EL PALACIO DE LA BERBIE
"Berbie" es la transformación de la palabra Berbia (o, según las regiones, Bisbia), que significa "obispo". Detalle divertido, ya que este término ha dado lugar, en francés coloquial, a la palabra "Bisbille), que significa querella sin importancia, lo que refleja el modo en que eran consideradas las disputas de derecho canónico de los obispos.
ACCESIBILIDAD
Al palacio se entra por un firme adoquinado como podeis comprobar en el vídeo.
Superado este adoquinado que nos dará un masajito gratis, accedemos al interior del recinto sin escalones. Para acceder a la sala de abajo, lo hacemos por una plataforma especial que también podeis ver en este vídeo.
A las salas superiores subimos con la misma plataforma. Por estas salas podremos disfrutar con las diferentes etapas del artista, así como con obras de otros artistas contemporáneos y amigos de Toulouse-Lautrec.
El precio de la entrada se reduce un 50% para las personas con capacidades diferentes y que lleven en su poder el correspondiente certificado.
Perdonad por la calidad del vídeo pero estaba prohibido filmar y fotografiar, cuando realizaba el vídeo de aquí arriba me vino un guardia gritando al que le contesté (no compren pan, no compren pan ), por supuesto hablo francés, a ver que os pensais, pero fue una manera de campear el temporal....
Vista de Sainte Cecile desde el Palacio de la Berbie.
Hacia 1265 a Bernard de Combret se le ocurrio empezar la construcción de una residencia episcopal, cerca de la primera catedral, actualmente desaparecida. Bernard de Castanet la convirtió en una fortaleza, con una torre del homenaje maciza y un importante recinto fortificado visible desde la terraza habilitada a orillas del Tarn. Esta muralla, que en su origen estaba destinada a limitar el acceso a la torre del homenaje, se fue transformando con el paso de los siglos. A finales del s. XVII, el patio, en otro tiempo ocupado por el ejército, se convirtió en un jardín a la francesa diseñado Le Nôtre, de aspecto claramente menos guerrero.Desde 1922, La Berbie es sede del Museo Toulouse-Lautrec, creado por su primo Gabriel Tapié de Céleyan y su fiel amigo Maurice Joyant según los designios de la madre del artista. TOULOUSE-LAUTREC
De todos es conocida la capacidad diferente de este genial artista. Se trataba, según dicen, de una enfermedad genética, probablemente debido al matrimonio cosanguíneo de sus padres que eran primos-hermanos. De salud delicada, además de su físico con piernas cortas y bastantes rasgos coincidentes con la acrondoplasia "enanismo", soportaba una salud delicada que le impidió hacer sus estudios normalmente en el liceo Fontanes (Condorcet) de París, donde estaba inscrito. De adolescente revela sus deficiencias e incrementa una debilidad osea que origina dos fracturas de las piernas, ésto le hará renunciar a la vida de grandes aires, a las partidas de caza y a sus sueños de jinete.
Acostumbrado a ver dibujar a su padre y a sus tíos, en un medio familiar de grandes hidalgüelos provincianos y ociosos, era natural que Lautrec desarrollara su talento.
Recorrió varios talleres de amigos y conocidos donde aprendió las técnicas del carbón.
Todo se le quedaba pequeño a este genial artista, Fernand Cormom, pintor académico de escenas históricas o mitológicas, enseña a sus discípulos el dibujo y la composición, sin dejar de incitarlos con liberalidad a pintar fuera de su taller.
Con sus condiscípulos y amigos Louis Anquetin, Emile Bernard y posteriormente Van Gogh, Lautrec se interesa por la obra de los neoimpresionistas. Se apasiona por el japonismo y las estampasy desarrolla un proceso de pintura a la trementina y realizada con la punta del pincel sobre fondo de cartón, técnica que le será característica y que le permite asociar inmediatamente dibujo y color.
El ambiente de Montmatre donde se encuentra el taller de Cormon va determinando poco a poco su carrera marcado por las huellas del mundo rural, marginales, salones de baile populares, como el Moulin de la Galette, evocado por Renoir... hasta que en 1889 nace el Moulin-Rouge al que los burgueses y hombres de mundo vienen a encanallarse a estos sitios de esparcimiento.
Tal es la vinculación de Lautrec con la bohemia que, con sus trabajos de litografía dejan huella en el arte del cartel.
El más conocido es sin duda su Moulin-Rouge, creado en 1891 por encargo de Charles Zidler director del establecimiento, impone llanamente una imagen fuerte e innovadora: la inmensa silueta de Valentín tratada como una sombra puramente decorativa que lleva la mirada hacia la Goulue, estrella de la cuadrilla naturalista, con un segundo plano que queda cerrado por la línea de espectadores evocados como un friso de sombras chinescas.
Esta galerada sorprende a sus contemporáneos por la sencillez de su composición, el brillo de sus tonos francos, aportando inmediatamente una real notoriedad a su autor.
Seguirán treinta carteles, gran cantidad de ellos relacionados con el espectáculo, y uno presentado para un concurso convocado en 1895 para el anuncio de la edición de una biografía de Napoleón, al final no fue elegido.
Como sabeis, no es objeto del blog este tipo de entradas, en primer lugar porque no tengo ni idea de pintura ni de arte y me parece una falta de delicadeza hablar de algo que desconozco.
Esta excepción la he hecho porque Toulouse-Lautrec siempre me ha atraído, no solo por su técnica, sino por su afán de superación, por vencer a las dificultades y por hacer de su capacidad diferente una capacidad exclusiva para retratar a gente diferente, maltratada por la sociedad en muchos casos.