Ya vienen…ya se acercan…ya están aquí!!
Creo que hay dulces que se disfrutan mucho más cuando se comen sólo en ciertas fechas señaladas como son los turrones, pannettones, buñuelos o torrijas.
Una buena torrija me hace literalmente babear, y me acuerdo mucho de la última semana Santa que pasé con mi padre y cómo disfrutamos comiendo el tradicional frit mallorquín y de postre unas torrijas tradicionales.
La receta del frit mallorquín la tenéis aquí escrita por él como cocinero invitado al blog, desde que él ya no está no he vuelto a probarlo. Ya llegará el día.
La receta de hoy es bien sencilla, sólo hace falta disponer de un moscatel de calidad y un buen pan de 1 o 2 días, preferiblemente hecho para tal fin. Yo lo rebajé con una pequeña parte de agua para que salieran un poco más suaves porque mi moscatel era muy cañero, y al evitarte la infusión de la leche la hacen mucho más rápidas de hacer.
INGREDIENTES
- 250GR pan para torrijas (o pan de un par de dias)
- 200ml de moscatel
- 25ml agua
- 1 huevo
- 1 chorro de leche
- Azúcar y canela para rebozar
ELABORACIÓN
- Cortamos el pan en rebanadas.
- En un bol con el moscatel y el agua vamos bañando las rebanadas por ambas caras dejando que empape. Las reservamos en otro plato.
- Calentamos aceite de girasol en una sartén.
- Batimos el huevo a temperatura ambiente con un chorrito de leche, y untamos rebanada a rebanada.
- Las freímos por ambos lados y dejamos reposar encima de papel absorbente para que se vaya el aceite sobrante.
- Las rebozamos en azúcar mezclado con canela al gusto.
**Notas
- Empezar con la cantidad de moscatel que os indico, si véis que os quedáis sin añadir más. Dependiendo del pan que utilicéis y como sea su miga, absorberá más o menos.
- Yo las hago en cadena, las baño todas y luego voy rebozando en el huevo y echando en el aceite caliente una a una.