Seguimos con espíritu carnavalero. Último día del finde largo, muertos de calor, pero no por eso con menos ganas de festejar!
Además, no hay manera de evitar los cumpleaños de verano: son muchos, y siempre tiene que haber torta.
Siguiendo con la temática de pintamanos, recurrí a la mayor especialista en tortas que conozco, Mica, y me dijo que era posible que yo hiciera la famosa torta sorpresa, que no era tan difícil.
La torta sorpresa hace años que anda circulando por las redes: para Pascua con un conejito, para San Valentín con un corazón, para bebés, con alguna forma rosa/celeste depende la ocasión... con números, con círculos de colores... un montón.
Me imaginaba más o menos la técnica, pero Mica me pasó unos tutoriales que realmente me ayudaron un montón. Le pifié un poco con la forma: ahora que la vi terminada y se como se ve de adentro, creo que el formato budín (rectangular) es ideal para que el efecto de la sorpresa en el corte sea 100% perfecto. En la torta redonda, siempre quedan huecos entre las figuras...
Es ideal hacer un bizcochuelo rico, con una cobertura generosa y también rica, ya que la torta no se puede partir para rellenar, o perderíamos el efecto de las figuras en su interior.
Yo elegí la receta clásica de Magnolia Bakery y, a pesar de sus fallas de torta primeriza, fue un éxito! 👌
Hay una receta!