Otro año más, y ya van... tres. Tres años hace ya cuando, un lunes 30 de enero, comenzaba esta grata aventura de escribir un blog con mis recetas (las que heredé de mis múltiples raíces familiares, las que comparto con mi gente, las que preparo en el día a día de mi cocina, las que me enseñan o transmiten amigos y parientes, las que aprendí en mis viajes) y con aquellas que, desde algún libro o revista, me entusiasman o seducen y deseo compartir con ustedes... Tres años que pueden no parecer muchos, pero (está claro) que para la existencia de este humilde blog es toda una vida ;) Tres años en los que fuimos conociéndonos, acercándonos, divirtiéndonos, perfeccionándonos...
Por ello, comienzo esta entrada dándoles mil gracias a mis amigos blogueros, seguidores-lectores pacientes y fieles, y visitantes esporádicos por su amistad, cariño, buena compañía, consultas, recomendaciones y comentarios. Por estar ahí - en las buenas y en las malas - dándome ánimos, compartiendo mi cocina (y con ella, mis anécdotas) y festejando mis alegrías. ¡Gracias! ¡Muchas gracias! :D
Desde lo que va del comienzo de este nuevo año, me he dedicado a publicar recetas bien sanas para reponernos de los excesos (de fin de año y en general). Pues, ya casi a las puertas de febrero, esta propuesta no será la excepción. Si bien estamos de festejos, podemos hacerlo sin quebrantar demasiado esta premisa. Entonces, festejaremos con una exquisita torta de remolachas, semillas, especias y chocolate que no tendrá nada que envidiar a sus pares más cremosas y rellenas (A quedarse hasta el final porque también les ofreceré versión vegana y apta para celíacos de esta receta).
Una torta de festejos a base de remolachas (saben cuánto me gusta la pastelería que emplea hortalizas), con semillas deliciosas, perfume a naranjas y especias, y chocolate tentador. ¿Qué más podemos pedir para celebrar un cumple-blog? ¡A tomar nota de los ingredientes!
Limpiá y cociná al vapor 400 gramos de remolachas hasta que estén tiernas. Luego, pelalas y transformalas en puré.
En un bol, mezclá el puré de remolachas con 3 yemas (de huevos pastoriles, ecológicos o de campo), 300 gramos de miel (orgánica), 180 cc. de aceite de coco, las especias (1 cucharadita de canela en polvo, 1 cucharadita de jengibre en polvo, 1 cucharadita de nuez moscada en polvo, 1 cucharadita de clavo de olor en polvo y 1 cucharadita de cardamomo en polvo), y la ralladura y jugo de una naranja. Reservá.
Aparte, en otro bol, mezclá 100 gramos de harina de maíz con 150 gramos de harina integral fina, 80 gramos (también pueden ser 100 gramos, sin ningún problema) de mix de semillas (en mi caso, quinua, amaranto y chía) y 1 cucharada de polvo para hornear. Luego, añadí la mezcla de puré, especias, yemas, aceite, naranja y miel. Incorporá muy bien todos los ingredientes hasta amalgamar ambas preparaciones.
Entonces, batí 3 claras de huevo junto con una pizca de sal hasta obtener claras a punto nieve, y agregalas a la mezcla anterior por partes, con movimientos envolventes.
Por último, verté la mezcla obtenida en un molde enmantecado y enharinado, y cocinala en horno precalentado a 180°C por 45-50 minutos (o hasta que supere la prueba del palillo).
Esperá unos minutos antes de desmoldar la torta, una vez que la retires del horno (para que te resulte más sencilla - y menos riesgosa - la tarea), y dejala enfriar sobre rejilla.
Luego, bañá con 150 gramos de chocolate semiamargo (de muy buena calidad) la cubierta de la torta. Una vez fría, serví, si lo deseás, acompañada por helado (casero, mucho mejor) de crema, vainilla o mascarpone, o por un copete de queso crema o mascarpone.
Algunas observaciones y recomendaciones finales: En lugar de semillas de quinua, amaranto y chía (sé que en algunos lugares no son fáciles de conseguir; pero, búsquenlas porque se encuentran y son excelentes alimentos, aliados de nuestra dieta) pueden utilizar semillas de sésamo en cualquiera (o todas) sus variantes (blanco, integral y negro), semillas de amapola (que van de maravillas en pastelería y panadería), semillas de calabaza y/o girasol (ligeramente picadas). O, si lo prefieren, pueden reemplazar las semillas por frutos secos picados (nueces, almendras y avellanas combinan muy bien con estos ingredientes).
