Como en el resto de enfermedades, cada persona es un mundo y desarrolla de distinta forma los síntomas. Aunque a veces los afectados pueden “aguantarse” los tics con mucho esfuerzo, éstos aparecen de forma involuntaria; por esto es importante que las personas de su entorno (familiares, amigos, maestros y compañeros de trabajo) actúen con normalidad.
Es un transtorno bastante complejo.
Entre los 25.000 afectados que hay en España, se encuentra Hugo. Tiene 10 años, de apariencia fuerte y grande pero débil e inseguro por dentro. Sus compañeros de clase se burlan de él y no le toman en serio porque tartamudea y tiene tics muy exagerados. Es inteligente, mucho, pero los tics, el tartamudeo, la falta de atención y la inocencia hacen que piensen que es tonto.
Es muy nervioso -no hiperactivo- y lo expresa con tics: pestañear rápido y muy seguidamente, hacer sonidos raros con la boca, mover la cabeza, brazos... Tiene manías, muchas manías. Se le da muy bien dibujar y tiene mucha imaginación, inventiva y curiosidad. Es muy cariñoso.Los profesores no terminan de implicarse, no quieren hacer excepciones, yo creo que no terminan de entender lo que pasa: no quieren. Entonces, quien va a defender a Hugo delante de sus compañeros, ante cualquier agresión verbal y psicológica?
Se dice que los niños son encantadores, amorosos, pero viendo como tratan a Hugo y lo anulado que está por sus desprecios y burlas, puedo ver la crueldad y el daño que pueden llegar a hacer.
Para convivir con él hay que tener mucha paciencia, conocer bien las características y sintomatología del síndrome y quererlo mucho; ésto último es lo que menos cuesta :-)

Síndrome de Tourette (vídeo)
Fundación Tourette
El sufrimiento de los niños por Rosa Montero
La falsa integración por J.A. Aunión