Revista Cultura y Ocio
El otro día, recorriendo las tiendas de Fuencarral, donde me siento bastante desplazado por viejo, gordo y anticuado, pero donde me gusta seguir comprando cosas extemporáneas, escuché un mix de esos de tienda de ropa que utilizan, junto al olor intenso a no se qué, para ahuyentar a los mayores de 30. Intentad, treintañeros que me seguís, entrar en una tienda de esas que tanto éxito tienen entre jovenzuelos, Abercrombie y me decís cuanto tiempo aguantáis dentro sin ganas de masacrar a todo el mundo.Pues eso, que escuché un mix de esos. Y me dije: "Me están ahuyentando con cumbia?" MAL LO LLEVAN!.Efectivamente lo que se oía era un destrozo que habían hecho con "El Pescaor" de Toto la Momposina, la grande de la cumbia colombiana; la reina de la música afrocolombiana o afroamericana, que también lo es. Y es quizá una de las más fieles a los estilos antiguos de este tipo de mixturas que se dieron en la época colonial en la costa caribe de lo que hoy es Colombia.Una figura enorme de la música erudita (esta también lo es, creedme) y del ritmazo que deja a muchos cubanos y brasileños que se creen el no va más del africanismo americano, a la altura del barro.Así que, niños, no vengáis a Noé a hablarle de chubascos.Ahí os la dejo.