Un gol de Totti en el minuto 57 no manda al equipo de Ancelotti para casa, pero le deja por Estados Unidos dando vueltas hasta el 2 de agosto, cuando se enfrentará al Manchester sin nada en juego para los blancos. Los de Ancelotti no disputarán la final en el Sun Life Stadium el próximo 4 de agosto tras la derrota de ayer ante el Roma.
La única alegría que se llevaron los 57.512 espectadores del Cotton Bowl fue ver la cara de Cristiano Ronaldo por el videomarcador gigante del estadio en los minutos 20’ y 79’. Con esto, se resume el partido del Real Madrid en Dallas. Una decepción para los aficionados norteamericanos y un disgusto para los trasnochadores desde España, porque el final del encuentro dejó una esperpéntica imagen, con más de una treintena de espontáneos saltando al césped y una interrupción del juego durante varios minutos.
Un partido de preparación con 27º de temperatura y 68% de humedad, en el que el árbitro tuvo incluso que brindar un tiempo muerto a los futbolistas en la primera mitad. “Es el mejor sitio de preparación por los rivales y las instalaciones”, recordaba Ancelotti tras el primer encuentro del torneo. El primer título de la temporada, el 12 de agosto en Cardiff, evaluarán las palabras del técnico italiano. Casillas, Ramos, Xabi Alonso y Modric disputaron ayer su primer partido de preparación. La principal novedad fue ver al croata volcado en la izquierda y a Xabi algo más adelantado que de costumbre, por delante de Illarra. Iker no tuvo trabajo, porque el Roma no se acercó al área del Madrid con peligro en la primera mitad. Esta competición tiene tanto sabor a competición que Diego López subió a rematar un córner en el último minuto del partido para aspirar a seguir teniendo opciones. Pero no. No se pudo enmendar los desaciertos del primer tiempo ni la confusión del segundo.
Y eso que el choque empezó con buen sabor de boca en el minuto 2’. Una falta de Modric desde la izquierda que cabeceó Ramos fuera por muy poco. Una acción muy parecida al inolvidable gol en el minuto 93’ de Lisboa. Los blancos desaprovecharon varias oportunidades notables en la primera mitad. Isco en el minuto 4’ se estrelló contra un defensa, Bale marró una ocasión clara dentro del área en el minuto 19’, Ramos puso de nuevo en jaque al guardameta Skorupski en córner botado por Modric el minuto 40’ y Lucas acarició el gol dos minutos después, pero el guardameta romano le amargó la noche. La equipación rosa no dio suerte en su estreno.
En la segunda mitad, Ancelotti introdujo cuatro cambios: Diego, Arbeloa, Nacho y De Tomás por Iker, Pepe, Coentrao y Lucas. Mantuvo a Isco todo el partido, alternando con Bale en la posición de falso nueve. También aguantaron el choque completo Carvajal (que en la segunda mitad jugó en el lateral zurdo) e Illarramendi. Faltó un killer. En el minuto 57’, Totti dejó pasar un balón a Florenzi, que desde la banda derecha centró para el propio Totti. Il Capitano marcó con la derecha y dejó al Madrid grogui el resto del partido.