Una de las costumbres más comunes de los viajes a ciudades europeas es visitar algún estadio de fútbol de los que vemos en la televisión cuando hay Champions League. Las visitas siempre suelen ser más esperadas si se es seguidor del equipo cuyo estadio será visitado. Este fue mi caso.
El Chelsea es, junto con la Liga Deportiva Alajuelense, mi equipo favorito en el mundo. Cuando supe que venía a Londres no dudé en reservar un espacio en el tour del museo y el estadio. Y fue así como a las 9:40 a.m. ya estaba en el estadio para mi tour de las diez. Subí al museo del club y pude observar desde posters del legendario Giafranco Sola, hasta la copa de campeón de Europa ganada al Bayern de Munich, pasando por toda su historia desde 1904.
Iniciamos el tour por el estadio donde se nos llevó a la gradería, para luego pasar a la zona de prensa del club, donde tuve la oportunidad de sentarme en el campo del DT. Luego conocimos la zona de los vestidores. Basta decir que el del Chelsea es un gran spa, pero lo curioso es la forma del vestidor visitante, donde la estructura está diseñada de tal forma que los oponentes se incomoden levemente antes de cada partido. Un "juego con la mente" del contrario.
Cuando entramos en la cancha, lo hicimos como lo harían los jugadores, incluyendo una simulación de ambiente en la gradería. El estadio es sencillamente maravilloso visto desde lo ven los técnicos. Imponente, aún siendo de menor tamaño que otros estadios en Inglaterra. Terminamos el tour en la tiendita para tener algunos recuerdos, donde encuentras desde uniformes originales, hasta patitos de baño. Para tener en cuenta: el tour vale 20 libras, pero si se hace la reserva por internet días antes, el precio baja a 17 libras, con una duración de una hora.
Para un fan del Chelsea como yo, hoy fue una experiencia muy bonita y entretenida. Ver la historia del club y conocer su casa con todo lo que esto encierra, hizo de una mañana londinense cualquiera una gran felicidad para un fan tico.