Si desean convertir a esta receta en apta para celíacos, deberán reemplazar la harina integral fina por harina de arroz, harina de mandioca/yuca o fécula de maíz. Además, deberán observar que el chocolate de la cobertura no contenga gluten/T.A.C.C.
En cambio, si lo que buscan es transformarla en una receta vegana, deberán reemplazar los huevos por puré de bananas bien maduras, puré de manzanas o semillas de lino hidratadas en agua. Aquí las proporciones: Por cada huevo deberán utilizar una banana, 1/3 de taza de puré de manzanas o 1 cucharada de semillas de lino, remojadas en 3 cucharadas de agua potable.
El aceite de coco puede sustituirse por cualquier otro aceite neutro (girasol y maíz le quedan muy bien).
Si desean transformar esta torta en una versión más festiva-calórica-rellena pueden rellenarla con crema o crema de chocolate.
La remolacha es rica en ácido fólico, fibras (solubles e insolubles), hierro y vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B6). Además, contiene yodo, sodio, potasio y fósforo. Por todo ello, posee antioxidantes que bloquean el efecto dañino de los radicales libres (previniendo el envejecimiento, el estrés oxidativo y enfermedades como el cáncer), es desintoxicante, reguladora hepática y contribuye al normal funcionamiento intestinal. Entretanto, ayuda a reducir el colesterol "malo" en sangre, aumentando el colesterol "bueno" y es una excelente aliada de nuestro sistema inmunológico.
El aceite de coco reúne una serie de particularidades que lo convierten en un aliado de nuestra salud, nuestra cocina y nuestra dieta. A saber: Como funde a una temperatura muy alta no se oxida (ergo, no se vuelve venenoso para nuestra salud) al momento de cocinar con él. Aunque pueda parecer extraño, no tiene gusto dulce y, por ello, es ideal para preparar comidas y condimentar recetas sin condicionamientos de sabor. Se extrae de la pulpa del coco (por ello también se lo conoce como crema de coco) y puede conservarse sin mayores inconvenientes por mucho tiempo, en estado sólido o líquido. Con él pueden prepararse salteados y ensaladas, smoothies y batidos, grillados, recetas de pastelería y sopas, por citar algunos ejemplos; además, en estado sólido, se lo puede emplear en sustitución de la manteca/mantequilla en tostadas. Asimismo, como posee ácidos grasos/triglicéridos de cadena media, se digiere con mucha facilidad (lo que aligera el trabajo de hígado, páncreas y sistema digestivo en general), convirtiendo a nuestras comidas en más livianas y sanas. Incluso, varios estudios señalan que es un aliado a la hora de bajar de peso (porque acelera nuestro metabolismo y produce saciedad), producir antioxidantes, prevenir enfermedades cardiovasculares, eliminar virus, hongos y bacterias, y mejorar la condición cerebral de enfermos con Alzheimer. Por último, es un excelente beneficiario de nuestro cutis y cabello, aportándoles brillo y lozanía. Aunque, en ocasiones, no es tan fácil de conseguir, bien vale la pena el esfuerzo porque es sabroso y saludable. Puede adquirirse en dietéticas, comercios naturistas y sección de productos importados o específicos de algunos supermercados.
En fin, para este cumple-blog saludable les he presentado una torta distinta, sencilla y muy sana que estoy segura les gustará porque es muy perfumada, bien húmeda por acción de la remolacha y el jugo de naranja, con algunos crocantes de las semillas y con esa cobertura de chocolate que permite un excelente contrapunto con la masa. Además, su color y aroma nos invitan a probarla apenas la descubrimos. Acompañada de helado o queso hará las delicias de todo mundo y será una de esas recetas que nos piden que repitamos, aunque sea, de tanto en tanto.
Antes de despedirme, quiero agradecer a la sección Paseo por la gastronomía de la red de Directo al paladar (o a quien enviara la recomendación para incluir mi receta) por haber mencionado a este blog en su selección de recetas ligeras para los propósitos de este nuevo año.En cuanto a agradecimientos, no quiero despedirme sin volver a agradecerles (¡mucho, mucho, mucho!) por acompañarme todo este tiempo. Espero seguir contando con ustedes para los proyectos e ideas que tengo preparadas para este nuevo año del blog con muchas más recetas y preparaciones deliciosas, fáciles y sanas para incluir más vegetales, frutas, semillas y legumbres en su día a día.
¡Hasta la próxima! Disfruten de los pequeños placeres de la vida, de sus seres queridos y de experimentar en la cocina.