Estas riquísimas tortas, de origen árabe, son típicas de la zona de la Axarquía Malagueña.
Son muy fáciles de preparar y deliciosas, para una merienda de fín de semana con sabor a pueblo, por no hablaros del olorcito que os deja en la cocina cuando se hornean..uhmmmm!
Ingredientes:
250 grs. de harina de repostería
2 cucharadas colmadas de almendras molidas
125 c.c. de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas colmadas de azúcar
60 c.c. de vino dulce
1 cucharadita de ajonjolí
1 cucharadita de anís en grano
1 cucharadita de canela molida
1 trozo de piel de limón sin nada de blanco
1 pizca de sal
Instrucciones:
Ponemos a calentar el aceite a fuego suave.
Cuando esté caliente, introducimos la piel de limón, la dejamos a fuego lento hasta que veamos que empieza a freírse, retiramos la sartén del fuego.
Añadimos la cucharadita de ajonjolí y de anís en grano, dejamos que se infusionen con el calor residual que queda en el aceite. También le ponemos el azúcar y la disolvemos bien.
A continuación le mezclamos el vino dulce, reservamos.
Por otro lado, en un bol grande, unimos harina, almendra molida, canela molida y pizca de sal, mezclamos.
Hacemos un hueco en el centro y le ponemos la mezcla de la sartén, que ya estará casi fría, sin la piel de limón. Si queréis, podéis colarla, pero lo suyo es encontrarte los granos de anís y ajonjolí cuando te comes las tortas.
Mezclamos todo muy bien con la mano, para este tipo de masa es la mejor amasadora..
Hacemos una bola y dejamos reposar, durante una hora, en la parte baja del frigo.
Una vez haya reposado, pesamos la masa y la dividimos en bolitas del mismo peso, eso es muy importante para que se horneen uniformemente. A mí me han salido 13 de un peso aproximado de 38 grs. cada una.
Vamos precalentando el horno a 180 grados.
Forramos una bandeja con papel sulfurizado ó sil-pak.
Le damos forma de tortas, yo he utilizado la base de un vaso, las vamos colocando en la bandeja.
Las horneamos durante unos 14-15 minutos, depende del horno.
Yo, por mi cuenta, las espolvoreé con azúcar moreno a mitad de cocción.
Para saber si están, levantáis, con cuidado, una de ellas y, si la base está ligeramente dorada, las retiráis. No esperéis a que la base esté oscura porque se os quedarán duras.
Las sacáis con cuidadito con una espátula y las dejáis enfriar sobre rejilla. Al enfriarse endurecen un poco.
Cuando estén frías las conserváis en una lata metálica.
Os váis a resistir? :)