Revista Ciclismo
El Tour de Francia es, de las tres grandes, posiblemente la más prestigiosa. Allí cuando un ciclista acaba se dice que tiene el carnet de ciclista. La ronda gala ha hecho grandes a corredores como Miguel indurain, Perico Delgado, Carlos Sastre, Alberto Contador, Óscar Pereiro, Eddy Merckx, Federico Martín Bahamontes, Greg Lemond, Laurent Fignon, Luis Ocaña… Muchos han sido los que se han llevado la victoria general, y otros muchísimos han ganado etapas en esta vuelta.
El sábado dio comienzo el Tour. El duelo, a priori, estará entre el español Alberto Contador y el africano Crhis Froome. Alberto, por fin quitado de su sanción desde agosto de la pasada temporada, ya logró vencer en la Vuelta a España, unar odna donde hubo mucha leña entre el de Pinto, Joaquim Rodríguez y Alejandro Valverde. Ellos fueron el centro de atención de una Vuelta donde Alberto dejó ver dos cosas: no siempre por haber etapas duras habrá espectáculo ciclista y su rabia ante todo lo sucedido. Pero Contador ha tenido un mal inicio, “besando” el suelo.
Froome, el líder del Sky para esta edición, puede hacer un papel bueno. El año pasado demostró que estaba mejor que el líder, Bradley Wiggins. Pese a todo, se tuvo que conformar con ser su gregario. Este africano, que en su juventud, imitando a los deportistas de su país, practicó atletismo, puede ser un buen rival.
Bueno, estos dos son los principales favoritos. Como es habitual en esto del ciclismo, seguro que luego puede aparecer un corredor que, a somple vista, no tenía mucho que hacer y que solo su directori se habrá apostado por él. Los favoritos se controlan entre ellos, lo cual beneficia a los que no entran en esta lista pero pueden hacer un Tour genial y de cara a la edición del 2014 ser uno de los que formen esa lista.
Hay, luego, varios corredores que vienen buscando, como es habitual, una etapa concreta, acabar el Tour o ayudar a sus respectivos líderes en cuanto estén en apuros, subiendo y bajando a los coches, tensando el pelotón cuando interese, poniéndose todo el equipo delante impedir el paso o controlando desde las escapadas. Vamos, la labor del equipo hacia el líder.
Y, como no, felicitar a Pedro Delgado porque haya aceptado la retransmisión del Tour en la TV pública pues, sino, acabaríamos como en el Giro de Italia, limitándonos a información escueta.
Pero, ¿sabéis qué? Creo que hacen falta más competiciones como la última Vuelta a España. Los corredores no van a ir a tope en una etapa de esas que se meten para el aficionado, pues llendo a su paso normal (que, para el resto de los mortales son velocidades dignas de las series más rápidas) ya van sufriendo. Suelen ir reservando para el tramo donde realmente el aficionado disfrtará viendo cómo el ciclista se retuerce mientras él está sentado en el sofá o en la playa con una cerveza e la mano y criticando todo lo que hacen los ciclistas. ¿A qué viene esto? El Tour es la carrera más importante, pero yo es en la que menos disfruto. Se suele ir reservando porque ene l Tour nadie sabe lo que puede venir, hace demasiado calor y solo puedes disfrutar, desde mi punto de vista, cuando ya se está en los Campos Elíseos, es decir, 21 días después del comienzo.
Al Tour le hace grande quizá la fecha, quizá las etapas… No sé. Lo que está claro es que, para rendir aquí hay que irmuy bien, haber planeado la temporada para que el mejor momento de forma no s cuadre justo en el mes de julio, prestando atención a no quemarse por la obsesión de quere ir bien a esta prueba. Desde mi punto de vista y teniendo en cuenta que yo entiendo poco, considero que lo ideal sería que el corredor llegase al 90% de su forma para luego, a lo largo d la primera semana, si se coloca bien para evitar caídas y en vez de dar la cara, ir a rueda, el otro 10% para andar bien llegará en la segunda semana. Puede que esosque ya andan al tope en el inicio del Tour luego lo paguen en la segunda semana.
Bueno, esperemos que gane quien gane, la rivalidad quede en la carretera y que, por supuesto, no nos tengamos que lamentar por nada.