Esta tarde hemos tenido un cumple, bueno seis, pero sólo una fiesta. La niña ha comido muy poco, un par de bocaditos de un sándwich de Nocilla y otro par de uno de jamón y queso. Imagino que el que poco antes, al salir del cole y llegar a casa, le haya dado la remerienda (en el cole merienda a las 4 h. o así) habrá tenido algo que ver, además de su repentino lloro y pena porque mamá no estaba con ella en el momento merienda, y otras mamas sí (a ver, mi costi no había llegado, el peque estaba en el carro durmiendo fuera, yo estaba de tertulia con otras mamás y, lo más importante, nos habían dejado claro nada más llegar que los papás fuera, que ya se encargaban de los peques ellos, los monitores, hasta que sacaran la tarta). En fin, que no ha comido nada a pesar de haberme quedado con ella hasta que ha decidido que mejor dejaba de llorar y se ponía a dibujar y a jugar. Y aun así me he quedado otro buen rato más.
Bueno, todo esto lo digo porque después de otros cumples lo normal ha sido un vaso o tazón de leche con galletas y a dormir, pero hoy no, porque la niña ha salido de la bañera con hambre. Lo más fácil y rápido que se me ha ocurrido ha sido una tortilla, y por añadirle algo le he puesto taquitos de jamón serrano (ni acordarme de hacer una foto, qué rabia!).
Haciéndose la tortilla de jamón (Fuente imagen: San Google)
Desde hace un par de semanas tenemos en casa
gazpacho andaluz, que nos encanta a los tres. Es el Tradicional de Mercadona, buenísimo!, así que hemos completado la cena con esto. Hoy de postre un yogurt natural (sin azúcar).
Gazpacho andaluz
Éxito en la niña: 8/10. La tortilla no le apetecía mucho, aunque la ha comido casi entera. El gazpacho lo ha devorado.