aunque durante algún tiempo fue la segunda:
La cuarta es la de San Eugenio o “Campana Gorda” de la catedral de Toledo, con un peso mayor de 17 toneladas, siendo hasta hace pocos años la segunda activa del mundo, colocada el año 1755.
La idea de fundir esta extraordinaria campana, fue porque el cabildo de la Catedral de Toledo, pensaría que para tal catedral, tal campana. Antes hubo otra en su lugar en el siglo XVI. Se erigió en 1569, por el canónigo obrero D. Pedro Manrique, siendo arzobispo D. Fr. Bartolomé de Carranza que fue acusado por la Inquisición, muriendo en Roma.
Su cuerpo ha sido trasladado hace unos años desde allí a su sepultura en el templo toledano. Era denominada aquella campana, por Blas Ortiz en su obra “Summi Templi Toletani Descriptio” de 1549 como “Cananca”, posiblemente por su sonido.
Era entonces la campana algo más pequeña y estaba dedicada desde el principio a San Eugenio, primer obispo cristiano de Toledo en el siglo VII. Se fue cascando con el tiempo y se volvió a fundir añadiendo más metal en 1637, colocándose en su lugar ese mismo siglo XVII, aunque también se desgració esta.
Ya en el siglo XVIII se llegó a la conclusión de cambiarla por otra más grandiosa y con mejor sonido. Dieron la orden para ello el infante y cardenal primado Luis Mª de Borbón y el canónigo obrero Andrés de Munárriz, para sustituir a la anterior.
El enlace tiene algunas fotos muy interesantes, así como mucha más información.
Sin embargo, no es la única torre con la que contó la Catedral. Hasta 1888, había otra: la Torre del Reloj, de la que tenemos varias fotos que podéis ver en este blog.