Es una enfermedad que nos suena a una época lejana, aunque es en parte cierto, desde la vacuna, aun nos encontramos algunos casos de tos ferina en niños, aunque se ha reducido a tan solo 1 entre 100.000 niños, además el riesgo que supone la tos ferina ya no es el que era hace 50 años, analizaremos los casos de esta enfermedad, sus síntomas y como debemos tratar la tosferina.
Que es la tos ferina.
Se trata de una enfermedad infantil ya que afecta en mayor número a niños menores de 5 años, aunque se puede padecer desde el mismo nacimiento del niño sin tope de edad, la tos ferina no se suele dar en España, limitándose a 1 caso por cada 100.000 niños.
La tos ferina es una enfermedad infecciosa, que afecta directamente a las vías respiratorias de los niños. El mayor problema de la tos ferina era su alto indice de contagio a través de las vías respiratorias, aunque con la vacuna ha dejado de ser una enfermedad de alto riesgo como llego a ser.
La época del año en la que más afecta la tos ferina es en las épocas de verano y de primavera, aunque en los países del primer mundo ya no suponga un riesgo gracias a la vacación aun nos encontramos un gran número de países los cuales a día de hoy siguen sufriendo las duras consecuencias de esta enfermedad.
Los síntomas de la tos ferina.
La tos ferina tiene un periodo largo de incubación dentro del cuerpo de los niños, podemos estar hasta 15 días con la bacteria y no haber empezado a sentir ningún síntoma característico de la tos ferina, una vez que empieza a afectar al cuerpo, encontramos una serie de síntomas muy característicos de la enfermedad:
- Lo primero es la aparición de la tos, en forma de crisis en las que se suele acabar con vómitos. Las crisis de tos pueden ser seguidas o separarse en el tiempo.
- Ante el tratamiento, esta tos irá disminuyendo lentamente, puede durar de 1 a 3 meses.
- Al principio es fácil confundirla con un simple catarro, aunque con el tiempo ira empeorando.
- Por alguna motivo, los ataques de tos, suelen ser más habituales y fuertes durante la noche.
- Cuando la tos ferina se complica puede llegar a afectar a el sistema nervioso y el miocardio.
El tratamiento.
El problema más grave del tratamiento para la tos ferina, es que se determine lo antes posible, al tener unos síntomas que nos pueden llevar a equivoco, es el mayor problema a la hora de diagnosticarla, con lo que al final debemos tratar con antibióticos al niño.
En España es una de las vacunas obligatorias que se suministra de las primeras que se le ponen a los bebés, esto ha conseguido reducir los casos a un número ínfimo.